Véase también:
Escándalo en Corporación de Quellón: funcionario tenía título falso.
Quellón: encargado municipal de prensa renuncia tras título falso; Municipio mudo.
QUELLÓN (La Opinión de Chiloé) — Una acción penal ingresó la Universidad Alberto Hurtado en el Juzgado de Letras, Garantía y Familia de la ciudad puerto para que se investigue a un funcionario que trabaja en el área de prensa y protocolo de la Ilustre Municipalidad de Quellón —aunque con contrato de la Corporación Municipal de Educación, Salud y Atención al Menor de Quellón— que presentó un título universitario presuntamente falso, hecho que fue revelado por La Opinión de Chiloé hace aproximadamente 10 días.
La querella de acción pública es principalmente en contra del trabajador que había entregado el documento donde se señala: “en conformidad con los reglamentos vigentes y según consta en el expediente n.°589/2013.FCS, con fecha 13 de mayo de 2013 le fue conferido (…) el grado académico de Licenciado en Comunicación Social”, algo que resultó ser una mentira. La Opinión de Chiloé verificó con datos de la Dirección de Registros Académicos (DARA) de la UAH donde se aclara que el aludido sólo cursó durante el año 2010 la carrera de Bachillerato en Filosofía, pero finalmente se retiró, vale decir, el joven no es Periodista o Licenciado en Comunicación Social de esa Universidad.
El escrito de la casa de estudios fue declarado admisible por el juez Jorge Ibarrola Ávila, y remitido al Ministerio Público con el fin de iniciar las indagatorias pertinentes con el fin de buscar responsables y eventualmente formalizarlos.
Según consigna el texto al que accedió La Opinión de Chiloé, la querella es por la presunta comisión del delito de Falsificación de Instrumento Privado, contenido en el artículo 197 inciso 1° del Código Penal, en relación con el artículo 193 número 1 del mismo cuerpo legal, en contra de quienes resulten responsables en su calidad de autores, cómplices y encubridores. Vale decir, no sólo se indagará al aludido, sino que también a todos aquellos que ayudaron en la comisión del delito o que sabiendo la existencia del título falso, no tomaron las medidas que eran de esperar para una situación de este tipo: la denuncia.
Para la Universidad, «en este caso, existe una persona o grupo de personas que han confeccionado y utilizado un título profesional falso, para desempeñarse en un cargo público, que quizás no es requisito para desempeñarlo, pero que claramente es utilizado para obtener un provecho económico a través de un documento inexistente. Además se irroga una calidad que no tiene, cual es, Licenciado en Comunicación Social, lo que produce un daño a nuestra casa de estudios, en cuanto a nuestra imagen, trayectoria, seriedad y profesionalismo».
La ley es clara. El artículo 14 del Código Penal establece: “Son responsables criminalmente de los delitos: 1.º Los autores. 2.º Los cómplices. 3.º Los encubridores”; el artículo 16 de ese cuerpo legal indica que son cómplices quienes «cooperan a la ejecución del hecho por actos anteriores o simultáneos” mientras que el artículo 17 establece que “son encubridores lo que con conocimiento de la perpetración de un crimen o de un simple delito o de los actos para llevarlo a cabo, sin haber tenido participación en el como autores ni como cómplices intervienen con posterioridad a su ejecución de alguno de los modos siguientes: 1.º aprovechándose por sí mismos o facilitando a los delincuentes medios para que se aprovechen de los efectos del crimen o simple delito (…), 2.º Ocultando o inutilizando el cuerpo, los efectos o instrumentos del crimen o simple delito para impedir su descubrimiento (…)”.
El asunto ahora está en determinar los nombres exactos de quienes sabían y guardaron silencio.
En conversación con La Opinión de Chiloé, el joven se disculpó por lo ocurrido aseverando que el lunes pasado oficializaría su renuncia; sin embargo, ese día finalmente habría presentado una licencia médica dilatando la decisión.
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