ANCUD (La Opinión de Chiloé) — Días complejos se viven al interior de las dependencias de la Policía de Investigaciones (PDI) de Ancud luego de una serie de presuntas situaciones irregulares que involucrarían a funcionarios de una de las unidades clave para la lucha contra el tráfico de pequeñas cantidades de drogas y estupefacientes en al menos cuatro comunas de la Provincia de Chiloé, y que la tienen al borde de la disolución.
De acuerdo a información reservada a la que accedió La Opinión de Chiloé, durante el último tiempo se han iniciado diversas investigaciones internas por situaciones dudosas y posiblemente anormales de las que habrían sido protagonistas funcionarios adscritos a la Unidad de Microtráfico Cero (MT0), dependiente de la Brigada de Investigación Criminal (BICRIM) de Ancud, y que podrían traducirse en su inminente cierre.
Para contextualizar. Como parte de sus operaciones, y dentro de sus procesos normales de trabajo, la PDI viene desarrollando distintas acciones en contra del microtráfico, sin embargo, a partir del año 2013 se estimó necesario estudiar y sistematizar procesos investigativos específicos para este tipo de ilícitos, instalando un proceso operativo focalizado que se denominó Microtráfico Cero (MT0) desde 2015.
Luego, se comenzaron a crear equipos exclusivos a nivel país, que a la fecha suman 98 grupos, uno de los cuales se encuentra en la comuna de Ancud. Este programa, en términos simples, busca desincentivar y reducir el microtráfico en los barrios de las comunas donde exista esta unidad.
Sin perjuicio de otras actividades, el trabajo que generalmente realizan estos detectives se dirige a poblaciones vulnerables, centrándose en la base de la pirámide del delito, con énfasis en la recuperación de los espacios teniendo como objetivo el desbaratamiento del tráfico de drogas y estupefacientes en pequeñas cantidades mediante un proceso de inteligencia policial y acciones altamente especializadas para reducir puntos de venta considerados prioritarios.
Es un programa de alta movilidad territorial compuesta generalmente por cuatro personas especializadas, quienes hacen intervenciones locales priorizando aquellos barrios con mayor prevalencia de comercialización de sustancias ilícitas o en función de la propia experiencia criminalística de los detectives. Para 2021, se estima que redujo en un 44% los puntos de venta según evaluación de la Dirección de Presupuestos (Dipres).
Así, y hasta hace algún tiempo, la Unidad MT0 de Ancud estaba conformada por tres varones y una mujer quienes lideraban diversos procedimientos policiales en puntos de venta monitoreados, muchos de los cuales eran sujeto de seguimiento policial permanente.
Sin embargo, durante el último tiempo una serie de irregularidades y/o situaciones de posibles delitos y/o faltas protagonizadas por algunos de sus integrantes han redundado en una tácita desarticulación de este equipo, poniendo en serio riesgo su continuidad en la zona.
Fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé aseguraron la existencia de varios antecedentes que indicarían que este equipo ya no estaría operativo en la PDI de Ancud, y que habría una severa falta de interés por gestionar reemplazos, sumándose a una nula gestión para mantener su funcionamiento en el norte de Chiloé de entes tales como el denominado Consejo Comunal de Seguridad Pública o la Dirección de Seguridad Pública Comunal, esta última dependiente de la I. Municipalidad de Ancud, y que en realidad tienen muy poca influencia (o prácticamente ninguna), sin que se sepa hasta ahora en detalle las labores del personal municipal contratado (con informes de gestión pormenorizados).
La situación es extremadamente delicada, ya que de confirmarse que la disolución de esta unidad está en marcha, podrían verse afectadas las comunas de Ancud, Quemchi, Curaco de Vélez y Quinchao, zonas donde la BICRIM de la PDI de Ancud tendría jurisdicción, entrampando por lo tanto, la concreción de procedimientos antidrogas focalizados.
En efecto, estas funciones deberán ser absorbidas por personal dedicado a todo el resto de delitos; o sea, no habrá un equipo exclusivo para desarticular puntos de comercialización de drogas en barrios o lugares de venta críticos, siendo la situación más preocupante Ancud, que es la puerta de entrada a la Provincia de Chiloé.
El primer golpe que sufrió esta unidad ocurrió cuando uno de sus integrantes fue imputado de agredir sexualmente a dos colegas tras actividades de camaradería que habrían sido realizadas en una casa arrendada por el jefe de la unidad.
El aludido, quien era subcomisario, está actualmente formalizado como eventual autor de dos abusos sexuales propios o directos (de mayor de 14 años de edad), ilícitos descritos y sancionados en el artículo 366 del Código Penal, razón por la cual habría sido apartado de la institución. No se habría gestionado un reemplazo permanente (ver nota relacionada).
