QUEILEN (La Opinión de Chiloé) — Enorme preocupación en la comunidad escolar de la comuna de Queilen ha provocado durante las últimas un sorpresivo caso de violencia escolar que se habría registrado en las afueras de un emblemático establecimiento educacional, y cuyos antecedentes se encuentran en manos del Ministerio Público de Castro en una causa que por ahora, se encuentra desformalizada y que podría traer insospechadas repercusiones.
De acuerdo a información policial que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, los hechos habrían ocurrido alrededor de las 08.15 horas de la mañana de este viernes a pocos metros del ingreso del Liceo Bicentenario Polivalente de Queilen, cuando dos adolescentes se habrían enfrascado en un incidente aún por precisar que terminó con uno de ellos extrayendo de entre sus vestimentas un arma cortopunzante, con la que procedió a atacar al otro menor.
La dinámica de lo que pasó no está del todo clara por ahora, aunque si se sabe que los dos adolescentes tendrían 17 años de edad y que cursarían cuarto año medio en el establecimiento en comento. Además, supuestamente todo se habría gestado el día anterior, cuando habría existido una discusión entre ambos cuyo tenor se estaría indagando.
Según fuentes policiales, durante este viernes uno de ellos habría decidido concurrir a clases portando un cuchillo, y presuntamente sin existir provocación que lo justificara, y antes de ingresar al recinto educativo, habría apuñalado a su compañero en uno de sus glúteos, provocándole una lesión de tipo cortopunzante por evaluar.
El menor afectado fue trasladado hasta el Servicio de Urgencia del Hospital Comunitario local, lugar donde se constituiría con posterioridad una patrulla del Retén de Carabineros de Queilen tras realizarse la denuncia respectiva, entrevistándose con la víctima y potenciales testigos, para luego detener a quien sería el agresor e informar al fiscal de turno, quedando a la espera de sus determinaciones sin perjuicio del reporte médico ad hoc.
El paciente adolescente fue diagnosticado con una lesión de carácter leve, siendo dado de alta durante esa misma mañana. En cuanto al imputado de 17 años, y tras instrucción de la Fiscalía local de Castro, fue dejado en libertad bajo apercibimiento, sin perjuicio de informarse al Juzgado de Familia de la capital provincial respecto de alguna eventual vulneración de derechos.
Fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé dejaron entrever que la causa penal podría terminar con una salida alternativa que implique el sobreseimiento para el encartado menor de edad, razón por la cual se buscaría asentar que la agresión provocó un «corte superficial» sin entrar en el fondo de este incidente de violencia escolar.
El caso se ha tomado con relativa cautela desde el sostenedor, toda vez que, dependiendo del curso que tome la indagatoria, podría existir alguna responsabilidad por parte del establecimiento educacional al tener éste una ‘posición de garante’ en lo que refiere a prevenir actos de violencia escolar, debiendo adoptar las medidas oportunas, necesarias y proporcionales, tendientes a mantener y propiciar un clima escolar que promueva la buena convivencia, particularmente entre sus estudiantes con el fin de proteger a sus pupilos.
Luego, atendido a que los hechos ocurrieron prácticamente al ingreso del establecimiento, si por la omisión de conductas adecuadas por parte del sostenedor se produjo una afectación física o emocional de un estudiante agredido, entonces se estaría infringiendo un deber jurídico que recae sobre el recinto educativo, pues existe una especial obligación legal para su actuar. O sea, acá no es trascendente si este ataque con arma blanca fue dentro o fuera del Liceo Bicentenario Polivalente de Queilen, sino más bien lo importante será determinar si se tomaron las acciones para evitar esta agresión.
Sobre este punto, y ante situaciones de acoso o bullying, conviene advertir que la Ley n.°20536 sobre violencia escolar contiene en su artículo 16 una definición que sería atinente, la cual establece que «Se entenderá por acoso escolar toda acción u omisión constitutiva de agresión u hostigamiento reiterado, realizada fuera o dentro del establecimiento educacional por estudiantes que, en forma individual o colectiva, atenten en contra de otro estudiante, valiéndose para ello de una situación de superioridad o de indefensión del estudiante afectado, que provoque en este último, maltrato, humillación o fundado temor de verse expuesto a un mal de carácter grave, ya sea por medios tecnológicos o cualquier otro medio, tomando en cuenta su edad y condición».
Luego, según testigos, ya se sabía que habría existido previamente al menos un incidente entre ambos estudiantes, por lo que está por verse si en este caso se da una infracción del recinto a su posición de garante, la que necesariamente podría generar responsabilidad, más aún si se tiene a la víctima herida con arma blanca siendo trasladada hasta un centro asistencial minutos antes de ingresar a clases.
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