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Sórdido caso de VIF en Chonchi: sujeto desfiguró a golpes a mujer y le cercenó labio con mordisco.
CHONCHI (La Opinión de Chiloé) — A casi cinco meses de un impactante caso de violencia intrafamiliar ocurrido en la comuna de Chonchi, y que dejó a una mujer con severas lesiones en el rostro, durante este viernes el Ministerio Público ofreció llegar a un tácito acuerdo con el delincuente responsable de las agresiones y concretó un procedimiento abreviado en el Juzgado de Garantía de Castro.
Según lo consignado por La Opinión de Chiloé, los hechos habrían quedado al descubierto la noche del sábado 4 de julio de este año cuando una mujer llegó al Servicio de Urgencia del Centro de Salud Familiar de Chonchi con una serie de fracturas faciales, dentales y pérdida de tejido en uno de sus labios, todo provocado por Jonathan Eduardo Acuña Olate (34 años) tras una horrorosa golpiza.
Lo que el propio delincuente reconoció ante la juez de turno es que se enfrascó en una discusión con M.C.Z.G. (43 años) al interior de una vivienda del pasaje 3, por calle Bernardo O’Higgins de Chonchi, e inició una impactante sesión de violencia hacia la mujer propinándole golpes de pies y puños, pero no sólo eso, sino que decidió morderle la boca hasta cercenarle el labio.
En ese marco, una de sus amigas habría sido víctima de lo que pasó, procediendo a trasladarla al CESFAM de Chonchi donde el personal médico la atendió preliminarmente, para luego enviarla al Hospital Dr. Augusto Riffart de Castro tras la necesidad de un eventual tratamiento quirúrgico reconstructivo.
En esa oportunidad, fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé indicaron que la víctima resultó con fracturas en los huesos nasales y maxilares, daños en la zona dental, diversos hematomas y pérdida de tejido del labio inferior, algo que en la audiencia de este viernes quedó acreditado tras el reconocimiento del delito por parte Acuña Olate.
Realizada la denuncia, funcionarios de la Tenencia de Carabineros de Chonchi lo detuvo escondido en su vivienda, verificándose que estaba bajo los efectos del alcohol. Ahí, fue reducido tras poner resistencia a la acción policial, gritando a viva voz que le estaban violando sus derechos y que recurriría a los abogados del INDH.
El delincuente quedó en esa oportunidad bajo prisión preventiva, no sólo por este violento incidente, sino que por otras agresiones en contra de la misma mujer, incluyendo condenas previas.
En la audiencia de este viernes el sujeto fue encontrado culpable del delito de lesiones graves en contexto de Violencia Intrafamiliar descrito y sancionado en los artículos 397 n.°2 y 400 del Código Penal en relación al 5° de la Ley 20.066.
Así, fue sentenciado a cumplir una pena de 541 días de presidio menor en su grado medio y a la accesoria legal del artículo 9 letra B) de la Ley 20.066 por un año, esto es, la prohibición de acercarse a la víctima, a su domicilio o a cualquier lugar en que ella trabaje o estudie o frecuente habitualmente.
Luego, se instruyó un cumplimiento efectivo, por lo que se mantendrá en el Centro de Detención Preventiva de Castro, lugar donde estaba cumpliendo prisión preventiva.
El caso era relativamente sórdido, ello porque la víctima, a pesar de las horrorosas lesiones que sufrió, se habría reconciliado con el delincuente confeso, por lo que no quiso que la denuncia siguiera su curso. Sin embargo, el peso de las pruebas, informes médicos y la existencia de una testigo fueron suficientes como para que el ahora condenado reconociera el ilícito.
Cabe mencionar que actualmente se tramita otra causa penal que involucra al imputado y a la misma mujer en el Juzgado de Garantía de Valdivia, todo tras un violento incidente ocurrido a mediados del año pasado en el Terminal de Buses de esa ciudad, lugar donde Jonathan Eduardo Acuña Olate profirió amenazas de muerte a viva voz, lo que provocó que la mujer escapara del lugar mientras testigos daban aviso a carabineros.
En esa oportunidad, y tras una entrevista con la víctima, se determinó que se encontraba en condición de riesgo alto/vital ya que reconoció que él la golpeaba regularmente tras ataques de celos «violentos», y que por ser discapacitada, le era difícil protegerse y evitar que él se alejara.
Aseguró que el delincuente era asiduo consumidor de alcohol y drogas y que en varios tribunales ha sido condenado por causas vinculadas a violencia intrafamiliar.
La Opinión de Chiloé tuvo a la vista varias sentencias que acreditaban sus dichos. Una por Lesiones Menos Graves en contexto de VIF del 30 de abril de 2018 en el Juzgado de Garantía de Talcahuano, otra por Lesiones Menos Graves en contexto de VIF del 24 de julio de 2019 en el Juzgado de Garantía de Loncoche, otras dos por Lesiones Menos Graves en VIF y Desacato del 29 de julio de 2019 en el Juzgado de Garantía de Loncoche, y varias más; sin embargo, seguía en libertad.
El fallo de este viernes, en consecuencia, se une a las precedentes. Eso sí, al menos las del 29 de julio se acumularían a la actual hasta sumar por lo menos cuatro años de presidio efectivo (eran dos penas de 541 días de presidio). Estaba gozando del beneficio de reclusión nocturna, aunque no había podido ser fiscalizado porque había dado domicilios inexistentes.
Por el incidente en Valdivia, la audiencia de formalización de la investigación se realizó el 30 de noviembre de 2020, a casi 15 meses de ocurrido. En esa oportunidad, la Fiscalía cometió el error de dejarlo en libertad con citación, y nunca más fue habido hasta el violento incidente de julio de este año, pero aún así, la burocracia del sistema se demoró 5 meses en concretar la diligencia de ese 30 de noviembre.
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