WASHINGTON (La Opinión de Chiloé/Agencias) — Durante este viernes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva donde impone nuevas sanciones financieras a Venezuela, aumentando levemente la presión sobre el gobierno del presidente Nicolás Maduro, quien ha ido instalando políticas sostenidamente cada vez más represivas.
Así, la Casa Blanca prohibió «negociaciones en deuda nueva y capital emitidas por el Gobierno de Venezuela y su compañía petrolera estatal» incluyendo «negociaciones con ciertos bonos existentes del sector público venezolano, así como pagos de dividendos al Gobierno de Venezuela».
El gobierno de Trump se abstuvo, sin embargo, de prohibir las importaciones de petróleo crudo venezolano a las refinerías estadounidenses, cediendo eventualmente al lobby de las petroleras norteamericanas quienes han argumentando que tal paso aumentaría los precios del combustible, reduciría los márgenes de ganancia y potencialmente costaría empleos a lo largo de la costa del Golfo.
La medida tomada por Washington no necesariamente traería problemas al gobierno de Maduro de inmediato, aunque si podría representar un fuerte golpe a las arcas fiscales venezolanas el próximo año, dada la necesidad continua de recaudar dinero para cubrir los intereses sobre sus onerosas deudas mientras pagan por las importaciones de alimentos.
El documento indica que «para mitigar el daño al pueblo estadounidense y venezolano, el Departamento del Tesoro emitirá licencias generales que permiten transacciones que de otra manera estarían prohibidas por la orden ejecutiva». Tales licencias tendrán «disposiciones con un periodo de transición de 30 días, la financiación de la mayoría del comercio, incluyendo las exportaciones e importaciones de petróleo, transacciones que solo involucran a Citgo, las negociaciones de cierta deuda venezolana existente y la financiación de bienes humanitarios».
«Estas medidas están cuidadosamente calibradas para negar a la dictadura de Maduro fuentes de financiamiento crítica para mantener su gobierno ilegítimo, proteger el sistema financiero de Estados Unidos de complicidad en la corrupción de Venezuela y en el empobrecimiento del pueblo venezolano, permitiendo y permitir la asistencia humanitaria», explica el comunicado.
El asesor de seguridad nacional H.R. McMaster, desde la Casa Blanca, dijo este viernes que no se anticipan acciones militares en un futuro cercano, agregando que «esta orden demuestra más claramente que nunca, que Estados Unidos no permitirá que una dictadura ilegítima se mantenga a expensas de su pueblo (…) A través de la fuerte acción del presidente, Estados Unidos se centrará en los medios que la dictadura usa para enriquecer a los patícipes del régimen corrupto y perpetuar este comportamiento represivo».
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