
VALPARAÍSO (La Opinión de Chiloé) — Extensa difusión tuvo hace algunos días atrás una especie de conferencia de prensa liderada por la Directora del Servicio de Salud Chiloé, Marcela Cárcamo Hemmelmann, y el Delegado Presidencial de Chiloé, Armando Barría Oyarzún, quienes aseguraban estar contentos al aludir a una supuesta reducción en las listas de espera que existen en toda la Provincia, y que alcanzaría al 21% en todo el 2022.
A este respecto, fuentes independientes consultadas por La Opinión de Chiloé aclararon que esta información sería falsa ya que en realidad durante el año que finalizó existió un aumento del 8,2%, vale decir, la resolutividad en toda la red de salud del archipiélago empeoró alarmantemente. ¿Porqué la Diectora del Servicio de Salud Chiloé califica como «avance» lo que es un evidente «retroceso»?
Las cifras son claras: al 31 de diciembre 2021 existían 25.763 solicitudes pendientes, mientras que al 31 de diciembre de 2022 existían 27.872 solicitudes pendientes, o sea, es absolutamente alejado de la realidad alguna supuesta disminución en 2022 de las listas de espera.
Precisando, estos datos corresponden a información extraída desde el Sistema de Gestión de Garantías Explícitas de Salud (SIGGES) al 10 de enero de 2023 y desde el Sistema de Gestión de Tiempos de Espera (SIGTE) al 13 de enero de 2023, datos que no pueden ser manipulados, y que fueron entregados en un extenso informe al Congreso Nacional en el marco de la Ley n.º21.395.
En particular, La Opinión de Chiloé accedió a este informe firmado por el Subsecretario de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud, Fernando Araos Dattoli, y que fue entregado a las Comisiones de Salud del Senado y de la Cámara de Diputados, además de la Contraloría General de la República y la Comisión Especial Mixta de Presupuestos del Parlamento, entre otros, mediante el Ord. C202 n.°331 de fecha 27 de enero de 2023.
Luego, se desconoce el porqué tanto la Directora del Servicio de Salud Chiloé como el Delegado Presidencial de Chiloé salieron el 25 de enero de 2023 argumentando una presunta resolutividad del 21% y de estar «contentos con eso, con el avance» según Cárcamo Hemmelmann, o que esto era una «esperanza para trabajar en 2023» según Barría Oyarzún.
Según la funcionaria, su felicidad se relacionaría con que habrían realizado «una serie de procedimientos, intervenciones quirúrgicas, consultas… más de 4.300 atenciones de salud que se han realizado en este período, y eso ha permitido dar una resolutividad del 21%».
«El foco estuvo puesto en todas aquellas personas que esperaban más allá de dos años; bueno, las personas que tenían mayor tiempo de espera, fueron las priorizadas en esta estrategia y fueron las que fueron atendidas», dijo, sin entregar mayores precisiones sobre cómo calculó los porcentajes o si el «avance» al que aludió sólo se refería a las listas de pacientes que llevaban esperando desde antes del 31 de diciembre de 2020, por ejemplo.
Pues bien, el reporte que se distribuyó en diversas reparticiones públicas encargadas de fiscalizar es claro: no existió una mejora neta en la resolutividad de los pacientes en listas de espera en Chiloé, sino que todo empeoró en 2022 según indica el documento elaborado por el Departamento de Estudios, Innovación e Información para la gestión del Gabinete de la Subsecretaría de Redes Asistenciales.
¿Existe un atentado a la fe pública cuando se sale a anunciar en diversos espacios información de dudosa procedencia o no contrastable? El reporte vuelve a confirmar que hay datos preocupantes, y que incluso si se asumiera que se hicieron esfuerzos durante el último trimestre del año para mejorar la situación de los que estaban esperando, evidentemente no se puede indicar que hubo una mejora ya que si al 30 de septiembre de 2022 se acumulaban 26.782 solicitudes pendientes, al 31 de diciembre de 2022 existían 27.872 solicitudes pendientes, por lo que en menos de tres meses las listas de espera subieron un 4,07%.
Es más, tras una revisión exhaustiva de los datos desde que asumió el actual Gobierno permite concluir que todo se ha visto agravado, existiendo una aparente estrategia para ocultar o no abordar a nivel público los problemas de resolutividad. Y las declaraciones de Cárcamo Hemmelmann y Barría Oyarzún así lo dejarían entrever.
