
CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Durante la mañana de hoy se procedió a la formalización por el presunto delito de robo con violencia de Pablo Hernán Quiñaleo Silva, conocido delincuente con un amplio historial en las cortes de la región de La Araucanía, quien habría asaltado un local comercial en Castro. El aludido, que incluso ha protagonizado robos a mano armada , es conocido en Temuco por formar parte de una banda de ladrones junto a su hermano y otro amigo.
Según antecedentes del atraco a los que accedió La Opinión de Chiloé, todo ocurrió alrededor de las 14.00 horas del jueves en un local comercial de calle Galvarino Riveros cuando dos sujetos ingresaron y sustrajeron igual número de carteras propiedad de la denunciante y de una segunda mujer, las que contenían —según Fiscalía— un total de $4.070.000 en dinero en efectivo, diversos documentos y joyas. Los delincuentes usaron un spray irritante en ambas víctimas, para luego proceder a huir en un vehículo Susuki Baleno blanco.
Aproximadamente a las 18.00 horas de este viernes, Carabineros del Retén Panitao controlaron el vehículo que circulaba por la Ruta 5 en dirección al norte con cinco pasajeros, entre ellos Pablo Hernán Quiñaleo Silva, quien fue reconocido por una de las víctimas en diligencia de reconocimiento fotográfico realizada por la SIP de Castro; al interior del vehículo se encontraba el recipiente de spray irritante, por lo que previa autorización del magistrado, se incautó el auto y toda evidencia material que pudiera estar relacionada con el delito, además de detener a los aludidos.
El sujeto fue formalizado durante esta mañana. Lo curioso es que en 2012 había sido sentenciado a siete años de presidio mayor en su grado mínimo por un robo cometido en Temuco (en 2009 había recibido cuatro años tras ingresar a punta de pistola a robar a una casa de la localidad de Cajón, a 12 km al norte de Temuco); según la sentencia que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, los jueces determinaron el 26 de junio de 2012 que el delincuente debía «cumplir íntegra y efectivamente la pena impuesta, por no ser acreedor de beneficios alternativos», sin embargo, el aludido ya estaba libre: los siete años de cárcel nunca los cumplió de manera íntegra.
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