Quinchao: informe revela un sospechoso en homicidio de isla Caguach. Está vigilado

Fotografía: Mónica Mansilla Muñoz.
Véase también:
Quinchao: confirman identidad de mujer tras posible homicidio en isla Caguach.
Quinchao: Brigada de Homicidios a isla Caguach tras hallazgo de mujer fallecida.
Quinchao: PDI en frenética búsqueda de asesino(s) de mujer en isla Caguach.

ISLA CAGUACH, QUINCHAO (La Opinión de Chiloé) — Infructuosas han sido las diligencias realizadas por detectives de la Policía de Investigaciones de Chile en la comuna de Quinchao para individualizar a el o los responsables que estarían detrás de un violento homicidio ocurrido en isla Caguach, Quinchao, y que quedó al descubierto hace menos de un mes.

Tal y como reportó preliminarmente La Opinión de Chiloé, la víctima identificada como Mónica del Carmen Mansilla Muñoz (54 años) fue encontrada fallecida por una hermana, señalándose que yacía sobre la cama de su dormitorio en la casa habitación que ocupaba en el sector La Capilla de la ínsula, y que presentaba claras evidencias de haber sido asesinada.

La Brigada de Homicidios ha realizado un conjunto de acciones para reconstruir las últimas horas de la víctima, determinándose que existe al menos un sospechoso del crimen, con nombre y apellido, cuyos pasos se han seguido sigilosamente a la espera de peritajes pendientes. La Opinión de Chiloé accedió a algunos antecedentes que se manejan en esa unidad, los que serán expuestos grosso modo. Se omitirán otros datos clave, entre ellos dos incidentes graves donde la mujer estuvo al borde de la muerte, y que tendrían como protagonista al mismo sujeto.

El hallazgo del cadáver

Lo que se sabe es que Mónica del Carmen fue encontrada por su hermana boca arriba sobre su cama con un cobertor tapado hasta su cabeza, acción que indicaría la existencia de apego sentimental por parte de quien la habría matado.

La mujer tenía las mismas vestimentas que usó en una fiesta realizada en la Escuela Caguach la noche anterior y madrugada del día que murió, aunque los peritos constataron que varias de sus prendas estaban «desplazadas»; eventualmente la habrían intentado desvestir a la fuerza.

El análisis externo policial del cadáver dio cuenta de lesiones atribuibles a terceros, esto es, hematomas en rostro, brazos y piernas, por golpe y agarre, además de marcas concordantes con una asfixia por estrangulamiento utilizando para ello un elemento duro.

La autopsia realizada en el Servicio Médico Legal permitió observar infiltraciones sanguíneas a nivel de ambas escápulas (omóplatos), pudiendo inferir que alguien la retuvo por la fuerza en una posición de dominación posterior y que se habría puesto sobre su cuerpo violentamente.

En este punto se debe indicar que hace algunos años la mujer había sido operada de un tumor cerebral quedando con secuelas tales como la pérdida de fuerza en sus extremidades superiores, algo que no habría permitido que se defendiera.

Se presume que la agresión comenzó en la casa de la víctima, quien fue acostada sobre su cama, donde ocurrió el estrangulamiento (desde atrás y sobre su cuerpo), dejándola tapada con el cobertor de su cama, con su teléfono celular a sus pies.

Se levantaron muestras de tierra y arena, además de muestras de cabello encontradas en su polerón junto con manchas pardo rojizas en la misma prenda, en el colchón y frazadas.

El análisis del sitio del suceso, además, ha permitido establecer que no existe violencia, fracturas o forzamientos en las cerraduras de puertas y ventanas, por lo que el homicida sería conocido de la víctima. Habría ingresado a la casa por sus propios medios al tener las llaves, o ingresó porque ella le abrió la puerta.

El motivo del homicidio no sería un robo, porque en particular, no se produjo la desaparición de especies o dinero. Tampoco hubo desorden al interior del inmueble, no existen improntas o demarcaciones en paredes, el suelo o en estructuras de baño y cocina, ni tampoco fracturas en los muros o desplazamiento de cortinas o muebles.

Claro está, eso sí, que la inexistencia de indicadores de lucha serían consistentes con la pérdida de fuerza en sus extremidades superiores que padecía la mujer como secuela, tras padecer el tumor cerebral ya referido.

La Opinión de Chiloé tuvo a la vista el Informe de Autopsia n.° PM-T-369-19, del Servicio Médico Legal de Puerto Montt, donde se expone una gran cantidad de lesiones vinculadas a una atroz golpiza en distintas partes del cuerpo, con al menos 25 hematomas de mayor y menor tamaño de pies a cabeza, incluyendo una fractura en la columna. Los detalles se omitirán.

