CURACO DE VÉLEZ (La Opinión de Chiloé) — Colchones podridos y con larvas, problemas de calefacción, baños en malas condiciones, falta de agua caliente, paredes con hongos, ventanas con hoyos y otras sorprendentes falencias en el internado del Liceo Alfredo Barría Oyarzún de Curaco de Vélez llevaron, durante este lunes, a un grupo de alumnos a tomarse las dependencias del establecimiento exigiendo soluciones en medio de una creciente desconfianza por la gestión que estaría realizando la Corporación Municipal para la Educación, Salud y Atención al menor de esa comuna.
De acuerdo a información recopilada por La Opinión de Chiloé, la medida de presión se da en el marco de un trabajo aparentemente negligente de los funcionarios al mando de Daniela Vásquez, Secretaria General de la entidad de dependencia municipal, y que si bien es cierto tenía sobre la mesa un supuesto acuerdo con el estudiantado (que la semana pasada comenzaron a exigir mejoras en el internado), nada se habría concretado.
Hay que recordar que el miércoles pasado un gran número de estudiantes realizó una manifestación de carácter pacífico a las afueras del recinto a raíz de las malas condiciones de habitabilidad con las que se encontraron al iniciar el año escolar, incluyendo un deplorable estado de espacios esenciales (dormitorios, comedores).
En efecto, el nivel de negligencia fue tal, que ningún funcionario de la Corporación verificó el estado actual del Internado antes de abrirlo, por lo que los alumnos y alumnas de más escasos recursos que utilizan dichas dependencias se encontraron incluso, con literas dañadas y colchones podridos, con hongos y hasta larvas.
Rafaela Riquelme de la Iglesia, Presidenta del Centro de Alumnos, explicó sobre su decisión antecedentes reveladores: «nosotros el lunes de la semana pasada, como Centro de Alumnos, enviamos una carta donde pedíamos tres cosas básicas: movilización en días de lluvia, agua caliente y calefacción». Agregó eso sí que lo anterior ya lo habían solicitado en el Consejo Escolar la primera semana de clases precisando que la carta en comento fue enviada tras 20 días esperando alguna respuesta.
Dijo que optaron por la carta debido a que «era casi un mes de clases y nosotros no teníamos calefacción, no teníamos leña para calefacción y no teníamos agua caliente en el internado… aún no tenemos», precisando que a ello se han sumado «todas las otras condiciones, nuestras ventanas y puertas con hoyos, las paredes con hongos y muchas otras cosas».
El miércoles pasado, dos días después de entregada la misiva, y a casi tres semanas de que se informara al Consejo Escolar sobre los problemas, recién la Secretaria General de la Corporación habría emitido un comunicado diciendo que se habría comprometido a resolver de manera urgente y concreta las demandas que mantenían preocupados a los escolares, permitiendo de paso que se deponga una manifestación pacífica que ese mismo día se había organizado a las afueras del recinto educacional.
La Opinión de Chiloé no pudo acceder a algún documento donde se acredite aquel presunto compromiso, por lo que al menos hasta este lunes no existiría nada que confirme lo aseverado en ese comunicado.
Riquelme de la Iglesia fue enfática en señalar que la supuesta resolución de lo que los aqueja no habría sido efectivo, y que desde la Secretaría General nunca quisieron firmar nada.
En concreto, afirmó que cuando entregaron la carta, no se les tomó en serio recibiendo un trato degradante; «no se nos dio una respuesta positiva, todo fue no», espetó en Radio Nahuel, agregando que después de la movilización de la semana pasada «dialogamos mucho, estuvimos en varias reuniones durante los otros días de la semana, pero al final tampoco llegamos a nada para nosotros».
En vista y considerando, detalló que «nos tomamos el liceo, y la verdad [es que] vamos a mantenerlo así hasta que veamos que realmente se están arreglando las cosas en nuestro Internado; nosotros necesitamos ver que nuestras puertas y ventanas realmente se están arreglando, que realmente tenemos agua caliente y que se está cambiando todo lo que nosotros pedimos porque son condiciones básicas», esto en alusión a una mejora inmediata en la habitabilidad y cambio del equipamiento dañado en los dormitorios.
Como ejemplo de la gestión dudosa y del potencial uso de fondos destinados a educación para otros fines, la dirigente estudiantil aseguró que «la leña de nuestro internado se usó en el cancato, para la ruta del salmón, y nosotros estuvimos un mes sin calefacción», algo que de confirmarse, sería una irregularidad que debe ser aclarada porque el desvío de recursos a otros fines, distintos para los cuales fueron transferidos, podría revestir carácter de delito.
