QUELLÓN (La Opinión de Chiloé) — Un conjunto de peritajes y diligencias se realizaron durante los últimos días en la comuna de Quellón luego que una joven denunciara lo que sería un horroroso ataque sexual por parte de un sujeto quien, tras ingresar a su domicilio, la intimidó, amordazó y golpeó para posteriormente violarla.
De acuerdo a información judicial que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, los hechos habrían ocurrido durante la madrugada de este sábado cuando una joven de 21 años, de improviso, se encontró con un delincuente al interior de su dormitorio a rostro semidescubierto (con una mascarilla), procediéndola a atacar.
Según el relato de la víctima, el aludido la habría abordado con un cuchillo cocinero para reducirla y amarrarla de pies y manos con cordones de zapatos, no sin antes golpearla salvajemente, además de provocarle una visible lesión cortopunzante en la espalda.
En tal marco, asegura que en un momento de descuido, el agresor se habría bajado la mascarilla, reconociéndolo como uno de sus vecinos que vive en el mismo sitio donde ella arrienda una cabaña, facilitando su aprehensión posteriormente.
Se trataría de un sujeto de 39 años de edad quien presentaría una severa discapacidad visual e intelectual.
Así las cosas, realizada la denuncia, funcionarios policiales de la Sexta Comisaría de Carabineros de Quellón concurrieron hasta el domicilio del presunto atacante, procediéndolo a detener.
La mujer en tanto, fue trasladada hasta un centro asistencial donde se le diagnosticaron lesiones de mediana gravedad, iniciándose los peritajes de rigor para los exámenes sexológicos y médicos correspondientes al ilícito.
Personal de la Brigada Investigadora de Delitos Sexuales y Menores (Brisexme) de la Policía de Investigaciones de Ancud fue mandatado por el Ministerio Público para practicar las diligencias, sumándose el Laboratorio de Criminalística de Puerto Montt para el análisis de ADN de las muestras biológicas recabadas, además del peritaje dactiloscópico y de huellas de pisadas o calzadas.
Si bien es cierto el imputado fue detenido el sábado 1 de mayo, la audiencia de control de detención se amplió hasta este lunes, a la espera del reporte preliminar de las policías que, una vez arribado, dieron indicios de la efectividad de la comisión de este crimen.
Ergo, se procedió a concretar la audiencia de formalización de la investigación por la presunta comisión de violación propia de mayor de 14 años de edad, delito descrito y sancionado en el artículo 361 del Código Penal.
Además, entendiendo que el ingreso a la cabaña fue usando un proceder subrepticio, se añadió el delito de violación de morada, que está previsto y sancionado en el artículo 144 del Código Penal.
La información fue confirmada por la persecutora penal de Quellón, Karyn Alegría Velis, quien acotó que «se formalizó por el delito de violación a un imputado cuyo control de detención se realizó el día sábado; consiste en una agresión sexual cometida contra una mujer adulta».
Detalló que la hipótesis que se maneja sobre la dinámica de lo que pasó es que «el imputado ingresó al domicilio de esta mujer por medio de una ventana y utilizando fuerza e intimidación, causándole lesiones, la agredió sexualmente».
Durante la audiencia, la defensa rebatió algunos de los antecedentes expuestos por la Fiscalía respecto a la teoría del caso, aludiendo que su representado no habría tenido participación en lo ocurrido esa noche, y que en el relato de la denunciante existirían algunas inconsistencias.
Una de ellas sería que la mujer aseguró que en medio del forcejeo e intento de defenderse, le habría provocado lesiones a su atacante al golpearlo varias veces con su celular en el rostro, además de morderlo en uno de sus dedos.
En su exposición, el abogado refirió que en la constatación de lesiones del detenido no se detectó algún indicio de heridas por mordidas o hematomas en la cara, por lo que dejó entrever que podría haber sido otra persona el agresor.
Junto con eso, argumentó que el sujeto no tendría antecedentes penales ni historial delictual, vale decir, que existiría irreprochable conducta anterior.
También alegó una eventual inimputabilidad reducida del encartado por incapacidad mental alegando que presentaría una discapacidad intelectual que incluso, afectaría su habilidad motora como para usar cordones de zapatos y amarrarla.
Agregó que junto con tal problema, el imputado tendría una ceguera parcial (100% de un ojo y 70% del otro), algo que no le habría permitido desmontar la ventana a altas horas de la noche y con precisión para luego ingresar a la cabaña.
Oídos los intervinientes, y dada la gravedad del ilícito, se acogió la petición del Ministerio Público para imponer como medida cautelar la prisión preventiva por considerarlo un peligro para la seguridad de la sociedad y de la víctima, desestimando la petición de arresto domiciliario de la defensoría.
Eso sí, debido a la presunta discapacidad esgrimida por la defensa, se solicitó un peritaje ad hoc al Servicio Médico Legal, el que terminará por dilucidar el grado de imputabilidad que sería aplicable en este caso.
Se fijó un plazo de investigación de 90 días, mientras que las diligencias siguen a cargo principalmente de la Policía de Investigaciones de Ancud y de Puerto Montt, además del Servicio Médico Legal.
En cuanto al estado de salud de la mujer, ésta se encontraría bajo el apoyo de la Unidad de Víctimas de la Fiscalía.
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