Un segundo golpe que afectó a esta unidad se generó tras la pérdida de un arma de servicio por parte de otro integrante. Trascendidos indican que respecto de este detective, se habrían configurado hechos potencialmente irregulares luego de informar a sus superiores que, en un viaje a Valdivia, su arma de servicio le habría sido sustraída. El problema es que luego de iniciada una investigación informal, y en medio de un operativo antidrogas realizado en Castro, se habría recuperado el arma, levantándose las alarmas y sospechas que lo tienen en la mira.
El tercer golpe provino de un hecho gravísimo que por ahora se ha mantenido bajo reserva, y que de confirmarse, podría terminar con la expulsión de la institución de un tercer integrante por eventual hurto agravado descrito en el artículo 447 del Código Penal y falsificación de informe a su superior descrito en el artículo 22 de la Ley Orgánica de la Policía de Investigaciones.
Fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé refieren que el funcionario estaría siendo indagado por su presunta participación en la desaparición de una cantidad indeterminada de dinero que habría sido producto de un allanamiento antidrogas en una vivienda ubicada en el sector de Alto Caracoles.
Refieren que tras constatarse que lo incautado no estaba, e iniciarse el proceso para determinar quién o quiénes posiblemente lo habrían sustraído, el dinero «mágicamente» apareció detrás de un mueble, como si se hubiera caído.
Si bien es cierto se pensó que todo estaría solucionado con el hallazgo, aquello no fue así. En particular, dado que ya estaba abierto el proceso de indagatorias, se procedió a cotejar los números de serie de los billetes descubriéndose que no eran los mismos, por lo que de un posible inconveniente en la cadena de custodia se pasó a algo más grave, ya que podría derivar en la liberación de conocidos traficantes.
El presunto responsable habría sido apartado de sus funciones. Los antecedentes preliminares indican que el aludido habría sacado el efectivo intentando reponerlo posteriormente, pero una de sus colegas se dio cuenta y denunció.
Finalmente, el cuarto golpe se vincula precisamente al anterior. Una detective que se percató de una serie de hechos irregulares entre sus compañeros de la unidad MT0 —incluyendo la desaparición del dinero—, decidió recurrir a la Contraloría al ver una eventual inacción de sus jefaturas, por lo que días después, se decidió trasladarla fuera de la Provincia de Chiloé. Se asegura que era para «protegerla».
Así las cosas, cuando cada uno de estos cuatro integrantes de la unidad especializada comenzaron a ser apartados de sus funciones en Ancud, éstos no fueron reemplazados permanentemente. Por lo tanto, con los últimos incidentes vinculados a presunta corrupción, todos los cupos quedaron vacantes.
Todo lo que está pasando en dependencias de la PDI de Ancud ha golpeado fuertemente la confianza en la gestión que estaría realizando el Jefe de la Prefectura Provincial Chiloé, el subprefecto Cristian Robledo Rojas, quien en octubre de 2021 asumió dicho cargo tras dejar la BICRIM de la PDI de Puerto Natales. Se asegura que «no daría el ancho».
Fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé explicaron que dados estos antecedentes, en el escritorio de la jefatura regional estaría prácticamente lista una resolución que ordena la disolución de este programa focalizado en la reducción del tráfico de drogas en pequeñas cantidades para las comunas de Ancud, Quemchi, Curaco de Vélez y Quinchao.
Cabe precisar que eso no significa que la BICRIM Ancud abandonará sus labores relacionadas con el combate contra las drogas, sin embargo, éste se verá significativamente debilitado ya que carecerá de un equipo especializado en la comercialización de pequeñas cantidades.
En efecto, el foco de la unidad MT0 es el impacto en el nivel barrial, donde la existencia de puntos de venta de drogas deterioran la calidad de vida de sus residentes; dichos puntos son identificados según la evidencia directa de los grupos de trabajo (que ya no existirán), la existencia de decomiso de armas de fuego, homicidios en el área y cercanía a colegios de los puntos de venta, entre otros ilícitos.
#Ancud #Chiloé: en secreto operativo, detienen a PDI imputado por 2 abusos sexuales a colegas. Oficial de la Bicrim identificado como A.A.S. sería formalizado mañana. Personal del OS9 de Carabineros lo detuvo esta noche | La Opinión de Chiloé https://t.co/vTmACtA8Us pic.twitter.com/KnO4zhTCSK
— La Opinión de Chiloé (@opinionchiloe) January 27, 2022
Impacto en #Ancud #Chiloé: 2 funcionarias PDI acusan agresión sexual por parte de detective. Colegas no las habrían ayudado. Hechos habrían ocurrido el 30 de diciembre y 20 de enero en una propiedad arrendada por el jefe de la unidad | La Opinión de Chiloé https://t.co/jrJOrW3Wxd pic.twitter.com/T2pGoTv6Xs
— La Opinión de Chiloé (@opinionchiloe) January 25, 2022
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