Deudas ahogan a ABA Ancud luego que jugador ganara millonaria demanda

Fotografía: Karina Muñoz.
Véase también:
ABA Ancud sumido en el escándalo: jugador demanda y exige el pago de $32 millones.

ANCUD (La Opinión de Chiloé) — Un escenario financiero enormemente complejo está viviendo por estos días el Club Deportivo ABA Ancud luego que el jugador Peyo Sandoval ganara una millonaria demanda en contra de la institución, y por la cuál esta debe pagarle cerca de 40 millones de pesos.

Tal y como develó La Opinión de Chiloé en octubre del año pasado, Pedro Emilio Sandoval Márquez interpuso una demanda en procedimiento ordinario por despido indirecto, nulidad del mismo, cobro de indemnización, otras prestaciones y de cotizaciones previsionales, acusando una serie de vulneraciones a sus derechos laborales los que fueron acogidos parcialmente por la justicia.

Todo el conflicto —que es de larga data— no sólo incluiría al jugador en comento, sino que al resto de la plantilla por una serie de manejos del club que terminaron en una crisis de proporciones a mediados del 2016. Tras la renovación de la directiva, se tomaron algunas medidas, entre ellas, la regularización de contratos de trabajo y pagos.

Sandoval explicó que el 1 de septiembre de 2014 fue contratado por ABA Ancud para integrarse al equipo adulto de básquetbol como jugador profesional en todas las competencias que participe el club, acordando con Arturo Viveros un sueldo de $1.100.000.- sin contrato de trabajo, el que era pagado en mano y con cheque; posteriormente reconoce que antes de cumplir cuatro años en la institución, firmó contrato con Francisco Arrey, quien era el representante del club.

En la cláusula segunda de tal documento se reconoció que comenzó a prestar sus servicios como jugador profesional con fecha 1 de septiembre de 2014, y que la duración era de carácter indefinido con una remuneración mensual bruta $1.735.000.- (sueldo base de $598.125.-, gratificación legal de $106.875.-, bono colación de $515.000.- y bono movilización de $515.000.-).

Luego, el 28 de agosto del 2019, Sandoval decidió poner término a su contrato de trabajo por despido indirecto, mecanismo contemplado en el artículo 171 del Código del Trabajo, indicando que «su empleador incurrió en graves incumplimientos al contrato de trabajo».

El primer argumento fue que ABA Ancud no pagó como correspondía las cotizaciones previsionales a la AFP, tampoco las cotizaciones de seguro de cesantía, ni menos las cotizaciones de salud en Fonasa. En particular, dice que a la fecha en que puso fin a su contrato de trabajo, el club no se encontraba al día en el pago a pesar de que ellas fueron descontadas de las liquidaciones de sueldo, imposiciones que tampoco fueron declaradas; tal irregularidad habría ocurrido en meses fragmentados de los años 2016, 2017, 2018 y 2019.

En juicio, se comprobó que desde mayo de 2016 a septiembre de 2017 y noviembre de 2018, las cotizaciones no fueron declaradas ni menos pagadas y las de octubre y diciembre de 2018 y enero de 2019 fueron declaradas pero no enteradas. ABA Ancud ya había reconocido varias lagunas en sus cotizaciones (22 meses).

Por otro lado, el deportista decía que se le adeudaban numerosas remuneraciones mensuales, y que incluso habría llegado a un acuerdo verbal con la demandada para que al menos algunos de los meses pendientes se paguen en cuotas, de las que sólo alcanzó a recibir algunas antes que decidiera autodespedirse.

ABA Ancud reconoció la deuda. Además, en estrados, el representante legal reveló que no sólo para Saldoval existían tales problemas, sino que para todo el plantel. Así lo expresó la magistrado en la sentencia donde dice que el dirigente llegó a «reconocer estos incumplimientos no solo respecto del demandante sino que del resto de los jugadores».

Acá es importante precisar que La Opinión de Chiloé revisó si hay o no antecedentes en la Dirección del Trabajo respecto a fiscalizaciones periódicas, las que serían casi inexistentes a pesar de la flagrante vulneración de derechos laborales que han afectado al plantel por años.

En opinión del jugador, debido a esta seguidilla de incumplimientos graves al contrato de parte del club, el 28 de agosto del 2019 decidió realizar su autodespido, o despido indirecto, conforme al Código del ramo, enviando carta certificada a su empleador con copia a la Inspección del Trabajo. Se citó a las partes a audiencia de conciliación el día 10 de septiembre del 2019 a las 10.00 horas donde no concurrió nadie del club.

