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Quemchi: dos heridos graves con tiros de escopeta tras fiesta en un sector rural.
VALDIVIA/ANCUD/QUEMCHI (La Opinión de Chiloé) — Aproximadamente a las 3.00 horas de la madrugada de hoy lunes, arribó a la Clínica Alemana de Valdivia un paciente procedente del Hospital San Carlos de Ancud con el fin de ser internado a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
El procedimiento de traslado fue realizado por personal del Servicio de Atención Médica de Urgencia, Samu; el paciente en tanto, fue uno de los hermanos Coñoecar Vargas que resultó con heridas graves atribuibles a tiros de escopeta en un sector rural de Quemchi. Según consignó La Opinión de Chiloé, el joven recibió disparos en algún tramo de la ruta W-169 entre Aucar y Guardiamó durante la madrugada de ayer cuando en compañía de sus otros dos hermanos, fueron atacados a disparos percutados por al menos un sujeto ya identificado.
Por estos hechos se encuentran detenidos Pedro Aguilar Tocol y Nicolás Bahamonde Melián, mientras que los heridos por el arma de fuego fueron Juan Javier Coñoecar Vargas (33 años) y Cristián Damián Coñoecar Vargas (19 años), este último internado actualmente en el Hospital Augusto Riffart de Castro con las lesiones más graves, mientras que el primero fue el trasladado a la región de Los Ríos. El tercero de los hermanos, habría sido golpeado.
Los detenidos quedaron a disposición del Juzgado de Garantía de Ancud, determinándose la ampliación de la detención hasta este miércoles, donde podrían ser formalizados por homicidio frustrado.
Fuentes médicas comentaron a La Opinión de Chiloé que el herido derivado a Valdivia requería de manera urgente estar en una unidad de cuidados intensivos (UCI) sin que existiera alguna en la red pública de la isla de Chiloé ni Puerto Montt; en particular, la única cama que quedaba era Coyhaique, por lo que finalmente se gestionó la compra de servicios a la Clínica Alemana. El diagnóstico con el que fue trasladado era nemotórax y hemotórax, vale decir, acumulación de aire y sangre en el espacio pleural que le provocaba dificultad cardiovascular y respiratoria, con alta probabilidad de un shock hemorrágico, por lo que requería monitoreos más complejos.
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