Véase también:
Ancud: parte juicio a pederastas descubiertos tras embarazo de niña de 12 años.
Ancud: desechan intento de culpar a niña de 12 años tras ser violada y tener un bebé.
En un fallo unánime leído este miércoles 31 de agosto en el Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Castro, los magistrados Loreto Yáñez, Claudio Ayala y Angélica Monsalve condenaron a los pederastas Marcelo Alejandro Gueicha Muñoz y Juan Andrés Villarroel Vargas a penas de cárcel por haber violado a una niña de 12 años en el sector de Caipulli, Ancud. Para el caso del primero, se le impuso una pena de 5 años y un día, mientras que el segundo sujeto, deberá cumplir 4 años de presidio efectivo.
Según antecedentes consignados por La Opinión de Chiloé, los ataques sexuales ocurrieron entre el 11 y 12 febrero de 2013 cuando la víctima, junto a otras menores, llegaron a la casa de un familiar de una de ellas ubicada en el sector rural de Caipulli luego de fugarse desde el Hogar Laurita Vicuña de Ancud, centro que atiende a niñas con discapacidad intelectual y abandonadas. En ese lugar, los dos sujetos asintieron realizar una “fiesta” con el objetivo de embriagar a las niñas; tras ello, violaron a la víctima según se desprende del propio testimonio de quienes la acompañaban, y que sólo se atrevieron a revelar lo ocurrido cuando la menor no pudo evitar esconder su embarazo.
El tribunal aplicó además a Gueicha Muñoz las penas accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para cargos y oficios públicos y derechos políticos; y de inhabilitación absoluta perpetua para profesiones titulares mientras dure la condena. A Villarroel Vargas en tanto, las penas accesorias legales de inhabilitación absoluta perpetua para derechos políticos y la de inhabilitación absoluta para cargos y oficios públicos durante el tiempo de la condena. A ambos violadores de menores se les procederá a tomar muestras biológicas para determinar sus respectivas huellas genéticas e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
Dentro del juicio, la defensa de Juan Andrés Villarroel Vargas, sindicó a la menor como virtual responsable de lo que le pasó justificándose al declarar que no sabía que estaba violando a una niña de 12 años, algo que el tribunal desechó; en efecto, la defensora Vanessa Pérez señaló en una de las jornadas que “nadie las obligó a beber, todo fue voluntario y quería tener relaciones con mi representado”. La menor resultó embarazada producto del ultraje, y una prueba de ADN acreditó que este sujeto era el padre.
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