
PAILDAD, QUEILEN (La Opinión de Chiloé) — A casi cuatro años del comienzo de aberrantes hechos ocurridos al interior de una vivienda en la comuna de Queilen, durante las últimas horas se confirmó la prisión preventiva para un contumaz pederasta sindicado como responsable de ataques sexuales en carácter reiterado hacia una menor, hechos que estarían demostrados. Y no sólo eso, el delincuente había sido condenado recientemente por abuso sexual y estaba libre.
De acuerdo a información judicial que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, fue el nacimiento de un bebé y los incesantes cuestionamientos de quién era el padre los que terminaron por revelar que la víctima venía sufriendo violencia sexual al interior de la vivienda de su abuela ubicada en el sector Paildad.
Los hechos habrían comenzado en fechas indeterminadas del año 2015 cuando la menor, escapando del horror de una serie de maltratos en contexto de violencia intrafamiliar en Santiago, llegó a vivir con su abuela, quien mantenía una relación con el pederasta.
Según antecedentes preliminares del caso que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, al llegar al lugar la ahora adolescente comenzó a sufrir una serie de acosos y tocaciones que podrían ser constitutivos de algún tipo de abuso sexual por parte de Roberto Ignacio Hermosilla M. (65 años), quien es la pareja de su abuela y que se aprovechó de la alta vulnerabilidad de la niña que ya venía de un ambiente maltratador que hacia imposible escapar hacia otro lugar para buscar protección.
Fue en ese contexto que el delincuente procedió a violarla en reiteradas ocasiones cuando se quedaba solo con ella, quedando embarazada. El secreto se mantuvo dado que el pederasta coaccionaba a la menor para que no dijera nada, hasta que se atrevió.
El caso eso sí sólo comenzó a tramitarse de manera desformalizada durante el año 2018, quedando las diligencias al mando de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores (Brisexme) de la PDI de Ancud quienes levantaron pruebas suficientes como para poder configurar la existencia del delito de violación en carácter de reiterado que llevaron a la formalización.
Aunque desde la defensa se alegó inocencia y la inexistencia de pruebas científicas, tanto el relato de la víctima como el examen biológico (ADN) incuestionable practicado al bebé develó que el pederasta era el padre.
Lo insólito de todo es que el sujeto había accedido recientemente al beneficio de libertad vigilada intensiva tras haber sido condenado a tres años y un día de presidio por haber cometido el delito de abuso sexual.
En vista de estos antecedentes, el Ministerio Público de Castro solicitó al Juzgado de Garantía de Castro la aplicación de la medida cautelar más gravosa, esto es, prisión preventiva. Por el lado del abogado defensor en tanto, alegaron que aquello era desproporcionado y que lo apropiado sería que el antisocial quedara en libertad a pesar de su historial reciente por ultrajar sexualmente a otra persona.
El sujeto fue formalizado como presunto autor en grado de consumado del delito de violación propia (de mayor de 14 años de edad) en grado de consumado y en carácter de reiterado, ilícito descrito y sancionado en el artículo 361 del Código Penal.
Oídos los intervinientes, la juez Alejandra Varas Cuevas decidió que el delincuente ingresara a cumplir la medida cautelar de prisión preventiva por representar un peligro para la sociedad, para la víctima y la existencia de una alta probabilidad de fuga.
Se decretaron 120 días de plazo para la investigación.
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