
REPORTAJE DE INVESTIGACIÓN (La Opinión de Chiloé) — Una movilización pacífica realizó durante la mañana de este jueves la comunidad educativa de la Escuela Oriente de Quellón, que se tomó por unos minutos de la calle Adán Bustamante. El objetivo fue sensibilizar a los quelloninos por las nuevas «observaciones» entregadas por el Seremi de Desarrollo Social de Los Lagos luego que, nuevamente, encontrara una serie de errores y/o omisiones en el proyecto ingresado por la Municipalidad de Quellón que busca la construcción de un flamante nuevo gimnasio para ese establecimiento educacional.
El proyecto, que lleva tramitándose desde al menos abril de 2007, ha visto cómo durante varias ocasiones no ha sido gestionado para aprobación o ha sido objetado técnicamente por incompleto, por no seguir las metodologías apropiadas o por no entregar documentación exigida. En efecto, La Opinión de Chiloé accedió al primer amago de ingreso al Sistema Nacional de Inversiones de tal gimnasio ocurrida durante la alcaldía de Luis Uribe Velásquez (DC), cuando se pedían $164.000.000.- y se proyectaba una inversión de $669.171.000.-; aquello sin embargo, no prosperó porque fue ingresado incompleto y el Seremi del ramo ni siquiera alcanzó a verlo. Un año después, volvió a ser ingresado, esta vez ya pidiendo $206.000.000.- y se proyectaba una inversión de $686.354.000.-; pasó lo mismo, no prosperó.
Tras esos dos intentos, vino el año 2009 estando en la alcadía Iván Haro Uribe (RN), cuando por primera vez se ingresa un proyecto más estructurado, donde se pedían $248.783.000.- y se proyectaba una inversión de $792.537.000.-; acá comenzaron los problemas ya que fue objetado técnicamente por serias omisiones al no usar una metodología apropiada y acorde a la legislación vigente. En 2011 se insistió, solicitando $254.929.000.- y se proyectaba una inversión de $812.113.000.-; no prosperó en esta ocasión porque el proyecto fue ingresado incompleto (de nuevo) y el Seremi del ramo ni siquiera alcanzó a verlo.
Pasaron los años, y en 2014 ya con el actual alcalde Cristian Ojeda Chiguay (DC), se volvió a la carga solicitando $470.205.000.- y se proyectaba una inversión de $860.775.000.-, pero el proyecto no se movió en el Sistema Nacional de Inversiones. Un año después, se ingresó de nuevo pero esta vez si llegó a manos de la Seremi de Desarrollo Social quien lo rechazó por falta de información emitiendo un crítico informe donde, entre otras materias, se adujo que ni siquiera se incorporaron flujos de costos y beneficios, faltaban planos, se entregaron documentos sin firmas, la evaluación técnico-económica parecía hecha por incompetentes , entre otras materias. Luego, por tercera vez la administración de Ojeda volvió a insistir en 2016 pidiendo $985.097.000.-, rechazándose otra vez por falta de información con un nuevo informe crítico. En 2017, otra vez pasó lo mismo, errores tras errores, omisiones tras omisiones.
Este 2018, no fue la excepción, ya que el proyecto por $1.043.614.000.- fue objetado de nuevo tras presentar varias «observaciones». La Opinión de Chiloé tuvo a la vista grosso modo a aquellas, algunas de los cuales sorprenden. Hay omisiones tan básicas como errores en cifras, incongruencias en los cálculos de inversión, inconsistencias en tablas, no ingreso de documentos o simplemente incoherencias en el escrito. Tales observaciones indicarían falencias en el equipo del SECPLAN encargado de elaborar el proyecto, sumándose a «olvidos» como no presentar los respaldos correspondientes de los cálculos de costos de inversión y mantención de las alternativas evaluadas (en hormigón y en estructura metálica); además, no se habría considerado los efectos del terremoto de 2016 para la selección de las materialidad, mientras que los 1034,89 m² estimados para la obra fueron cuestionados de nuevo.
Entre los errores catalogables como básicos que incidieron en el rechazo se encuentran:
- No se entregó un mapa del área de influencia indicando la ubicación de los establecimientos educacionales y deportivos existentes.
- No se revisaron los requerimientos derivados del déficit dado que en una de las tablas no se podía cotejar si se trataba de infraestructura deportiva y de toda la escuela, además, los gimnasios y multicanchas no son recintos docentes, algo que se habría pasado por alto. Por otro lado, en una de las tablas del proyecto se indicó que no hay requerimientos de recursos humanos, pero después se incorporaron en la evaluación.
- Se descubrieron incoherencias en cifras indicadas de Índice de Vulnerabilidad Escolar e Índice de Obesidad de Junaeb.
- En cuando al presupuesto, en obras civiles incorpora una partida de mobiliario general que no se detalla, e incluye tablero eléctrico que también se considera en ítem de equipamiento (tablero marcador) pero con un valor menor (este artículo es un equipo no equipamiento). También se presentaron varios presupuestos de obras en carpetas sin entregar un detalle explicativo ni contextual atinente al proyecto.
- La planimetría y presupuestos actuales no se habrían presentado.
- Tampoco se habrían subsanado al menos tres observaciones ya dichas anteriormente. La Opinión de Chiloé confirmó que el año pasado se le pidió al municipio presentar un extracto de las bases de licitación de la obra, aclarar la subdivisión del terreno y presentar los documentos correspondientes, presentar un plan de contingencia y adjuntar todos los requerimientos del Sistema Nacional de Inversiones. El municipio no lo hizo.
Desde el Ministerio de Desarrollo Social se reconoce la necesidad de contar con un recinto que permita el desarrollo de las actividades de educación física y salud de la escuela, sin embargo, indica que habrían problemas en el proyecto vinculados al dimensionamiento de la propuesta y el costo de inversión, ya que todo habría sido realizado antes de demostrar la conveniencia y sustentabilidad de la solución.
La Opinión de Chiloé confirmó que el rechazo del 8 de noviembre del año 2017 había sido por falta de información, enumerándose una serie de problemas en la propuesta presentada por el SECPLAN, entre ellos algunos enormemente insólitos, desconociéndose si realmente fue realizado por profesionales con estudios superiores o por funcionarios sin formación en elaboración de proyectos de inversión. En particular, cosas tan básicas como errores en la identificación del problema o identificación del área de influencia parecen inexplicables, e incluso los problemas en los cálculos de la demanda y oferta lo son, sumándose incongruencias en los datos poblacionales que sorprenden. A ello, se adhieren la no presentación de presupuestos con formas, fechas y visados por la unidad técnica, ni tampoco todos los planos de arquitectura y especificaciones técnicas respectivas (desde 2015 viene ocurriendo), entre otras materias.
El nuevo gimnasio seguirá esperando a la espera de las correcciones que por enésima vez deberá ingresar el equipo del SECPLAN municipal para que el Ministerio de Desarrollo Social al fin le otorgue el anhelado RS.
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