DALCAHUE (La Opinión de Chiloé) — Durante este lunes la Presidenta Michelle Bachelet realizó una actividad vinculada a la entrega de textos escolares gratuitos por parte del Ministerio de Educación a 10.300 establecimientos municipales y particulares subvencionados del país, y que considera este 2018 alrededor de 18 millones de libros destinados a 3.125.000 estudiantes. Este año, por primera vez, se entregarán también material complementario para asignaturas tales como Orientación, Artes Visuales, Tecnología, Educación Física, Música y Filosofía.
La Presidenta indicó que son «absolutamente gratuitos y pasan a ser prioridad del alumno, ya que cada familia, por cada hijo, debería desembolsar entre $160.000 y $180.000» si el Estado no les proporcionara los textos. Sobre este punto, la Ministra de Educación Adriana del Piano agregó que este año 2018 “hay 11 colegios de aproximadamente 10.300 que dijeron que no querían los textos del Mineduc y que pedirían otros, y está bien porque están en su derecho, pero si no hicieron ese trámite quiere decir que aceptaron los textos del Mineduc” y deben ser entregados a los estudiantes ya que desde el año 2016, los libros son propiedad de los alumnos, por lo que si el establecimiento recibe este material, debe ser entregado por obligación a los niños, niñas y jóvenes.
Según información que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, los 11 colegios que rechazaron los textos son el Colegio Galileo (Quillota), Colegio Diego Thompson (Valparaíso), Escuela Eduardo Machado Corsi (Constitución), Colegio Aquelarre (Teno), Escuela Particular Saint George (Angol), Colegio particular Josefino Santísima Trinidad (Providencia), Escuela básica Celei (Lo Prado) y la Escuela Particular Traitraico (Panguipulli), además de tres colegios municipales, a saber: la Escuela rural Quenu de Calbuco, la Escuela básica N°2444 Qhapaq Kuna de Quinta Normal y la Escuela rural Teguel en Dalcahue.
Al respecto, y sin hacer distinción, la Secretaria de Estado señaló: «es realmente absurdo, por no decir abusivo, que se le exija a los padres de familia otros textos que los que está entregando el Ministerio de Educación, y que estamos financiando entre todos los chilenos para apoyar la mejor educación de nuestros niños» añadiendo «hago un llamado a los centros de padres a vigilar esta situación (…) es un esfuerzo enorme que hace el país para garantizar este nivel educativo».
Particularmente sobre la Escuela rural Teguel de Dalcahue que es unidocente, su directora Ana María Muñoz salió a aclarar la situación, y tras esbozar una tácita crítica por la suspensión del envío de material destinado a los profesores multigrado que se desempeñan en una gran cantidad de escuelas rurales del país (muchas de ellas presentes en Chiloé), le señaló que es falso que su establecimiento quisiera exigir a los padres la compra de otros textos, especialmente cuando su escuela es de alta vulnerabilidad social.
Así, la docente indicó: «en el mes de noviembre llega a través de la plataforma la consulta de aceptar o no los textos que entrega el Ministerio. Yo determiné este año no recibirlos por la siguiente razón: yo trabajo en una escuela rural multigrado que atiende a niños de primero a sexto año básico. Para este año tengo tres alumnos uno que viene a cuarto y dos alumnas que vienen a sexto básico. Revisando el material que tengo en la escuela dejé ordenado como una decisión profesional y personal que ocuparé libros del Ministerio de Educación pero que son especiales para las Escuela Rurales«.
Mencionó que «solicitamos nosotros mismos, los profesores multigrado que se hiciera un material especial, y comenzó a llegar a las escuelas y en un momento esto paró, pero llegó tanto material, que realmente nos queda para los alumnos que van llegando a la escuela al año siguiente (…) yo creo que independiente de lo que diga la señora Ministra, creo que mi decisión fue muy profesional y que muchas veces tanto los sostenedores como las autoridades [de Educación] no saben la cantidad de libros que nos llegan no por las corporaciones sino que llegan directo a las escuelas (…) nos llegan libros directo del Ministerio, en una oportunidad nos llegaron más de 30 enciclopedias, atlas y que tuvimos que compartir con las demás escuelas. Este mismo material no lo conocen todos los profesores y ojalá lo tuvieran todas las escuelas mucho más preciso para trabajar con cada uno de los niños de manera personalizada«.
Luego, detalló que los docentes que trabajan con varios niveles en una sola sala requieren textos distintos aseverando «necesitamos libros especiales para [poder] trabajar y que al mismo tiempo tengan el mismo tema todos», agregando que «hay una contradicción» por parte del Ministerio que por un lado les remitió amplio material adscrito a procesos de enseñanza-aprendizaje multigrado que aún poseen donde «están todos los contenidos que yo debo trabajar», pero por otro, les envía también aquél destinado a aulas normales.
Para finalizar, le recordó a la Ministra que las Bases Curriculares le otorga al profesor el derecho a decidir «escoger lo que a nosotros nos sirve», algo que por cierto está consagrado en la Ley.
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