
ANCUD (La Opinión de Chiloé) — Una insólita situación que demostraría el precario sistema de notificaciones para pacientes con COVID-19 que además enfrentan enfermedades catastróficas vivió una familia ancuditana durante la tarde de este viernes, todo tras recibir el aviso por parte de un funcionario de la Autoridad Sanitaria informándoles que una pariente recién fallecida era PCR positivo.
De acuerdo a información preliminar recopilada por La Opinión de Chiloé, la paciente era una mujer de 54 años de edad cuya defunción fue constatada en su casa habitación alrededor de las 16.00 horas de este jueves, tras una dura batalla contra un cáncer pulmonar estadio IV con metástasis.
En el certificado médico de defunción que se le entregó a la familia y que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé se explica que la causa inmediata de muerte, que se refiere a la enfermedad o condición que produjo directamente el fallecimiento, fue una insuficiencia respiratoria aguda; en cuanto a la causa originaria, o sea, enfermedades, lesiones, tipos de accidentes u otro que haya ocasionado la causa inmediata, se menciona la presencia de un cáncer pulmonar estadio IV con metástasis ósea; mientras que como segunda causa originaria, apartado disponible para otros motivos de este tipo, se menciona la existencia de un tromboembolismo pulmonar.
Cabe mencionar que más allá de la delicada situación de salud de esta mujer, el tromboembolismo pulmonar es un tipo de complicación que puede ocurrir hasta en 1 de cada 5 pacientes con COVID-19 hospitalizado, y la literatura científica es consistente con reafirmar una alta prevalencia en pacientes con PCR positivo, y la vecina de Chacao tuvo uno.
Luego de la constatación de esta defunción, los familiares iniciaron los preparativos para sus exequias con un velatorio en un recinto funerario, sin embargo, alrededor de las 18.00 horas de este viernes recibieron un llamado indicándoseles que la fallecida había dado positivo al examen detector de coronavirus.
En el registro del test se indica que el hisopado nasofaringeo se le habría tomado por personal del Hospital San Carlos de Ancud alrededor de las 01.11 horas de la madrugada del jueves, mientras que el resultado estuvo disponible un día después a las 14.52 horas, a casi 20 horas de la muerte.
A pesar que el nosocomio en comento tiene habilitado un laboratorio para el análisis de PCR, en su caso la muestra se envió al Hospital Dr. Augusto Riffart de Castro, dilatando la pesquisa.
Fue la propia familia quien decidió exponer esta situación indicando: «lamentamos comunicar una situación insólita y que viene a sumarse a nuestro dolor como familia por la partida de nuestra madre, hija, hermana y tía (…). Ayer, en el certificado de defunción se estipulaba que había fallecido de: “Insuficiencia Respiratoria Aguda” debido a su cáncer pulmonar fase 4, por lo que se dispuso de un velatorio hasta el día de mañana sábado (…)».
«Sin embargo, hoy (viernes), nos notificaron a las 18.00 horas —telefónicamente— de parte del Servicio de Salud que tendría COVID-19», agregaron.
«Trasparentamos está situación, para que las personas que han venido a acompañarnos puedan tomar los resguardos preventivos necesarios y las restantes se abstengan de venir a acompañarnos hoy y mañana en sus funerales. Agradecidos de tanto apoyo y contención de nuestra comunidad, familiares y amigos».
Por lo tanto, esta paciente se transformó en la víctima confirmada número 63 de la pandemia con registro de PCR positivo (aplica criterio U07.1 CIE-19) de Ancud, instalando de lleno a esta comuna como la que posee la segunda tasa más alta de mortalidad observada por COVID-19 dentro de la Provincia de Chiloé con 148,38 defunciones por cada 100.000 habitantes.
Superó, en consecuencia, a Chonchi que se mantiene en 143,63 defunciones por cada 100.000 habitantes. Queilen sigue teniendo el índice de muertes observadas más alto de todo Chiloé con 162,36 cada 100.000 habitantes, con 9 fallecidos según el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud (es una comuna pequeña), aunque desde el Hospital Comunitario de esa ciudad sólo reconocen a 6.
Fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé indicaron que la razón por la que Queilen no cuenta a todos es que omite, por causa no precisada, a 3 personas que murieron en sus domicilios (el 22 de marzo, el 21 de abril y el 13 de mayo, todos este año).
Volviendo a lo que pasó en Ancud, esta no es la primera vez que se transparenta este tipo de incidentes con respecto a las notificaciones de exámenes PCR a personas ya fallecidas en Chiloé; basta recordar lo que pasó el lunes 25 de enero de 2021 cuando se reportó la que era hasta ese momento la tercera víctima de la pandemia de Quemchi, una adulta mayor de 80 años de edad que estaba internada en el Hospital San Carlos de Ancud con severas complicaciones respiratorias (ver nota relacionada).
En su caso, y por causas que nunca fueron precisadas, también se entregó un PCR tardío en pleno velorio, aunque en aquella ocasión fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé indicaron había arribado al lugar un representante de la Autoridad Sanitaria a notificar que la otrora paciente tenía un PCR positivo, y que por tal razón debían acelerarse los funerales, siendo sepultada rápidamente. Aparentemente había ocurrido un «olvido» en el Hospital de Ancud.
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