QUEILEN (La Opinión de Chiloé) — A la espera de un informe pericial del Servicio Médico Legal se encuentra el Juzgado de Garantía de Castro para determinar los pasos a seguir por un violento incidente que habría ocurrido durante este jueves en la comuna de Queilen, y que terminó con dos adultos mayores lesionados, uno de los cuales habría recibido al menos dos estocadas con cuchillo.
De acuerdo a información judicial que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, los hechos se habrían dado al interior de una vivienda en el sector rural Pilque, cuando un sujeto identificado con las iniciales H.J.L.L. (37 años) procedió a golpear a una adulta mayor de 96 años y a atacar con un cuchillo al hijo de ésta, un adulto mayor de 63 años, para posteriormente sustraerle alrededor de medio millón de pesos.
La dinámica de lo que pasó es materia de indagatorias, aunque en virtud del relato de los afectados, el imputado se habría acercado a la propiedad argumentando que deseaba comprar chicha de manzana.
En dicha dinámica, fue invitado a ingresar a la casa para concretar la venta, ya que era alguien conocido en el sector. Fue ahí que el sujeto —que es sordo mudo— se habría puesto extremadamente violento hasta cometer los ilícitos.
Se indicó que posterior a la agresión, el delincuente se dirigió al dormitorio de la adulta mayor para proceder a registrarlo en búsqueda de algo de valor, procediendo a hurtar alrededor de $488.000.- en dinero en efectivo que tuvo a la vista.
Lo curioso es que en el mismo lugar, pero debajo de un colchón, ambos residentes tenían guardados alrededor de 30 millones de pesos, de los que el ladrón no se percató antes de huir.
En medio de este violento incidente, el herido con el arma cortopunzante salió de su vivienda para pedir ayuda, siendo auxiliado por una vecina que realizó la denuncia a la Central de Comunicaciones de Carabineros.
Una patrulla del Retén de Queilen fue despachada al lugar, corroborando los hechos y procediendo a la búsqueda del imputado, quien no solamente fue reconocido por los afectados, sino que además por los propios funcionarios policiales ya que tenía un amplio prontuario.
Marcelo Jara, jefe del Retén de Carabineros de Queilen, confirmó parte de la dinámica relatada por las dos víctimas y de la aprehensión en flagrancia del sujeto, quien fue puesto a disposición de la justicia.
Ambos heridos fueron trasladados a un recinto asistencial por personal policial, indicándose que M.I.P.P. (96 años) fue diagnosticada con algunas contusiones de lesiones de carácter leve, mientras que S.F.P.P. (63 años) con lesiones de tipo cortantes en la cara y cuero cabelludo, siendo suturado.
El arma que se habría utilizado es un cuchillo de aproximadamente 24 cm de largo, sin que hasta ahora se haya explicitado si el aludido la llevaba consigo o la sacó de la cocina de la misma casa donde habría perpetrado los ilícitos.
El caso es relativamente complejo dado que fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé confirmaron que el detenido sería inimputable tras tener varias patologías psiquiátricas severas que requieren un tratamiento farmacológico constante, por lo que de ocurrir alguna interrupción, podría acarrear un alto riesgo de descompensación precoz que lo vuelve extremadamente violento.
Es más, recientemente había sido formalizado por un delito de amenazas de muerte en contra de un tercero, instancia donde también se alegó aquello y se le dejó en libertad, citándolo para una fecha posterior con el objetivo de ser peritado, pero nunca se presentó.
La situación de salud mental fue alegada por el abogado defensor el mismo día jueves ante el juez de garantía de Castro, cuando el joven pasó a control de detención, ampliándose este procedimiento hasta el viernes a la espera de la recopilación de mayores antecedentes.
Así las cosas, fue formalizado como presunto autor en grado de tentado de un delito de homicidio simple, consagrado en el artículo 391 n.°2 del Código Penal, ello en atención a la dinámica de la agresión que sufrió el adulto mayor de 63 años.
Para el Ministerio Público de Castro, en el ataque con cuchillo habría existido una clara intención homicida, razón por la cual se darían los supuestos para configurar este ilícito, que es grave.
Se le sumó también la formalización por una eventual comisión en grado de consumado de un delito de hurto simple, descrito y sancionado en los artículos 446 n.° 3 y 432 del Código Penal, y un delito de lesiones leves, artículo 494 n.º5 del mismo articulado, teniendo como víctima a la adulta mayor de 96 años.
En medio del debate, la defensa volvió a alegar lo que había dicho un día antes, esto es, que sobre el sujeto habrían circunstancias que lo harían inimputable por enajenación mental.
Se mencionó un informe previo de una médico psiquiatra quien dijo que «debido a sus patologías no posee capacidad de discernimiento debido a su marcada alteración cognitiva e intelectual», por lo que se solicitó la suspensión provisional del procedimiento a la espera de la evaluación de peritos del Servicio Médico Legal.
A este respecto, se reveló que sería portador de un daño orgánico cerebral, retardo mental moderado y trastorno de conducta grave, y que era usuario del Servicio de Psiquiatría del Hospital Dr. Augusto Riffart de Castro hace varios años, por lo que se decretó su internación provisoria en dicho recinto asistencial.
Fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé precisaron eso sí que aquello no importa una paralización absoluta del procedimiento, por cuanto dicha suspensión sólo tiene por objeto evitar que se produzcan en el ínterin actos de investigación o jurisdiccionales en los que, de ser efectiva la enajenación, el imputado no podría participar o, al menos, no podría hacerlo ejerciendo adecuadamente su derecho de defensa.
NOTA DE LA REDACCIÓN: Al existir antecedentes que harían inimputable al presunto autor de estos delitos, La Opinión de Chiloé mantendrá su nombre bajo reserva.
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