Un complejo juicio es el que enfrentarán dos sujetos el próximo 28 de septiembre de 2016 en el Tribunal Oral en lo Penal de la capital provincial luego que la Fiscalía local los acusara de protagonizar un cinematográfico y poco común robo con intimidación ocurrido en una vivienda de Villa Archipiélago de Castro el 24 de enero de 2014, pidiendo una pena de 12 años de presidio mayor en su grado medio. Para la defensa sin embargo, tales hechos serían falsos ya que se trataría de una transacción de drogas donde ambos imputados concurrieron a comprar y el dueño de casa (con amplios antecedentes policiales) los terminó repeliendo, apropiándose del dinero que ellos le habrían pasado: la presunta víctima en realidad sería un microtraficante.
Según el Auto de Apertura de Juicio Oral al que accedió La Opinión de Chiloé, el Ministerio Público cree que en horas de la madrugada de ese día J.O.N. y J.B.R. concurrieron hasta una casa habitación ubicada en calle Caguach de la ciudad de Castro y, una vez en el lugar, procedieron a dar golpes de pies a la puerta de acceso al inmueble hasta forzar su cerradura e ingresar con el claro fin de sustraer especies.
Una vez en el interior, J.O.N. habría extraído desde sus vestimentas un revólver a fogueo Bruni modelo 92 calibre 8 mm con el cual intimidó a L.F.A.H. luego que éste, al percatarse de las presencia de estos individuos en el lugar, presuntamente bajó desde el segundo piso de la casa. Junto con amenazar al joven, el sujeto que eventualmente portaba el arma realizó disparos al interior del lugar y procedió con su compañero a exigir con gritos la entrega de dinero y especies, para posteriormente sustraer desde una habitación del primer piso un notebook color negro HP.
Según la información que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, tras la algarabía de los disparos y los gritos, otros ocupantes de la vivienda que no bajaron llamaron a Carabineros quienes concurrieron a la Villa Archipiélago de inmediato sorprendiendo y apresando a los dos sujetos que huían del lugar.
Sin embargo, la defensa de los acusados argumenta que el dueño de casa sería un microtraficante que urdió esta trama para evitar ser descubierto por Carabineros, por lo que el asunto se trataría de un hecho adscrito al tráfico ilícito de drogas donde el traficante (residente en esa vivienda) se habría apropiado del dinero de los dos acusados para luego expulsarlos de la casa y hacerse pasar por víctima.
Dado el confuso incidente, el abogado defensor busca demostrar que L.F.A.H. si ha tenido relación con el tráfico ilícito de estupefacientes tomando una sentencia condenatoria al respecto que apareció en los registros del Poder Judicial, sin dejar de lado la relación que tiene con familiares también vinculados con el mismo delito. Por otro lado, sorpresivamente se ha revelado que el sujeto tiene un amplio historial de causas tramitadas en tribunales: ha estado acusado de otros hechos en varias ciudades del país como receptación de especies robadas, destrucción de propiedad privada que ha arrendado anteriormente, hurto, apropiación indebida (como mecánico ha sido acusado de recibir dineros y entregar el vehículo en peor estado), no pagos de arriendos, desalojo a través de tribunales, entre otros.
Por el lado de J.O.N. y J.B.R. en tanto, también existe un cúmulo de causas en tribunales, aunque la que aparenta ser más grave es la que llegará a juicio este 28 de septiembre. El Tribunal Oral en lo Penal de Castro decidirá si el robo con intimidación fue real o si se está ante una red de mentiras que buscaban encubrir a un microtraficante e inculpar a dos consumidores de un delito que no cometieron.
Fotografía referencial.
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