
QUELLÓN (La Opinión de Chiloé) — Un allanamiento concretado durante las últimas horas por detectives de la Policía de Investigaciones de la comuna de Castro permitió capturar a un dúo de imputados que se dedicaría al microtráfico de sustancias prohibidas en la zona sur de la provincia de Chiloé, y que se enmarca en varios meses de indagatorias reservadas.
De acuerdo a antecedentes judiciales que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, la diligencia fue concretada por detectives del grupo Microtráfico Cero (MT-0) de la Brigada de Investigación Criminal de la PDI de Castro, luego que una denuncia anónima sindicara a una vivienda de calle Capitán Luis Alcázar como lugar donde se comercializaban sustancias ilícitas.
Según informó la fiscal adjunto (s) de la Fiscalía local de Quellón, Karyn Alegría Veliz, los hechos se enmarcan en una denuncia realizada ante la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) de la 6ª Comisaría de Carabineros de Quellón, donde se acusaba que en dicha propiedad se vendía cocaína a asiduos consumidores que concurrían al lugar en distintas horas del día.
Así las cosas, se procedió a iniciar una sigilosa vigilancia en el lugar, lográndose levantar una serie de antecedentes indiciarios que acreditarían el delito en comento por parte de, al menos, dos sujetos.
Luego, todo el operativo contó con seguimientos, vigilancias, toma de fotografías y otras diligencias, permitiendo reunir elementos suficientes para solicitar allanar la vivienda y detener a quienes serían los responsables.
En particular, gracias a una vigilancia discreta efectuada por personal policial, éstos «presenciaron cómo un sujeto concurre a dicho domicilio, y en las afueras de éste, es atendido por un segundo sujeto, que sale de dicha propiedad, oportunidad en que presencian y fotografían el intercambio de un contenedor, presumiblemente de drogas», dijo la persecutora penal al juez de turno.
Agregó que concretada la transacción, se procedió a realizar un control de identidad al comprador, un consumidor habitual de drogas oriundo de Nueva Imperial, quien entregó un envoltorio con 0,4 gramos de pasta base de cocaína.
En consecuencia, la fiscal decidió solicitar autorización judicial para que se practique, de inmediato, un allanamiento a la vivienda de calle Capitán Luis Alcázar, actuación que fue realizada por detectives de la PDI de Castro.
Ergo, una vez ingresada a esta casa habitación, se pudieron incautar diversas sustancias estupefacientes y psicotrópicas dosificadas avaluadas en alrededor de un millón de pesos, más dos pesas calibradoras y dinero en efectivo por precisar.
Junto con ello, se procedió a la detención de dos sujetos, uno de los cuales sería un ciudadano de nacionalidad venezolana en situación irregular en el país, y cuya identidad por ahora no ha sido cotejada fehacientemente, por lo que se calificó como «dudosa».
En cuanto al otro imputado, quien tendría historial delictual previo, en 2017 se hizo conocido a nivel nacional por haber sido sindicado por otros delincuentes como presunto partícipe de un violento secuestro realizado en la comuna de Rancagua.
Luego, se informó que en poder de este dúo de delincuentes habían 45 gramos de Cannabis sativa y alrededor de 20 gramos de pasta base de cocaína, más 18 comprimidos de fentermina clorhidrato, todo destinado, según antecedentes de la carpeta investigativa, a ser comercializado a adictos en Quellón.
Junto con ello, se confirmó que se incautaron cuatro municiones calibre 38 milímetros más dinero en efectivo y elementos de dosificación. No se encontró algún arma de fuego en el lugar.
La información fue confirmada por el subprefecto Eduardo Ortiz, jefe (s) de la Brigada de Investigación Criminal (Bicrim) de la PDI de la capital provincial, asegurando que desde diciembre de 2022 se estaban realizando diligencias teniendo como blanco investigativo la propiedad de marras.
Corroboró que, además de un chileno, se detuvo a un extranjero «cuya situación migratoria está irregular ya que habría ingresado a nuestro país como turista y su permiso había vencido», dijo, siendo el ciudadano venezolano en comento cuya identidad, como ya se dijo, está a la espera de ser verificada.
Ambos pasaron a control de la detención durante este jueves, siendo declarada ajustada a derecho por parte del juez de turno, mientras que respecto a la formalización, ésta fue ampliada hasta el próximo lunes a la espera de recopilar mayores antecedentes.
En primera instancia, la causa se caratuló como un presunto delito de tráfico ilícito de drogas en pequeñas cantidades, descrito y sancionado en el artículo 4° del Código Penal.
Además, se añadiría la presunta existencia de un delito de posesión, tenencia y porte de municiones, ilícito previsto y sancionado en el artículo 9 inciso segundo de la Ley n.°17.798 en relación al artículo 2 letra c) del mismo articulado.
A este respecto, la fiscalía estima, por ahora, que a los imputado les podría caber una posible participación de autores en cada uno de estos ilícitos en los términos del artículo 14 n.º 1 y 15 n.° 1 del Código Penal, en grado de desarrollo consumado.
Cabe mencionar que dentro de las argumentaciones para pedir la ampliación de la detención en la audiencia de rigor ante el Juzgado de Letras, Garantía y Familia de Quellón, el fiscal (s) Marco Antimilla Nahuelpán dejó entrever el denominado «criterio Valencia», atendido a que respecto del imputado venezolano, éste no tiene RUT provisorio en Chile y se ha mantenido en la irregularidad desde su ingreso al país.
«Tras los nuevos instructivos del fiscal nacional, se procedió a solicitar la ampliación de la detención para efectos de obtener la identidad real de esta persona y verificar su situación legal en el país», dijo a este respecto Antimilla Nahuelpán.
Si bien es cierto el defensor penal público, Daniel Fuenzalida, incidentó aquello, asegurando que la «real» identidad de este sujeto no sería un obstáculo para concretar la formalización inmediatamente, aquello fue desechado por el juez.

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