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PUERTO MONTT (La Opinión de Chiloé) — Tras la formalización por parricidio realizada esta mañana en contra de Francisco Javier Ríos Ríos (26 años), sujeto que es imputado como responsable del asesinato de la pequeña Sophie Claire de tan sólo un año y 11 meses, se siguen revelando nuevos antecedentes de lo que ocurrió el jueves en el sector Alerce de Puerto Montt, y el rol que habría tenido la madre.
Tal y como consignó La Opinión de Chiloé, durante el sábado se realizaron algunas pericias tanatológicas por parte de profesionales del Servicio Médico Legal (SML) de Santiago y Puerto Montt determinándose que la causa de muerte no fue por asfixia, sino que por una hemorragia interna luego que el delincuente presionara (o golpeara con un objeto contundente) el abdomen de la pequeña con una enorme fuerza lesionándole seis órganos, sin que se sepa hasta ahora las circunstancias dado que Ríos Ríos ha guardado absoluto silencio. Dentro de una de las hipótesis, se sugiere que el hombre podría haberse parado sobre la menor a la altura del estómago hasta matarla.
Además, hay pericias pendientes vinculadas a las lesiones vaginales y anales con las que llegó la menor al recinto asistencial, aunque en este caso el Ministerio Público fue cauto; el fiscal jefe de Puerto Montt, Marcelo Sambucetti, señaló sobre este tema que «con el objeto de poder recabar todos y cada uno de dichos antecedentes, hoy día esas muestras se encuentran ya camino a Santiago con el objeto de ser analizadas [y] con el objeto de poder determinar claramente, esclarecer o descartar, una agresión sexual ya sea de parte del propio padre o de algún tercero».
En cuanto a lo que ocurrió ese jueves, el fiscal señaló lo siguiente a La Opinión de Chiloé y otros medios:
«(…) horas previas [a la muerte, Sophie] estuvo al cuidado del padre como de la madre, sin embargo, es el padre quien —de acuerdo a los antecedentes que ahora tenemos— la mantiene en el sector de baño, escondida de su madre, no pudiendo tener acceso precisamente su madre a ella. Ella solamente [estaba] escuchando lo que ocurría al interior del baño y en esa circunstancia entonces, luego él le relata a ella que [la pequeña] había caído y de esa manera se había producido una lesión de modo tal de que había perdido la conciencia».
«La médico legista pudo determinar claramente que eso no se trata de una acción accidental, (…) claramente hay una intervención de terceros y que de acuerdo a los restantes antecedentes de investigación nos permite concluir por lo menos hasta ahora de que existe un dolo efectivamente de darle muerte».
Sobre el rol de la madre, y la mentira que avaló en el recinto de salud, el fiscal acotó: «los antecedentes que se tienen hasta ahora dan cuenta de la atribución de responsabilidad respecto del padre, pero no podemos descartar todavía dentro del contexto de la investigación responsabilidades de terceros».
La Opinión de Chiloé pudo confirmar que durante la declaración, Camila Adriazola, madre de Sophie Claire, aseguró a fuentes policiales que sabía que el aludido era el padre (primero se lo consideraba como padrastro) y que habría responsabilizado a otro para que la pequeña fuera reconocida legalmente. Por esa razón, la víctima aparecería en el registro civil con otro padre.
La investigación está abierta, mientras que la aludida está inubicable y las interrogantes siguen creciendo.
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