Servicio de Salud Chiloé rindió cuenta pública de gestión, la peor de su historia

Véase también:
Desastre financiero en Salud Chiloé tras $9.500 millones en deuda hospitalaria.
Salud Chiloé: lista de espera sube a 25.608 solicitudes pendientes.

CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Obviando entrar en las desastrosas cifras en cuanto a las listas de espera para especialistas, cirugías y enfermedades AUGE en la Provincia de Chiloé, la sorprendente reducción en las atenciones de la red hospitalaria, la baja estrepitosa en las intervenciones quirúrgicas y alarmantes indicadores de resolutividad, el Servicio de Salud Chiloé rindió de manera virtual una nueva cuenta pública de su gestión, esta vez para 2020, marcada por la pandemia y severos problemas internos en distintas áreas.

Si bien es cierto se mencionó la supuesta existencia de «avances sanitarios», lo cierto es que tal y como ha reportado La Opinión de Chiloé, la llegada de COVID-19 y las restricciones instaladas en la red de salud redundaron en una fuerte caída de las atenciones destinadas a la población, transformando al Servicio de Salud Chiloé en la de peor desempeño (o producción como se dice a nivel sanitario) en toda la región de Los Lagos, siendo superada incluso por otros Servicios de varias regiones del país más populosas.

El encargado de esta nueva cuenta pública fue José Victorino Cárdenas Burce, Director subrogante de dicho servicio que curiosamente fue trasladado desde el Hospital San Carlos de Ancud al que llegó con un escandaloso historial en el Hospital Intercultural de Nueva Imperial, recinto desde donde fue destituido

Así, dentro de los logros en la gestión de 2020, Cárdenas Burce explicó que se supuestamente se ejecutó una inversión por un monto total de $166.957.447.827.-, algo que La Opinión de Chiloé ya había adelantado en una nota sobre la millonaria deuda hospitalaria (ver nota relacionada). Hay que precisar eso sí que tal monto no fue una «inversión», sino que corresponde a los gastos en las diversas partidas de tal organismo estatal.

Ello significó un 13,3% más que el año anterior a pesar que la resolutividad empeoró significativamente y aproximadamente uno de cada dos chilotes dejó de ir a los hospitales o si iba, no era atendido y se le enviaba a su casa.

Entre las acciones que destacó fue la incorporación de 14 médicos y 2 odontólogo en Etapa de Destinación y Formación, reforzando el trabajo de los hospitales y establecimientos de la atención primaria, 2 médicos especialistas que retornaron a cumplir Período Asistencial Obligatorio, más 1 subespecialista, que en su opinión, habría permitido entregar mayor resolutividad a las demandas de la gente en especialidades como: gastroenterología pediátrica, psiquiatría adulto y ginecología.

Durante el 2020 se aseguró que realizaron un total de 135.497 consultas médicas de urgencia tanto en atención primaria como en la red hospitalaria, una enorme caída respecto del año anterior; 110.367 consultas médicas generales en atención primaria y hospitales comunitarios, más 65.519 consultas de especialidad en los hospitales de la red, efectuándose en los Hospitales de Castro, Ancud y Quellón, un total de 2.686 cirugías mayores electivas y 2.569 cirugías mayores de urgencia, más 8.750 intervenciones quirúrgicas mayores y menores.

En cuanto a las consultas de especialidades odontológicas se realizaron 10.292, mientras que en la atención primaria y hospitales comunitarios se llevaron a cabo un total de 45.704 atenciones, a lo anterior se suma la realización de exámenes y procedimientos en laboratorio de hospitales 1.047.338, mientras que en la atención primaria de salud se realizaron un total de 334.327.

Respecto a los exámenes de imagenología se contabilizó un total de 77.141, sumado a los procedimientos de gastroenterología con 5.477 y 11.101 exámenes de anatomía patológica.

