
PUQUELDÓN (La Opinión de Chiloé) — Una indagatoria a cargo de la fiscalía local de Castro y de la Inspección Provincial del Trabajo se está realizando en un centro de cultivo de especies salmonídeas dependiente de la Empresa AquaChile en isla Lemuy luego que un buzo sufriera síntomas del síndrome de descompresión y fuera tratado en el límite del tiempo recomendado, todo tras una serie de eventuales errores u omisiones en el centro y en el Hospital de Castro.
De acuerdo a información del caso que se ha mantenido en secreto hasta hoy que La Opinión de Chiloé lo pasa a exponer, los hechos se gestaron la mañana del 25 de enero pasado cuando el buzo mariscador básico J.C.V.R. se desempeñaba en labores de extracción de mortandad y la revisión de peceras en la jaula n.°407 del Centro de Cultivos Detif de la salmonera en comento ubicada en la comuna de Puqueldón.
En ese contexto, el paciente habría sufrido el accidente que pasó inadvertido por varias horas y que no fue pesquisado por médicos durante las primeras atenciones hasta que finalmente fue diagnosticado y trasladado hacia el Hospital de Ancud para ser ingresado a la Unidad de Tratamiento Hiperbárico de ese nosocomio.
Lo que se sabe hasta ahora es que el trabajador se desempeñó ese 25 de enero en las faenas en comento a 24,5 metros de profundidad y por un período de 20 minutos sin contratiempos visibles mientras estaba en el mar, o al menos eso dice el informe interno de AquaChile.
Sin embargo, al volver a superficie manifestó ciertas molestias como dolores de estómago al supervisor de la faena de buceo, sumándose minutos después aparentes dolores en sus extremidades que también le informó al mismo sujeto.
En tal marco, el supervisor habría decidido aplicar oxígenoterapia en el pasillo del centro, ante lo que el afectado habría visto aliviadas sus molestias por lo que continuó sus labores en superficie con normalidad durante el resto del día. Vale decir, no se procedió a llevarlo a un recinto asistencial para ser observado.
Al otro día, y aproximadamente a las 18.00 horas, el joven se comunicó con su empleador y le menciona que siente un leve hormigueo en la planta de su pie izquierdo, por lo que ahora sí se coordinó con el prevencionista de riesgos el traslado hacia el Hospital Dr. Augusto Riffart de Castro para recibir atención.
En el centro asistencial referido, fue atendido por un médico general quien sorpresivamente descartó cualquier gravedad y lo derivó a su casa con un simple reposo y medicamentos, o sea, no lo dejó bajo observación a la espera de la aparición de eventuales síntomas más graves obviando los evidentes síntomas de síndrome de descompresión.
Sin embargo, un día después (27 de enero) se decidió volver a trasladar hacia Castro al trabajador, siendo atendido ahora en la Mutual de Seguridad. Ahí acusó la persistencia de sus molestias al médico tratante por lo que fue evaluado otra vez, aunque en esta ocasión el profesional sí vio relación causa-efecto entre lo que le pasó ese 25 de enero y los síntomas que mantenía.
Fue ahí que se le diagnosticó con mal de presión, confirmándose que lo ocurrido dos días antes correspondía a un accidente laboral grave y que en el Hospital de Castro se equivocaron groseramente. ¿Otra vez?
Inmediatamente se decidió trasladarlo al Hospital San Carlos de Ancud donde fue ingresado a la cámara hiperbárica para iniciar el tratamiento respectivo. La terapia de recompresión es beneficiosa hasta 48 horas después del buceo, por lo que el paciente se recuperó sin observables contratiempos; otra cosa hubiera pasado si no hubiera vuelto a solicitar atención médica con alguien competente ¿y si hubiera ido al mismo médico de hospital de Castro?
Visto lo ocurrido, recién el día 28 de enero concurrió personal de la policía marítima dependiente de La Armada para efectuar las primeras diligencias en el recinto salmonero y determinar la dinámica de lo que pasó.
Lo anterior resulta curioso dado que habían transcurrido casi tres días desde el accidente, mientras que la recopilación de antecedentes se habría remitido a entrevistar al prevencionista de riesgos y a leer un reporte elaborado por la empresa contratista Divers Makar del 27 de enero; ahí se relataba la versión del centro salmonero.
Hay que recordar que poco más de tres meses antes de este accidente, Puqueldón ya había registrado dos muertes por accidentes laborales de buzos en centros de cultivo, por lo que parece relativamente sorpresivo la forma en que se trató este nuevo incidente.
La indagatoria se caratuló en la fiscalía local de Castro como un eventual cuasidelito de lesiones previsto en los artículos 490, 491 inciso 2° y 492, aunque trascendidos indican que se pretende rápidamente cerrar la causa penal.
En el ámbito laboral, lo que pasó sigue siendo indagado. Se debe mencionar que el inciso 1° del artículo 184 del Código del Trabajo indica que «el empleador estará obligado a tomar todas las medidas necesarias para proteger eficazmente la vida y salud de los trabajadores, informando de los posibles riesgos y manteniendo las condiciones de higiene y seguridad en las faenas, como también los implementos necesarios para prevenir los accidentes y enfermedades profesionales».
Luego, la obligación de otorgar seguridad en el trabajo, bajo todos sus aspectos, es una de las manifestaciones concretas del deber de protección del empleador, tanto de la empresa principal, como de contratistas y subcontratistas, por lo que se desconocen las razones por las que ese mismo 25 de enero no se trasladó a un recinto asistencial al trabajador, más cuando casi tres semanas antes había fallecido un buzo al interior de faenas realizadas en otro centro de cultivos que queda cerca, pero que es de propiedad de la empresa Invermar.
#Puqueldón #Chiloé: familia acusa homicidio culposo tras nueva muerte en salmonera. Familia de joven buzo de #Quellón, Tirso Fabián Alvarado Triviño (33), dice que «no fue auxiliado oportunamente por supervisores de la empresa» | La Opinión de Chiloé https://t.co/37tKvF2BSx pic.twitter.com/5EPWOwNFqr
— La Opinión de Chiloé (@opinionchiloe) February 23, 2020
#Puqueldón #Chiloé: Seremi del Trabajo y Armada confirman indagatoria por muerte en centro salmonero. José Millán Levicoy (48), oriundo de #Dalcahue, murió mientras hacía trabajos submarinos en las loberas de una jaula del centro | La Opinión de Chiloé https://t.co/cWDLeH9mgl pic.twitter.com/atcOm449VU
— La Opinión de Chiloé (@opinionchiloe) October 11, 2019
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