QUELLÓN (La Opinión de Chiloé) — Un nuevo incidente de violencia escolar grupal que dejó a varios estudiantes heridos sacude a la Provincia de Chiloé, todo por hechos registrados durante la mañana de este martes en el Liceo Rayen Mapu de Quellón, y que se vincularían a rencillas externas de los implicados que escalaron en nivel de agresividad en pleno recreo.
De acuerdo a información preliminar recopilada por La Opinión de Chiloé, la fiscal de turno de la ciudad puerto, Karyn Alegría Veliz, relató al juez de garantía que alrededor de las 11.30 horas, al interior del establecimiento educacional mencionado, varios alumnos se enfrascaron en una agresiva discusión que derivó a una riña, que tuvo a varios testigos y que fue registrada en vídeo.
Los datos que se manejan hasta ahora es que al menos seis adolescentes participaron en este incidente observándose a otros dos intentando calmar la situación (uno de ellos fue golpeado), terminando con uno de los agresores apuñalado y al menos otros dos con lesiones producto de golpes de pies y puños.
Sobre el accionar más grave, uno de los imputados que participó en la pelea habría procedido a extraer desde sus vestimentas un arma blanca y decidió agredir a uno de los que estaba propinando golpes de pies y puños a otro menor, resultando este último con una lesión en el pabellón auricular.
Fuentes judiciales consultadas por La Opinión de Chiloé indicaron que quien usó un cuchillo era J.H. (16 años), mientras que el que recibió el ataque con cuchillo era J.G. (15 años).
La fiscal de turno aseguró que el diagnóstico inicial era una lesión de mediana gravedad, y que la posible intención detrás habría sido cercenar la oreja a traición.
La dinámica de lo que pasó es materia de indagatorias, aunque durante las primeras diligencias sorprendió la declaración de varios testigos que indicaron que cuando ocurría la gresca algunos inspectores y docentes se dedicaron a mirar lo que pasaba por la ventana, sin intervenir, y que fueron algunos jóvenes quienes intentaron detener todo.
Además, en un vídeo difundido por redes sociales se observa claramente que el joven con el arma blanca —vestido con polerón negro— participó de la riña (preliminarmente se le sindicaba como mero observador) y que tras intentar ser contenido luego de caer, sacó el cuchillo y fue directamente a atacar al herido —vestido con polerón azul—, acabándose la pelea al ver sangre.
En efecto, se aprecia que mientras la víctima se levantaba, el delincuente se abalanza sobre él usando el arma blanca. Tras el incidente de sangre, se puso en posición con el cuchillo en mano mientras alguien le gritaba que no lo hiciera; se cree que eventualmente, quería apuñalar otra vez al herido.
Algunas fuentes independientes consultadas por La Opinión de Chiloé indicaron que ese modus operandi (el de cortar la oreja) ya había sido vista antes en las calles, especialmente en peleas de pseudopandillas vinculadas al consumo callejero de estupefacientes y/o microtráfico de drogas, robos con violencia u otros delitos contra la propiedad y personas.
Se desconoce por ahora si el adolescente imputado es partícipe de alguna de ellas, algo que la Sección de Investigaciones Policiales (SIP) deberá indagar.
Parte de la información fue confirmada por el capitán Marcos Sánchez Burgos, comisario (s) de la Sexta Comisaría de Carabineros de Quellón, asegurando que «alrededor de las 12.00 horas, recibimos un llamado por parte de funcionarios del Liceo Rayen Mapu informando que un grupo de alumnos se encontraba agrediendo a otros jóvenes en el patio de dicho establecimiento».
Dijo que «conforme a lo anterior, personal de Carabineros llegó al lugar y detuvo a dos jóvenes de 15 años y a otro joven de 16 años quienes momentos antes habían agredido a otros dos jóvenes con golpes de puños y patadas, utilizando además un arma blanca durante la agresión».
La dinámica de lo que pasó está en manos de la SIP de la Sexta Comisaría de Carabineros de Quellón. Sánchez Burgos dijo que uno de los adolescentes resultó con una «lesión de mediana gravedad, ya que fue lesionado con un corte en una de sus orejas, mientras que las otras víctimas resultaron con lesiones de carácter leve».
La fiscal de Quellón, Karyn Alegría, se constituyó en el sitio del suceso e instruyó una serie de diligencias tendientes a reconstruir la dinámica de este nuevo caso de violencia escolar, aseverando que «se realizaron empadronamiento de testigos, constatación de lesiones, incautación de vestimentas y el cuchillo empleado en la agresión. Además, se fijaron las imágenes de cámaras de seguridad».
Especificó que «la víctima [apuñalada] estaba peleando y este adolescente que no participaba en la riña se acercó y sacó un arma blanca provocando lesiones en la oreja a este estudiante, las cuales podrían llegar a tener secuelas estéticas». Sin embargo, el registro audiovisual descartaría un rol de mero observador del delincuente.
Por ahora la causa penal respecto al imputado de 16 años está caratulada como lesiones menos graves descritas y sancionadas en el artículo 399 del Código Penal y porte ilegal de arma blanca del artículo 288 bis del mismo cuerpo legal. Se espera que sea formalizado durante el día de hoy.
Sobre los otros dos detenidos, se trataría de una falta de lesiones leves, por lo que muy probablemente accederían a un procedimiento monitorio con la fijación de una multa.
El director del Liceo Rayen Mapu, Francisco Serón, lamentó lo que pasó asegurando que «durante horas de la mañana, un grupo de estudiantes tuvo una pelea, es eso básicamente». Esgrimió que habrían activado los protocolos existentes para casos de este tipo por parte de la unidad de convivencia escolar y la unidad de inspectoría general, aunque La Opinión de Chiloé no ha podido confirmar con fuentes independientes si aquello realmente ha ocurrido.
Sobre las causas del incidente, entregó su propia hipótesis: «nosotros observamos que nuestros jóvenes que han vuelto a clases, tanto en la enseñanza básica como en establecimientos de educación media, han vuelto con un grado de violencia, con un grado de falta de control de impulsos, con mucha ansiedad que finalmente decanta en este tipo de situaciones».
Agregó que «estamos claros de que por ejemplo esta situación que ocurrió hoy día (ayer) con nuestros estudiantes no es algo que haya nacido dentro del establecimiento. Estos jóvenes vienen desde fuera con este tipo de conductas».
«Todos estos jóvenes con la descolarización [producto de la pandemia], por decirlo de alguna manera, da la impresión que tuvieron mucho tiempo para organizarse en ciertas cosas que no son muy buenas para ellos, organizarse en pandillas por decirlo con los nombres correctos, y justamente esos niveles de violencia que se generaron afuera también repercute en los establecimientos educacionales y nosotros tenemos que enfrentar finalmente este tipo de situaciones», asestó.
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