Seguridad pública en Ancud y sus cámaras de vigilancia: ¿porque casi ninguna funciona?

Fotografía: cámara en Arturo Prat con Bellavista no operativa.

ANCUD (La Opinión de Chiloé) — En medio de la ola de robos que han afectado a diversos locales comerciales ubicados en el centro de Ancud, una serie de interrogantes se han instalado en la comunidad respecto al rol de las cámaras de vigilancia que estarían localizadas en algunas de las principales arterias de la ciudad, y que implicaron millonarios desembolsos de dinero.

En este sentido, y según lo consignado al Concejo Municipal por Consuelo Salinas Muñoz, Directora de Seguridad Pública de la Ilustre Municipalidad de Ancud, la red de cámaras existente es prácticamente inservible. En efecto, en un documento del 27 de febrero de 2018 que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, se indica que de las nueve instaladas, sólo tres se encuentran en buen estado (una de ellas al interior del consistorio).

Luego, Salinas Muñoz indicó que el funcionario de Carabineros Bernabé Pincheira Chávez informó que existirían cinco de las cámaras de seguridad cuyo monitoreo estaba a cargo de la Primera Comisaría de Ancud que «se encuentran ya más de 4 años en malas condiciones, pues estas nunca se les efectuó mantención, fueron operadas por telefonistas de carabineros de la Primera Comisaría no siendo capacitadas»; las unidades estaban instaladas en las intersecciones de las calles Libertad-Errázuriz, Goycolea-Pudeto, Pedro Montt-Arturo Prat, Libertad-Dieciocho, Arturo Prat-Bellavista. En cuanto a las cuatro que funcionan en el Municipio, se tienen las que están en Pudeto-Blanco Encalada, en el Frontis del Municipio por Blanco Encalada, Libertad-Ramírez y una al interior del Consistorio.

Hay que mencionar eso sí que Pincheira Chávez lleva meses jubilado, por lo que si la Directora de Seguridad Pública de la Ilustre Municipalidad de Ancud entregó información extemporánea y antigüa este año ¿entonces nadie realizó un catastro del real estado de todas las cámaras en 2018? si la información del Carabinero retirado tiene una antigüedad de casi 1 años (o más), ¿entonces nadie actualiza los datos?, ¿nadie contrasta el estado de la infraestructura pública financiada con dineros públicos? ¿qué hace la Dirección de Seguridad Pública, para qué sirve en términos prácticos? ¿existen informes de gestión donde se cotejen objetivos logrables, medibles y cuantificables con líneas estratégicas de acción que tengan metas claras e indicadores cuantitativos? ¿y todos los que quedaron contratados a fines de 2016, terminaron el Proyecto de Seguridad Comunal?

Mayores antecedentes no proporciona la funcionaria municipal ni Pincheira Chávez (quien desde que se retiró no mantiene comunicación oficial con el consistorio porque ya no está activo), aunque tras revisar algunos antecedentes a los que accedió La Opinión de Chiloé, varias dudas genera tal informe, no sólo por lo tremendamente escueto y sin detalles específicos ¿y lo antigüo de los datos?, sino porque la explicación es rebatible.

Así, basta recordar que tras el brutal asesinato de Alexis Toledo Bustamante el 22 de febrero de 2014, y que fue en plena Plaza de Armas, se develó que las cámaras instaladas en ese sector y en otros (por donde huyeron los homicidas) ya presentaban fallas técnicas y que no existía una relación fluida con la empresa a cargo de su mantención; de hecho, si hubieran estado operativas todas, se hubiera determinado fácilmente quienes fueron los partícipes del crimen sin llegar a un largo periplo que duró años hasta dar con los autores del crimen. En marzo de ese año, y en medio de intensas críticas de la comunidad, el Mayor de Carabineros Carlos Martínez confirmó que se estaba subsanando el problema y que se estaba «tratando» de repararlas, aseverando que «ya mantenemos un gran porcentaje de estas cámaras trabajando en forma normal, las cuales están grabando en forma diaria y son operadas por personal especializado”. Textual.

Vale decir, hace cuatro años se aseveraba a los ancuditanos en medios de comunicación que gran parte de las cámaras estaban plenamente operativas y que incluso, además de estar trabajando para subsanar el problema de toda la red, había personal especializado operándolas. En la respuesta dada este febrero de 2018 (basado en lo que dijo Pincheira Chávez hace meses) sin embargo, aparentemente no había ni personal especializado, y que «ya más de 4 años [están] en malas condiciones».

Ahora bien, lo curioso es que durante el mes de diciembre de 2015, se procedió a la instalación —previo desembolso de varios millones de pesos— de equipos para renovar al menos las de Pedro Montt-Arturo Prat y Arturo Prat-Bellavista, que ya en esa época no estaban operativas por casi dos años, anunciándose que incluso se trataba de cámaras de última generación. Entonces, en realidad en esos dos casos no era efectivo que hoy se cumplieran más de cuatro años sin funcionar, salvo que en ese diciembre alguien no haya sido transparente con la comunidad; es más, Claudio Molina de la Oficina de Seguridad Ciudadana de la municipalidad fue claro en afirmar que «al momento de renovarlas, nosotros nos comprometemos de facto con Carabineros para hacernos cargo de la mantención de las mismas”. Textual.

¿Qué pasa? existe información cruzada que no coincide, declaraciones que se contradicen, y aparentemente, un enorme desorden en la Dirección de Seguridad Pública que dicho sea de paso, fue fuente de una pequeña polémica a comienzos del año pasado cuando se revelaron una serie de contrataciones para la otrora oficina predecesora antes de la salida de la alcaldesa Soledad Moreno Núñez. Por cierto, Claudio Molina fue desvinculado en enero de 2017, y se suponía que estaba a cargo de un Proyecto de Seguridad Comunal, documento que «nadie» conoce; en su momento, el Director de Desarrollo Comunitario (Dideco) de la administración de Gómez, Carlos Vásquez, fue enfático en mencionar que tal proyecto presentaba irregularidades y que se estaba trabajando en un informe: a más de un año de aquello, aquel reporte aún no es público.

Según Alexis Latorre Herrera, Administrador Municipal de Ancud, «una de las primeras medidas tomadas por el alcalde Carlos Gómez fue crear la Dirección de Seguridad Pública que coordina [la] participación de distintos actores civiles y policiales para prevenir delitos». Luego, y tras el informe del estado de las cámaras con información escueta y basada en antecedentes de un funcionario que hoy está retirado, no pareciera que se estén logrando aciertos, ni menos con robos crecientes en pleno centro, a pasos de la mismísima Plaza de Armas. De hecho, los datos «añejos» que se enviaron al Concejo este 2018 exponen que no existe un diagnóstico actualizado de tal red de vigilancia.

En medio de la constatación de cámaras inservibles en las calles de Ancud, el concejal Rodolfo Norambuena pidió que se tome un acuerdo de Concejo Municipal para recomendar al alcalde que se elabore un proyecto para que se reponga la red de vigilancia ante el aumento de hechos delictuales en el sector céntrico, el que fue aprobado.

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