Una serie de declaraciones de dirigentes de la pesca artesanal de Quellón sobre lo lenta que ha sido la habilitación definitiva de la cámara hiperbárica en la ciudad puerto ha levantado nuevamente preocupación entre la comunidad toda vez que ésta se encontraría guardada hace más de 3 años en un container a la espera de comenzar a atender pacientes de manera sistemática. No es que el equipo nunca se haya utilizado, ya que en julio de 2014 se informó que partió su marcha blanca con la atención a un paciente afectado por una úlcera en uno de sus pies, pero el cambio del marco regulatorio dejó en stand by las atenciones.
El reclamo no es nuevo ya que en junio de este año el padre de Richard Cárcamo Raimapo (24 años), joven que sufrió los efectos de la descompresión mientras realizaba faenas de costura de mallas loberas para una empresa contratista de la salmonera Los Fiordos en Melinka, realizó un reclamo público por lo complejo que fue trasladar a su hijo hacia Puerto Montt a pesar que en Quellón existe una cámara, pero sin uso.
Hay que recordar que cuando miles de personas se movilizaron al sur de la Isla de Chiloé en mayo 2013 en búsqueda de mejoras en el sistema de salud (tras la muerte de pacientes por negligencias), la Asamblea Social exigió, entre otras cosas, una «cámara hiperbárica con la implementación adecuada de la sala, incluyendo recurso humano capacitado», algo que jamás se concretó al 100%. Aunque durante el Gobierno de Sebastián Piñera se adquirió el equipo y se envió a la ciudad puerto en un container, ésta nunca se habilitó de manera definitiva por la falta de infraestructura, algo que se vio agravado en marzo de 2015 con el cambio de los requerimientos técnicos mínimos para su instalación y mantención.
A ello se suman los costos de mantención de equipo ocioso que se han tenido que desembolsar, ya que a pesar que no se atienden pacientes, igual se tiene que contratar a una empresa especializada para que se ocupe de ello: en junio de 2015 por ejemplo, se le licitó a Deltabyte Ingeniería Ltda. la suma de $2.854.810.- para que haga las mantenciones de algo que no se usa.
Sobre este tema, fuentes al interior del Servicio de Salud señalaron a La Opinión de Chiloé que era efectivo que la norma es más exigente, siendo necesario que la cámara hiperbárica se instale en un recinto exclusivo de material incombustible con resistencia mínima al fuego RF-60; además, el interior debe cumplir con ciertos estándares constructivos y de iluminación, mientras que debe emplazarse de manera independiente al resto de áreas del Hospital.
El Director del Hospital de la ciudad puerto, Carlos Zapata, ya había aclarado anteriormente que aunque el equipamiento está en óptimas condiciones y hay un equipo de profesionales capacitado, se requieren instalaciones adicionales para cumplir con la Resolución Exenta n.°861 del 11.03.2015 del Instituto
de Salud Pública de Chile: «la cámara hiperbárica del Hospital de Quellón está en condiciones técnicas operativas (…) [pero] tiene que contar con una sala, y esta sala requiere ser construida y habilitada de acuerdo a la normativa».
Los recursos para habilitar el equipo se estarían gestionando, aunque aún no existe una respuesta oficial por parte del Servicio de Salud provincial. Dado los plazos, fuentes aseguraron a La Opinión de Chiloé que es poco probable que su habilitación definitiva ocurra dentro de este año porque el proceso licitatorio y los trámites administrativos si es que alguien se adjudica (y termina) las eventuales obras excederán a diciembre de 2016; todo siempre y cuando no ocurra lo mismo que con la licitación que buscaba realizar mejoras para asegurar el correcto desempeño de la Cámara Hiperbárica del Hospital de Quellón durante el Gobierno pasado (octubre de 2013) que resultó ser un fiasco tras detectarse una serie de errores en el proceso.
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