QUEMCHI (La Opinión de Chiloé) — Un preocupante informe encargado al Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) entregó algunas luces respecto a la situación por la que atraviesa una trecena de viviendas de la población Ilusión y Esperanza de Quemchi, edificaciones que a comienzos de junio se vieron afectadas por movimientos de tierra producto de las lluvias y la acción de una quebrada.
Según información recopilada por La Opinión de Chiloé, el reporte del organismo estatal constató que el reblandecimiento de material de una de las laderas donde se ubica el barrio pone en riesgo a parte del conjunto habitacional, afectando directamente —por ahora— a trece viviendas las que tendrían que ser demolidas.
Es más, aunque actualmente el terreno que ocupan estas propiedades se encuentra estable, se indica que la acción de futuras precipitaciones profundizará el problema e incluso, de existir un eventual sismo, aquello se acelerará con el inminente riesgo para las familias que residen en aquéllas.
Así quedó de manifiesto en una reunión por videoconferencia realizada este lunes en la tarde donde se analizó el informe, instancia en la que participaron el alcalde de la comuna, Gustavo Lobos Marín, el Gobernador Provincial de Chiloé, Héctor Bórquez, el delegado del Serviu en Chiloé, Iván Haro, entre otros.
Fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé indicaron que por ahora no se quiere usar la palabra «demoler», por lo que en la información oficial se utilizarán términos como «reubicar», «trasladar» o «relocalizar», por ejemplo.
Paul Duhart, jefe técnico de la oficina Puerto Varas de Sernageomin, ya había adelantado las conclusiones en una visita inicial al indicar: «efectivamente ocurrieron algunas remociones en masa y a través de imágenes satelitales también es posible observar que existen remociones más antiguas y que el escarpe (declive del terreno) se encuentra activo y por lo tanto avanza en dirección de las propiedades».
A este respecto, acotó que «sí, hay un evidente riesgo porque hay un escarpe activo que se traduce en que en el futuro van a seguir ocurriendo remociones en masa detonadas por precipitaciones intensas o alternativamente pudieran desencadenarse algunas por actividad sísmica».
Adicionalmente, el informe alerta sobre una torre de energía eléctrica que abastece a la isla Caucahué y que tendría que ser reubicada debido a que se encuentra a pocos metros de los desprendimientos, por lo que será Saesa quien deberá hacerse cargo.
Por ahora se está gestionando un subsidio de arriendo por un mes con la Gobernación Provincial para al menos cuatro de las familias cuyas viviendas estarían inhabitables al ser las de mayor riesgo, mientras se trabaja con Serviu para un subsidio a mediano plazo y una solución definitiva.
Hay que recordar que el problema se reportó el martes 9 de junio alrededor de las 18.30 horas, cuando un vecino alertó a equipos de emergencia que había escuchado un fuerte ruido en el patio de su casa, constatando que se debía a un eventual derrumbe tras observar que un árbol y la tierra circundante había caído hacia la quebrada, de aproximadamente unos 60 metros.
Por ahora las trece casas son calificadas como en «riesgo latente», y el informe de Sernageomin con la categorización de cuáles tienen más o menos peligro ya está en manos de las autoridades.
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