En efecto, tras la actividad que tanto el Municipio de Curaco de Vélez como el Consejo del Salmón usaron para fines propagandísticos, la leña comprada con fondos públicos no fue repuesta por causas inexplicables o porque el encargado habría estado muy ocupado.
Sobre este actuar, Riquelme de la Iglesia ironizó: «pero siempre hay tiempo para actividades culturales».
Desde la Corporación Municipal, que es el sostenedor del establecimiento, se emitió un curioso comunicado donde explícitamente se reconoce que aún no han ofrecido una solución a las demandas básicas de los alumnos y alumnas, a pesar que hace aproximadamente un mes se les informó de aquello, desviando el tema hacia el proyecto de Conservación del Internado.
Más allá de eso, indicaron sobre el petitorio urgente que el estudiantado ha reiterado durante todo marzo que «nos comprometimos a mejorar la calefacción y duchas del recinto, como asimismo contratar un servicio de transporte extra para el traslado de los estudiantes en días de lluvia, peticiones que fueron prioritarias por parte de los alumnos», sin embargo, fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé indicaron que hasta el momento nada de aquello se ha concretado detallando que eso debió haber estado operativo hace un mes, antes que comenzaran las clases.
Durante la noche de este lunes, la dirigente del Centro de Alumnos fue enfática en desmentir lo difundido la semana pasada desde el consistorio, indicando que «nosotros no hemos llegado a ningún acuerdo porque, obvio, han hecho compromisos, pero para nosotros no son compromisos si no lo hacen por escrito. Nosotros la semana pasada presentamos un acta, ellos dijeron que la podían firmar pero no lo hicieron, y hoy día (ayer) que estábamos en toma nos dijeron que la podían firmar de inmediato, como si nada (…) pero la semana pasada que pasamos horas y horas en reuniones, ¿porqué no pudo ser ahí?».
Reiteró que lo que están pidiendo no se vincula a grandes obras o inversiones cuantiosas: «es arreglar una puerta, cambiar una ventana, son cosas pequeñas», espetó Riquelme de la Iglesia, dejando entrever un doble estándar en cuanto a la gestión municipal aseverando que mientras reclamaban por «las condiciones de nuestros colchones, se hace un acto cultural (…) y se contratan animadores, a una cantante, se hacen premiaciones… nosotros entendemos que los fondos culturales son distintos a los fondos educacionales, pero para hacer un acto como ese se lleva tiempo, y el tiempo que utilizaron ellos para organizar eso, podrían haberlo utilizado para organizar el arreglo de las condiciones básicas que es totalmente distinto a lo que se está haciendo en el internado ahora».
Para ejemplificar el porqué no creen en los discursos de alcaldía y la Corporación dijo que «la semana pasada [antes del miércoles], nosotros tuvimos que ir cinco veces a dirección para pedir calefacción, y nos llevaron ‘calefacción’ a gas, pero cuando la llevaron estaban sin gas… o sea, es una falta de respeto».
Luego, al decidir tomarse el liceo expresó que debido al frío, «entre dormir en el internado y dormir aquí, lo mejor es quedarnos acá, además, nosotros tomamos esta decisión porque molesta su actitud, más allá de lo que hagan o no, molesta».
«Nosotros la semana pasada estuvimos esperando que se nos acercara nuestra coordinadora del Internado, que sería algo así como nuestra Directora, y ni siquiera se nos acercó cuando ella debería ser la mediadora entre nosotros y lo que estamos pidiendo, ella debería ayudar, no se nos acercó», lanzó la fuente.
«El director del liceo tampoco se nos acercó para preguntarnos nuestras demandas, entonces al final nosotros estuvimos completamente solos la semana pasada y hasta hoy día (lunes)… nadie, (…) salvo durante la tarde [del lunes] cuando empezamos a traer los colchones se nos acercó la señorita Daniela [Vásquez] y la alcaldesa, ¿pero si no hubiéramos tomado esta medida, alguien se hubiera preocupado por nosotros?», dijo.
Si todo lo que se esgrime es cierto, entonces lo que está pasando con este grupo de menores de edad (el Internado alberga a alrededor de 80 niños, niñas y adolescentes) podría esconder la eventual comisión del delito especial descrito en la Ley n.°21013, aquella promulgada durante el gobierno de Michelle Bachelet que tipificó un nuevo tipo de maltrato infantil, esto es, el de tratos denigrantes a personas vulnerables, y que podría salpicar no sólo a la Coordinadora del recinto y al Director del Liceo, sino que también a la Secretaria General y a la propia Alcaldesa.
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