REPORTAJE DE INVESTIGACIÓN (La Opinión de Chiloé) — El jueves 16 de octubre de 2014, el Ministerio de Obras Públicas informó que recibió, conforme a las bases, el contrato definitivo de financiamiento para el proyecto Puente Chacao suscrito por un importante banco nacional y el Consorcio que ganó la licitación de levantar el viaducto, documento que fue derivado a la Fiscalía del MOP.
La noticia fue de carácter público, apareciendo en diversos medios de prensa nacionales e internacionales, gracias en parte a un comunicado del Banco Santander. El contrato al que se alude fue fruto de intensas negociaciones entre dos de las firmas de abogados más importantes del país, Carey por el Consorcio Puente Chacao y Morales & Besa por el Banco Santander-Chile, que se suscribió mediante escritura pública ante el Notario Público de Santiago, Eduardo Avello Concha, el 15 de octubre.
A casi tres años de celebrado ese contrato, y con los problemas de OAS, es de público conocimiento que el proyecto ha recibido préstamos provenientes de Hyundai por más de 42 millones de dólares. ¿Qué pasó entonces con el anuncio del Banco Santander que incluso fue consignado a sus accionistas en su Memoria Anual 2014? La Opinión de Chiloé procedió a indagar en este tema como parte de una serie de reportajes en preparación vinculados a hechos poco conocidos por la opinión pública que están ocurriendo al interior del Consorcio Puente Chacao.
La línea de crédito
Sin perjuicio de la obligación de los accionistas de proveer financiamiento en proporción a su participación accionaria, la línea de crédito bancaria se firmó por $90.751.000.000.- (noventa mil setecientos cincuenta y un millones de pesos). Tras el acuerdo, el banco emitió un comunicado indicando que la entidad otorgó un crédito corporativo con línea rotativa a seis años plazo, mientras que el responsable de Financing Solutions & Advisory de Santander GBM, Pablo Urgoiti, declaró: «es un orgullo participar y apoyar el plan de obras públicas y concesiones que está implementando el país, donde el Puente de Chacao constituye sin duda una obra emblemática».
¿Qué significaba que sea rotativa? Simplemente que el consorcio tendría a disposición aproximadamente 150 millones de dólares por los próximos 6 años, que se iría saldando en virtud del cumplimiento del calendario de pagos proveniente del contrato suscrito con el Estado de Chile, por lo que problemas de financiamiento estaban descartados. En términos simples, era como el cupo de una tarjeta de crédito.
El Contrato de Línea de Crédito establecía una serie de condiciones, destacando la Cláusula 7(i) que en parte señalaba como causal de incumplimiento del mismo «cualquier procedimiento por o contra del deudor, Hyundai E&C u OAS, ya sea en Chile como en el extranjero, tendiente a su disolución, liquidación, reorganización, concurso o convenio, respecto de sí o de sus bienes de acuerdo con cualquier ley de quiebra o insolvencia (…)».
Los problemas de OAS
En el año 2014, la policía federal y las autoridades judiciales brasileñas adoptaron una serie de medidas en contra de OAS como parte de la investigación por su presunta participación en hechos de corrupción y lavado de dinero que conmocionaron a ese país, y que salpicó a varios proyectos de esta empresa en el mundo. Tras ello, la situación financiera de OAS comenzó a deteriorarse rápidamente, agravado por un bloqueo de la banca al acceso a todo tipo de créditos y a vencimientos inminentes en la mayor parte de su deuda.
El 31 de marzo de 2015, y en vista de la situación financiera desfavorable en que se encontraba, ingresó una solicitud de recuperación judicial (La Opinión de Chiloé lo verificó con el n.º1030812-77.2015.8.26.0100) que se dedujo a procesamiento un día después nombrándose como administrador judicial (artículo 52, I, y artículo 64) a Alvarez & Marsal Consultoria Empresarial do Brasil.
La misiva de Santander al Consorcio Puente Chacao
El inicio del procesamiento ocurrido el 1 de abril de 2015 fue suficiente como para que el Banco Sandander decidiera rescindir el contrato de financiamiento para el Puente.
En efecto, de acuerdo a una carta enviada por la institución financiera al Consorcio Puente Chacao fechada el 13 de abril de 2015 a la que tuvo acceso La Opinión de Chiloé, se procedió a informar que la solicitud de reorganización judicial presentada por OAS constituía un incumplimiento conforme al Contrato de Línea de Crédito suscrito, por lo que de inmediato paralizó el apoyo crediticio para financiar el diseño y la construcción del viaducto.
Tras exponer in extenso la claúsula 7(i) en el punto 5 de esa carta, en el punto 6 se señala:
«Por lo tanto, dados los eventos públicos y notorios informados por OAS a las autoridades reguladoras brasileñas y la decisión del juez, existe un elemento objetivo que actualmente consideramos como un incumplimiento de una de las condiciones precedentes para realizar un desembolso contra la línea de crédito, debido al hecho que OAS ha reconocido por escrito, a través del citado procedimiento, su propósito de acceder a una reorganización conforme a la Ley de Quiebras».
Este hecho, de enorme importancia, no fue de público conocimiento para la opinión pública y se trató con relativo sigilo porque representó, y representa hoy, un duro golpe a la estructura de financiamiento para la concreción de las obras. Aunque no ha sido reconocido aún, la decisión del banco obligó a medidas de contingencia como la de optar a un préstamo entregado por Hyundai, uno de los accionistas del Consorcio, bajo la condición de ser pagada aparentemente a fines de 2016. A nivel de las autoridades, nadie se ha querido referir a lo decidido por Santander-Chile y la caída del contrato de financiamiento para el proyecto Puente Chacao que, conforme a las bases, se entregó al MOP el 16 de octubre de 2014.
Con fecha 14 de abril de 2015 en tanto, OAS informó a Hyundai que había solicitado la reorganización judicial y que su solicitud había sido aceptada por el tribunal de quiebras brasileño, agregando lo complejo que sería cumplir con sus obligaciones financieras al interior del Consorcio. El 19 de junio de 2015 se presentó un plan de recuperación y luego de una serie de negociaciones, la mayoría de los accionistas lo aprobó el 17 de diciembre de ese año y fue homologado en una sentencia del 27 de enero de 2016 que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé.
Luego de tal comunicación, la multinacional coreana decidió asumir completamente las operaciones inyectando recursos propios bajo una virtual promesa de la brasileña de salir completamente del Proyecto. Se estima que fueron casi $28.000.000.000.- (veintiocho mil millones de pesos) a una tasa LIBOR a seis meses más un 4%, con lo que se solucionó momentáneamente la decisión del Banco Santander-Chile de no prestar dinero.
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