Véase también:
Casos COVID-19 en Chiloé suben a 111 con nuevos en Ancud (1) y Quemchi (7).
Quemchi: preocupación por casos COVID-19 en planta St. Andrews. Ferretería también en la mira.
QUEMCHI (La Opinión de Chiloé) — Bajo estricta vigilancia epidemiológica a cargo de los equipos de salud de la comuna de Quemchi se encuentra un grupo de operarios de la Planta de Procesos de mitílidos perteneciente a la empresa St. Andrews, luego que se reportaran dos contagios de SARS-CoV-2 el viernes pasado.
Tal y como consignó La Opinión de Chiloé, el dúo forma parte de los siete diagnosticados en la comuna de Coloane que recién aparecieron registrados en el informe «oficial» el sábado (y donde también se encuentra un trabajador de una Ferretería). Así, esa zona pasa a tener 13 personas portadoras y contagiantes del virus, con una tasa de incidencia acumulada de 1,48 por cada mil habitantes, el segundo lugar en la provincia tras Ancud que tiene una tasa de incidencia acumulada de 1,96 por cada mil habitantes con 83 casos.
Desde la empresa, cuyas instalaciones están a pasos de isla Aucar, indicaron que tras recibir la notificación sobre los dos trabajadores, enviaron a cuarentena a igual número de cuadrillas que habrían tenido contacto con ellos, precisando eso sí que los diagnosticados no estaban asistiendo a la planta al menos desde el 21 de mayo cuando se les habría ordenado aislamiento por ser contactos estrechos de otros quemchinos positivos.
Hasta ayer pocos detalles se sabían de este grupo de operarios en vigilancia, siendo la Seremi Scarlett Molt quien aportó otros antecedentes asegurando que St. Andrews «tiene cerca de 24 personas en seguimiento por contacto, estamos hablando que hay trabajadores de un holding en Quemchi y ya la planta se fiscalizó y los contactos están en seguimiento».
Además, confirmó que hay contactos laborales en la mira de un trabajador de una ferretería tras recibir un PCR positivo.
Hay que recordar que el mismo viernes varios funcionarios de la autoridad sanitaria concurriieron a la planta de procesos para realizar una fiscalización y verificar los protocolos que se siguen ahí ante la eventualidad de nuevos casos.
Desde la Seremía de Salud se detalló que los dos operarios con SARS-CoV-2 son contactos estrechos de personas ya diagnosticadas y que al momento de practicárseles el examen presentaron algún tipo de sintomatología de carácter leve.
Scarlett Molt reafirmó el sábado aquello, indicando que «se fue a fiscalizar esta planta a través del área de salud ocupacional, se está haciendo el levantamiento en este caso de la industria que exporta productos del mar a Rusia, a China, y por lo tanto tiene altos estándares de inocuidad y favorece al cuidado de las personas».
«Ahora, lo que se está realizando es ver los contactos estrechos de riesgo adentro de las plantas de procesos para evaluar las que específicamente tienen indicación de aislamiento, cuáles de cuarentena, cuáles pueden seguir laborando», dijo, añadiendo que se entregaron un conjunto de recomendaciones y que se están revisando los protocolos de la empresa.
En base a ello, acotó, la empresa podrá seguir funcionando evitando que «esto no se transforme en un brote».
St. Andrews aseguró en un comunicado que al ser notificados, detuvieron todo el proceso y sanitizaron la planta completa, «especialmente los sectores donde trabajaron los colaboradores contagiados hasta la semana anterior» dijeron, aunque no explicaron si tal medida la habían aplicado ya el 21 de mayo cuando los hoy confirmados se fueron a cuarentena preventiva por haber tenido contacto estrecho con positivos.
Además, informaron que decidieron enviar a cuarentena a todos los integrantes de las «cuadrillas» que trabajaron hasta antes del 21 de mayo con los pacientes, aunque tampoco explicaron si desde ese día habían tomado las providencias preventivas ad hoc.
Añadieron que luego de sanitizar, volvieron a labores normales, asegurando que «dado el estricto cumplimientos de nuestros protocolos internos de trabajo en cuadrillas, que implica que trabajadores con un mismo origen se desempeñen en una misma zona y utilicen espacios comunes segregados, es que la Autoridad Sanitaria permitió mantener la operación de la planta desde el turno siguiente en adelante».
Lo interesante es que el 21 de mayo el alcalde Gustavo Lobos Marín (pro UDI) y el gerente de la empresa Eduardo Ferrari mantuvieron una reunión en la planta sin que en esa instancia, se transparentara a la comunidad que ya habían sospechosos. Se desconoce por ahora si la primera autoridad comunal sabía.
Ferrari decía ese día «nosotros desde que empezó todo esto tenemos un montón de protocolos (…) no sólo la sanitización de todos los vehículos que entran sino que también tenemos separada a toda la gente que trabaja con nosotros como en ‘células’ (…) sobre cada bus que viene de cada destino, esa gente se mantiene separada dentro de la planta en una función determinada, almuerzan separados y tratamos de mantener eso como protocolo de seguridad permanente».
Ese 21 de mayo se indicaba que aportarían algunos insumos para el CESFAM de Quemchi, aunque aquello no se detalló, mientras que se esbozó que apoyarían en la toma de muestras de exámenes PCR sin mayores precisiones. Eso sí, según el alcalde: «ellos están haciendo toma de exámenes rápidos aquí en la planta», aunque se desconoce el alcance de aquello y a quién o quienes se les ha aplicado.
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