También se atendió 1.785 partos de los cuales un total de 861 fueron vía cesárea, y de éstas 601 fueron de urgencia y 260 electivas, terminando el año con un total de 11.097 egresos hospitalarios.

Tras este detalle, cabe mencionar que en la cuenta pública se omitió mencionar que las atenciones en los tres centros de referencia disponibles en la isla Grande (Ancud, Castro y Quellón) cayeron extrepitosamente en 2020, por lo que no es efectivo que haya existido alguna eventual mejora en la resolutividad. En efecto, durante el último año las atenciones de especialistas cayeron un 43,54% ya que si en 2019 se atendieron a 100.032 personas en la red, en 2020 se llegó a 56.483 pacientes de acuerdo al Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud.

En cuanto a la tasa de ocupación de quirófanos, documentos presentados por la Subsecretaría de Redes Asistenciales en el Congreso indican que ésta llegó a un 65,56% en promedio durante el 2020, lo que indicaría que casi 4 de cada 10 cirugías simplemente no se planificó o no se hizo.

Sobre al nivel de ocupación de camas (cualquiera sea el requerimiento), en 2020 se llegó a un promedio de 61,52%, vale decir, que casi 4 de cada 10 camas en los hospitales estuvieron vacías durante el año.

Esa brusca caída no fue suplida necesariamente con las atenciones atribuidas al COVID-19, ya que estas fueron significativamente inferiores a las 43.549 de personas (estimadas) que dejaron de recibir la atención de un especialista (por ejemplo). Y eso sin contar las 25.608 solicitudes en las listas de espera de la provincia, una de las peores de la historia.

Ni hablar de las atenciones de urgencia en todos los recintos de la provincia, ya que éstas se redujeron en un impresionante 64,7% con 124.757 prestaciones versus las 205.462 del año anterior según el DEIS. Vale decir, por largas horas gran parte de la infraestructura hospitalaria en Chiloé estuvo vacía, sin pacientes.

En cuanto al trabajo circunscrito al avance del SARS-CoV-2, se indicó que la red asistencial debió reconvertir camas, y reorganizar el recurso humano dentro de los establecimientos de salud para dar cobertura a las necesidades tanto de apoyo en el testeo, trazabilidad y en las atenciones, que durante el 2020 registró 132 pacientes internados COVID-19 en la red hospitalaria.

A través del financiamiento del Gobierno Regional de Los Lagos, del Ministerio de Salud y de los aportes de privados se invirtieron más de 376 millones, con lo que se concretó la adquisición de equipos y equipamiento como ventiladores, máquinas de anestesia, ventilador de trasporte, entre otros equipos e insumos.

Como red asistencial se informaron durante el 2020 un total de 72.093 exámenes PCR realizados en nuestros recintos, a lo que se sumó la contratación de Recurso Humano en el marco de la pandemia por Covid-19 que, en el periodo de marzo a diciembre, incorporó a 405 funcionarios invirtiéndose un total de $ 2.876.153.775.-

Por otro lado, se detallaron nuevamente las inversiones de grandes obras que se están realizando en Chiloé, incluyendo los nuevos Hospitales de Ancud y Quellón, además de los nuevos SAR y postas rurales, entre otros.

El año pasado fue bastante movido en el organismo encargado de la red asistencial chilota, dado que a la salida del Licenciado en matemáticas y computación Germán Echeverría Prieto, quien llegó por Alta Dirección Pública y que alcanzó a estar sólo un par de meses con mediocres resultados, llegó Erik Roberto Poblete Torres, quien meses después salió de ese cargo en medio de los peores indicadores de gestión financiero-administrativa y de resolutividad de la historia del Servicio, el mismo quien aseguró en una entrevista pública que tenía experiencia en salud, aunque en su currículum aparecía que trabajó en una empresa de golosinas y en una multitienda de ropa.

Parte de la cuenta pública de 2020 entregada por José Victorino Cárdenas Burce corresponde a la época en que el Servicio de Salud Chiloé era gestionado por Poblete Torres.

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