PUERTO MONTT (La Opinión de Chiloé) — Una serie de rápidas indagatorias estuvieron realizando Carabineros y equipos técnicos en el colegio Santo Tomás de Puerto Montt luego que durante la mañana se realizara una evacuación masiva tras un presunto amago de incendio.
De acuerdo a información preliminar recopilada por La Opinión de Chiloé, el incidente ocurrió al interior de una sala de clases del primer piso cuando una cortina y una pared se vieron envueltas en llamas, las que fueron sofocadas rápidamente.
La emergencia ocurrió aproximadamente una hora después del comienzo de la jornada escolar, por lo que se procedió a evacuar a alrededor de 1.200 estudiantes y 90 funcionarios.
Voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Puerto Montt concurrieron al lugar por principio de incendio, informándose que la situación fue superada a los pocos minutos. Tras ello, se retomaron las labores académicas con normalidad.
Sin embargo, luego de la emergencia, el Ministerio Público instruyó la concurrencia de personal del Laboratorio de Criminalística de Carabineros de Puerto Montt (Labocar) quienes realizaron diversos peritajes lográndose determinar que existiría participación de terceros.
En tal contexto, rápidas diligencias permitieron identificar a un alumno de segundo medio de ese establecimiento quien habría sido el que inició el fuego. Las causas de tal comportamiento aún no son esclarecidas, aunque no se ha descartado que todo haya sido accidental.
Por otro lado, al revisar las pertenencias que portaba al interior de su mochila, se pudo constatar que llevaba un arma blanca (una cortapluma), aunque trascendidos indican que sería parte de un llavero. El joven fue detenido.
El Ministerio Público formalizaría al joven por los delitos de porte de arma blanca e incendio en grado de frustrado.
Lo ocurrido se ha manejado como algo extremadamente delicado al interior de la fiscalía dado que el delito de incendio es uno de los más graves sancionables dentro de la legislación vigente, con una pena aplicable que puede llegar hasta cadena perpetua para el caso de personas adultas. Por Ley de Responsabilidad Penal Adolescente, el aludido podría enfrentar la pena máxima: 10 años de cárcel.
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