Durante el juicio, la juez evaluó si existió algún incumplimiento tan grave que autorice al trabajador para poner término a su contrato de trabajo, indicando que «la respuesta a la pregunta formulada fluye en términos positivos».

Aseguró que «el hecho de no pagar cotizaciones de seguridad social habiéndolas descontado, implica incumplimiento grave que priva al trabajador de recibir su remuneración íntegra y además de marginarlo de una adecuada protección social afectando el monto de su futura pensión (…). En el mismo sentido se responde respecto del no pago de las remuneraciones, es decir, resulta un incumplimiento grave».

«Conforme el concepto que entrega el artículo 7 del texto laboral, el pago de una remuneración determinada es una obligación esencial que asume el empleador, de forma que su no cumplimiento también adquiere relevancia para los fines que se analizan. Apoyan esta postura los artículos 41, 54, 54 bis y 55 del mismo compendio», explica la juez.

Añade que «como se ha determinado previamente, la omisión del empleador de enterar las cotizaciones previsionales y las remuneraciones, constituye un incumplimiento de las obligaciones que le impone el contrato de trabajo, configurándose la causal prevista en el art culo 160 n.°7 del Código Laboral».

Concluye entonces la magistrado que «así las cosas, su decisión de poner término al contrato de trabajo está ajustada a derecho y hace procedente el pago de las indemnizaciones que exige». Esto, no sólo implica que el jugador ganó el juicio, sino que sienta jurisprudencia para el resto del equipo que podría autodespedirse y exigir lo que se les adeuda en sede judicial.

En consecuencia, se acogió la demanda interpuesta por Pedro Sandoval Márquez en contra del club deportivo ABA Ancud y se declaró que el despido indirecto del actor es justificado, condenándose a la demandada a pagar las siguientes indemnizaciones:

  • La suma de $1.735.000, por concepto de indemnización sustitutiva del aviso previo.
  • La suma de $8.675.000, por concepto de indemnización por cinco (5) años de servicios, según lo prescrito en los artículos 163 y 171 del Estatuto Laboral.
  • La suma de $4.337.500, equivalente al cincuenta por ciento de la indemnización por a os de servicios se alada en la letra anterior, atendido lo dispuesto en el artículo 171 del citado Código.

También se acogió la demanda respecto a la nulidad del despido —devenido en indirecto— y, por consiguiente, se condena a la demandada a pagar las remuneraciones y demás prestaciones consignadas en el contrato de trabajo durante el periodo comprendido entre la fecha del despido (28 de agosto de 2019) y la de su convalidación.

Se condenó también al club al pago de $8.019.765.- por remuneraciones impagas, suma a la que debe descontarse $1.600.000 (abono remuneración mes de junio de 2019), resultando el total de $6.419.765.

Finalmente, ABA Ancud deberá enterar en las instituciones previsionales en que se encuentre afiliado el deportista todas las cotizaciones previsionales y de seguridad social que están impagas, según liquidación que deberán efectuar dichas instituciones.

Acá hay que precisar que La Opinión de Chiloé confirmó en el Juzgado de Letras y Trabajo de Ancud que la sentencia se encuentra ejecutoriada, vale decir, no existe posibilidad de un supuesto avenimiento como declaró en un medio provincial el Presidente de ABA Ancud, Francisco Arrey.

Vale decir, el club debe pagar, o sea, es imposible un arreglo o algo que se le parezca respecto a esta acción judicial terminada. Lo único que queda ahora es definir el monto exacto y la forma.

Sobre los problemas financieros que aquejan al club, Sandoval publicó por redes sociales durante este lunes que «me he mantenido en silencio durante un año, que fue la última vez que hablé de este tema, he seguido las vías idóneas que corresponden respecto a un tema laboral, que no dice relación con el cariño y amor que le tengo a la ciudad, a su gente y al Club».

«Pero estoy cansado que se manipule la información y se utilice mi nombre para decir que de mi depende la permanencia del Club en la Liga Nacional de Basquet. Si el Club ABA Ancud está en esta situación es por la irresponsabilidad y la mala administración de quienes estuvieron y están», dijo.

Agregó que «y no soy sólo yo, son muchos jugadores nacionales y extranjeros que pasan por lo mismo. La única diferencia, que yo estuve 8 años y tuve la asesoría legal que correspondía y espero todos puedan tenerla para que el basquet de una vez por todas lo administre gente que conozca el medio y respete a todos quienes forman y hacen posible esta hermosa disciplina, desde el utilero, kines, pf, entrenadores, la gente que trabaja en los gimnasios, jugadores, etc.».

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