«Las lesiones que se evidencian en el cuerpo son recientes, vitales y letales, con elementos de participación de terceros, siendo la causa de muerte del tipo homicida. La data de muerte de la occisa se evalúa desde el ingreso al servicio el día viernes 20/12/19 a las 11.30 am y desde ese instante se calcula una muerte aproximada mayor a 28 horas y menor a 31 horas», dice el informe.

La licenciatura del 18 de diciembre

La noche del miércoles 18 de diciembre se licenciaron varios niños de octavo básico de la Escuela Rural Caguach, desarrollándose una fiesta en dicho establecimiento, al que asistieron los vecinos del sector.

Luego de una cena, se realizó un baile amenizado por un grupo musical venido de Quellón. La víctima participó activamente compartiendo con distintos vecinos, siendo observada por el sospechoso. No era la primera vez que era vigilada, toda vez que existen antecedentes respecto a que antes era «espiada» desde casas vecinas por el mismo sujeto, haciendo que la mujer viviera en permanente estado de tensión, manteniendo las luces de su casa encendidas de forma permanente.

El día de la fiesta, el aludido se retiró temprano a casa de un familiar donde fue llevado en vehículo por un vecino; dos testigos lo vieron llegar y retirarse a su dormitorio sin saber nada más de él hasta el otro día. Posteriormente, la víctima decidió ir a su casa acompañada por una sobrina, aproximadamente a las 02.00 horas de la madrugada del jueves 19 de diciembre, revisando que nadie hubiese ingresado por detrás a su vivienda, retornando a la fiesta para luego retirarse de ella aproximadamente entre las 03.30 y las 03.45 horas; fue acompañada por dos sobrinos hasta la puerta, donde ingresó utilizando sus llaves. El homicidio ocurrió posterior a esa hora.

Las actitudes dudosas

Varios vecinos entrevistados en isla Caguach coinciden en que el sospechoso ha continuado con su vida normal, aunque eso sí, no ha dejado de llamar la atención que reiteradamente ha manifestando a los vecinos que «las huellas van a decir la verdad». Este punto es importante porque tanto en la casa de Mónica como en dependencias del lugar donde trabaja el aludido fueron observados y fijados fotográficamente, guantes de látex color blanco, tipo transparentes, de la misma marca. ¿Por qué alude a la existencia de huellas dactilares?

Además, cuando fue entrevistado, conminó a los detectives a solicitar el registro GPS de la camioneta que maneja, a sabiendas que el monitoreo se encontraba fuera de servicio la semana del 16 al 22 de diciembre ya que sus jefes lo habían notificado. O sea, se podía desplazar sin problemas por la isla al estar sin la supervisión de sus superiores. ¿Por qué alude a la existencia del GPS cuando se le había avisado días antes que ese 19 no funcionaría?

Afirmó además que el día del homicidio estuvo todo el día en su trabajo, sin embargo, en horas de la mañana fue a comprar zanahorias a un local que queda al lado de la casa de Mónica (a esa hora ya habría estado fallecida), algo extraño porque rara vez iba a comprar al negocio y cuando lo hacía, era para comprar cigarros sueltos. Además, fue visto al mediodía manejando la camioneta sin GPS acompañado de otra persona. ¿Por qué ocultó sus viajes en horario de trabajo?

Por otro lado, el mismo 19 de diciembre, un operador de lancha recibió un raro llamado telefónico por parte del sospechoso preguntando si Mónica había abordado la nave de pasajeros en la mañana para ir a Achao. Era la primera vez que el operador recibía un llamado de ese tipo por parte del sujeto, más cuando la mujer tenía su propia embarcación para desplazarse entre las islas, lo que era de conocimiento de todos en la ínsula.

Adicionalmente, el suejto indicó haber dormido toda la noche, pero existen registros de movimientos de información o datos de su teléfono celular, algunos de ellos justo en un horario donde se presume, podría haber ocurrido el deceso. ¿Por qué ocultó el uso de su teléfono celular y por qué mintió?

Las dudas entre vecinos de isla Caguach han sido patentes desde la muerte de Mansilla Muñoz, y más cuando entre ellos se comentan dos hechos enormemente violentos donde la mujer vio peligrar su integridad física, situaciones que La Opinión de Chiloé está indagando. El nombre del sospechoso se mantendrá en reserva, aunque ya sería vox populi en toda esa pequeña ínsula. ¿Por qué no lo detienen? hay peritajes pendientes, exámenes de ADN y test fisicoquímicos de diversas muestras que aún se trabajan.

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