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Castro: cierran caso de hallazgo de droga en 4°C del Galvarino Riveros; era marihuana.
CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Relativa sorpresa causó a transeúntes de calle Freire en la comuna de Castro la detención durante este jueves de un adolescente, quien habría estado comercializando sustancias ilícitas a otros menores en tal lugar.
De acuerdo a antecedentes a los que accedió La Opinión de Chiloé, los hechos se remiten a aproximadamente las 13.30 horas de ese día cuando personal de Carabineros de la Segunda Comisaría realizaba patrullajes rutinarios en la arteria en comento. En ese contexto, se habría sorprendido al imputado identificado con las iniciales B.J.C.V. (18 años) cometiendo el ilícito con marihuana a las afueras del Liceo Politécnico de Castro.
Fuentes policiales confirmaron que en tal marco, se detuvo al joven por infringir el artículo 4 de la Ley n.°20.000. El caso, que pareciera ser rutinario, en realidad no lo es toda vez que la persecusión penal tiene un agravante ya discutido en diversos juzgados del país, y que generalmente implican rudas sanciones para el sujeto de prosperar la causa penal.
El adolescente fue formalizado durante la mañana de este viernes como presunto autor en grado de consumado del delito de tráfico de pequeñas cantidades quedando con la medida cautelar de firma mensual y arraigo nacional. Se estableció que la investigación tendrá un plazo de 90 días.
El aludido ya registraba una detención anterior luego que personal del OS7 de Carabineros lo sorprendiera con otros dos menores portando marihuana en el Mirador Gamboa. El año pasado se procedió a multarlos con 1 UTM a cada uno, aunque se suspendió la imposición de la pena por el plazo de seis meses.
Hay que recordar que para la normativa vigente, el uso y consumo personal exclusivo y próximo en el tiempo de marihuana en recintos privados, ejecutados sin concierto con otras personas, no es ilegal, pero la legislación sí sanciona a aquellos que lo hacen en lugares públicos o abiertos al público según expresa el artículo 50 de la Ley n.°20.000, tales como calles, caminos, plazas, teatros, cines, hoteles, cafés, restaurantes, bares, estadios, centros de baile o de música, o en establecimientos educacionales o de capacitación. Lo mismo aplica para quienes la tengan o porten en los mismos lugares señalados.
En cuanto al delito de tráfico de pequeñas cantidades, lo que pasó con este adolescente es relativamente complejo dado que la normativa detalla un agravante en el artículo 19 letra f), según el cual la penalidad de los delitos de la Ley 20.000 suben un grado si el ilícito se cometió en las inmediaciones o en el interior de un establecimiento de enseñanza o en sitios a los que los escolares, acuden a realizar actividades educativas, deportivas o sociales.
Vale decir, de prosperar la causa, el joven podría arriesgar una severa sanción tal como ya se mencionó. En efecto, comúnmente los imputados por microtráfico reciben penas de presidio menor en sus grados medio a máximo, o sea, de 541 días a 5 años de reclusión que generalmente terminan en penas remitidas o remisiones condicionales, pero el sólo hecho de perpetrar este ilícito al interior o en las inmediaciones de un establecimiento educacional, ya implicaría una agravante por lo que la pena que arriesga el imputado de marras partiría desde los tres años de presidio.
A lo anterior se debe considerar fuertes multas que van desde las 10 a las 40 UTM, o sea, desde los $492.290.- a $1.969.160.-
Será el Ministerio Público de Castro el encargado de determinar si aplica la agravante en comento, y más cuando el estudiante cumplió la mayoría de edad recientemente.
Esta no es la primera vez que las policías han concurrido a liceos de la provincia a indagar (y hasta a detener a estudiantes) por casos de hallazgo de marihuana. Basta recordar que en abril pasado se encontró marihuana al interior de una sala del Liceo Galvarino Riveros Cárdenas, iniciándose una investigación que terminó en nada al no poderse determinar quién la ingresó (ver nota relacionada).
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