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Caguach: ¿peligra por segunda vez en su historia fiesta del Nazareno? Salmonera se defiende.
REPORTAJE DE INVESTIGACIÓN (La Opinión de Chiloé) — Controversia ha causado en la Provincia de Chiloé la tramitación de un nuevo centro de cultivo de mitílidos que se instalaría en las costas de la isla Caguach, más específicamente en el área suroeste de la ínsula y que tiene la Resolución de la Subpesca n.°2724 del 12/08/2009 para una superficie de 28,04 hectáreas.
El proyecto, que fue presentado por la empresa Trusal que es parte de Salmones Austral, pasaría a obstruir la zona costera donde históricamente fondean las embarcaciones que transportan a los miles de devotos de la Fiesta del Nazareno de Caguach desde 1778, y cuya procesión se realiza el 30 de agosto y el tercer domingo de enero de cada año. En este contexto, varios parlamentarios, autoridades, dirigentes y organizaciones de la sociedad civil han criticado el secretismo con el que se ha tramitado todo, y la nula participación de la comunidad que pronostica una afectación significativa en esa zona patrimonial y cultural al obstruir por mar el ingreso sur a la explanada de la iglesia Patrimonio de la Humanidad.
En medio de esta controversia, La Opinión de Chiloé indagó en las razones por las que el Consejo de Monumentos Nacionales presuntamente ha guardado silencio, descubriendo sorpresivamente que en realidad este ente ya se ha pronunciado: lo hizo hace casi 10 años de manera sigilosa y el representante en Chiloé fue notificado oficialmente sin que la comunidad se enterara.
La autorización del Consejo de Monumentos Nacionales
La Opinión de Chiloé confirmó que a través del Ordinario n.°1700 del 1 de diciembre de 2008 (CMN 7832 del 01.12.2008) la ex Directora de la Comisión Regional del Medio Ambiente de la Región de Los Lagos, Macarena Gamboa Lavados, envió la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto titulado «Centro de Cultivo de Mitílidos Oeste Punta Dempen, Isla Caguache, Quinchao, Décima región» al Concejo de Monumentos Nacionales (CMN) para que se pronuncie, mientras que el 10 de diciembre de ese año se informó en la sesión del organismo que una Comisión ad hoc estaba estudiando lo remitido por la empresa.
¿Existió alguna consulta al Obispado de Ancud, al rector del Santuario o a los Fiscales? ¿Existió alguna consulta a la comunidad de isla Caguach? ¿Existió alguna consulta a las comunidades de las islas Alao, Apiao, Tac, Chaulinec y Meulín? ¿Existió alguna consulta al municipio de Quinchao? ¿Se realizó algún análisis sobre la dinámica de transporte que moviliza a miles de personas a la principal fiesta religiosa del Archipiélago de Chiloé? ¿Se fue a terreno para evaluar in situ los planos que ingresó la empresa? Aparentemente no, la decisión habría sido tomada en las oficinas de Santiago.
Es más, La Opinión de Chiloé verificó que el CMN no rebatió lo señalado por la empresa en «Capítulo II. Descripción del proyecto o actividad» donde dice textualmente:
“El lugar donde se desarrollará el proyecto y su entorno, no forma parte de alguna población, recurso o área protegida o declarada Monumento Nacional. El proyecto no se encuentra en zona de valor paisajístico y/o turístico, o áreas declaradas zona o centro de interés turístico nacional. Se localiza dentro de las Áreas Aptas para la Acuicultura, en las cercanías del lugar existen cultivos de salmones.
«El proyecto no se localiza en un área donde se realicen o lleven a cabo manifestaciones propias de la cultura y el folklore de algún pueblo, comunidad o grupo humano”.
Según documentación que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, dos días después de la sesión del 10 de diciembre en Santiago, y mediante el Ordinario n.°6084 del 12/12/2008, el CMN se pronunció conforme sobre la Declaración de Impacto Ambiental, aunque condicionado a la no afectación del patrimonio cultural subacuático (eventuales restos arqueológicos en el lecho marino) y se instruyó sobre la normativa a cumplir ante eventuales hallazgos.
Si el mismísimo Consejo no rebatió los dichos de la empresa sobre el área, entonces cabe preguntarse si hay o no un problema con las competencias fiscalizadoras de este organismo que causan dudas en Chiloé luego que recientemente se constatara la destrucción del sitio arqueológico donde se ubicaba la Batería Remolinos, fortaleza hispánica del siglo XVII cuyo sitio fue arrasado en un 80% por las faenas del Puente Chacao y que actualmente investiga el Ministerio Público de Ancud.
¿El representante del Consejo de Monumentos Nacionales en Chiloé sabía?
La Opinión de Chiloé constató que la copia del Ordinario n.°6084 del 12/12/2008 fue remitida hace 10 años a Felipe Montiel Vera, Coordinador de la Comisión Asesora de Monumentos Nacionales en Chiloé, vale decir, hace una década ya se sabía que existía un proyecto con diseños de instalaciones, planos de las cuelgas que obstruirían el ingreso de barcazas, estimaciones de inversión y producción, sin que alguien se enterara en la isla. También recibió copia el Director de la Conama Regional y el Seremi de Educación.
En efecto, la presidenta de la comunidad indígena de Caguach, presidenta de la junta de vecinos y fiscal del sector, Rosario Almonacid, confirmó aquello al indicar: «nadie nos consultó nada, ni a mí [como fiscal] ni al sacerdote que es el rector del santuario, solamente nos enteramos por las redes sociales».
El sacerdote Arturo Mansilla, rector del santuario, afirmó que «hace alrededor de 15 días atrás recién salió a la luz, y esta realidad se supo hace 15 días atrás (…) del 2005 estaba muy guardadito, era un secreto bajo siete llaves, seguramente nos íbamos a dar cuenta cuando comiencen a instalar los muertos de cemento para hacer las instalaciones y ahí nos íbamos a preguntar ¿que pasó? [y la respuesta iba a ser] no, nadie sabe nada».
El Obispo de la Diócesis de Ancud, Juan María Florindo Agurto Muñoz, en conversación con Enrique Barría de Radio Estrella del Mar también aseveró que se enteró hace pocos días: «hace tres o cuatro días atrás [me enteré] de este trámite, nos ha llamado mucho la atención y nos ha ido preocupando porque creemos que aquellos que están pidiendo esta concesión y también autorizando, la verdad es que no se dan cuenta de lo que significa para nosotros todo el entorno del mar para la isla de Caguach. Es un sitio patrimonial, un sitio ceremonial, un sitio de expresión cultural y religiosa» dijo.
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