
ANCUD (La Opinión de Chiloé) — Profundo pesar provocó el repentino fallecimiento de la excomunicadora radial y docente rural oriunda de Ancud, Marcela Patricia Maldonado Barría (48 años), ocurrido el 29 de octubre pasado en el Hospital de Castro luego que no superara un accidente cerebrovascular.
En medio del dolor, los familiares decidieron de manera voluntaria y altruista respetar la decisión de la profesora y donar sus órganos, decisión que plantearon al equipo médico del nosocomio castreño; la información había trascendido hacia La Opinión de Chiloé hace más de una semana, pero al ser algo bastante personal no se podía publicar hasta hoy luego que el esposo decidiera hacer público lo ocurrido a través de un medio radial ancuditano. ¿Cuál fue la respuesta del Hospital Dr. Augusto Riffart? negativa: no se podían procurar los órganos por falta de expertiz profesional. Hay que recordar que no existe edad mínima o máxima para donar, vale decir, los donantes de órganos puede ser personas de cualquier edad que estén en condición de muerte cerebral, cosa que ocurría con Marcela Patricia.
Héctor Barría señaló a Radio Estrella del Mar que «nos encontramos con la sorpresa que aquí en Chiloé no se realiza este tipo de procuración, nos dijeron que no estaban los medios y que no estaban capacitados para realizar este tipo de intervenciones«. Agregó que la negativa los sorprendió dado que en conversación con una médico de Ancud, ella le habría señalado que «hace aproximadamente dos años que se estaba preparando a la gente, a equipos médicos aquí en Chiloé para hacer este tipo de intervenciones (…) esto significa que en Chiloé no estamos preparados para donar«.
Como familia, y tras lo ocurrido, decidieron enviar una carta a la Ministra de Salud, Carmen Castillo, con el objetivo de que se les entregue una explicación y eventuales medidas que podrían tomarse.
Chile tiene una lista promedio de 1.800 pacientes esperando un órgano y una tasa de donación de entre 120 y 125 donantes al año. Se han realizado diversas campañas para aumentar ese número; sin embargo, como en el caso de lo ocurrido en Castro con la donante de Ancud, muchos de los órganos se pierden por falta de capacidad para procurarlos a tiempo.
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