Así las cosas, y según expuso la Subsecretaría de Redes Asistenciales el 27 de enero de 2023 ante el Parlamento, el estado de la situación actual de las listas de espera no ha mejorado en absoluto en Chiloé, siendo este problema transversal tanto a nivel de especialistas como en cirugías, sin perjuicio de lo que pasa con aquellos pacientes GES, que supuestamente por ley deben ser atendidos preferencialmente y en plazos predefinidos.
Desglosando, respecto a las interconsultas pidiendo atención de especialistas, las cifras disponibles hasta el 31 de diciembre de 2022 indican que hay 22.667 solicitudes pendientes, un aumento del 10,71% respecto del 31 de diciembre de 2021 cuando habían 20.474 solicitudes pendientes.
A este respecto, un 59,81% de las interconsultas pidiendo la atención de un médico especialista son para pacientes mujeres y un 40,19% para pacientes varones, proporción que no ha variado significativamente ya que se mantiene dentro de los parámetros existentes en los registros históricos.
El promedio de días de espera para que un especialista le entregue una hora a cualquier chilote es de 340 días, vale decir, casi 11,3 meses para recibir atención, o sea, desde que un médico general deriva hacia otro profesional especializado, transurre casi un año para que llegue la hora.
Se estima que hay 3.253 interconsultas que están pendientes entre 1 y 2 años, 954 interconsultas que están pendientes entre 2 y 3 años, y 1.971 interconsultas que están pendientes más de 3 años. Luego, las restantes 16.489 solicitudes tienen un plazo menor a 1 año, con 6.543 de ellas ingresadas durante el último trimestre de 2022.
Los datos indican que alrededor de un 50% de los que se encuentran en las listas de espera para especialistas habrían ingresado durante el segundo semestre de 2022, lo que representa un deterioro importante en los niveles de resolutividad en la Provincia de Chiloé. No, no hubo una mejora.
Respecto a aquellos pacientes AUGE-GES que no han sido atendidos dentro de los plazos que fija la ley, al 31 de diciembre de 2022 se registraban 885 solicitudes de garantías de oportunidad GES retrasadas, un aumento del 3,27% respecto del 31 de diciembre de 2021 cuando habían 857. Es más, lo preocupante de todo es que sólo durante el último trimestre de 2022 hubo un aumento del 7,39% ya que pasó de 798 solicitudes a 857. No, no hubo una mejora.
Hay que recordar que la legislación actual otorga plazos bien explícitos para un conjunto de 85 problemas de salud vigentes por Decreto, por lo que esas 857 solicitudes atrasadas no debieran existir al estar incumpliendo los plazos exigibles por ley al considerar pacientes con algunos tipos de cáncer bien agresivos, VIH/Sida, artritis reumatoide, cataratas, enfermos renales crónicos en etapa 4 y 5, entre otros.
Un 55,6% de los que están en esta lista son mujeres (492 solicitudes), mientras 44,4% son varones (393 solicitudes). En promedio, todos estos pacientes AUGE-GES llevan esperando 224 días por una atención, o sea, casi 7,5 meses.
Respecto a las cirugías, al 31 de diciembre de 2022 la lista de espera tiene 4.320 intervenciones quirúrgicas pendientes, representando una baja del 2,51% respecto al 31 de diciembre de 2021, donde ya se consignaban 4.431 cirugías pendientes.
Este tipo de lista de espera fue la única que en términos netos bajó, aunque hay que ser bien cautos con esta eventual «mejora» ya que históricamente 1 de cada 5 chilotes no recibe cirugía y es sacado del listado por razones administrativas, o porque falleció o porque encontró solución en el sistema privado o porque se agravó y requiere otro tipo de intervención.
El tiempo de espera promedio para que cualquier chilote reciba una cirugía es de 613 días, vale decir, casi 20,4 meses para que un paciente cualquira con requerimiento de intervención quirúrgica tenga una solución.
Sobre los pacientes que esperan una hora para pabellón, un 44,05% son varones (1.903 cirugías pendientes) y un 55,95% son mujeres (2.417 cirugías pendientes), proporción por género que se ha mantenido en rangos similares durante los últimos años.
Se estima que hay 780 cirugías pendientes esperando entre 1 y 2 años, 359 solicitudes pendientes entre 2 y 3 años, y 1.194 cirugías que están pendientes más de 3 años. Luego, las restantes 1.987 solicitudes tienen un plazo menor a 1 año.
En el reporte de la Subsecretaría de Redes Asistenciales no se mencionaron cuántas personas fueron sacadas de las listas de espera sin haber recibido la prestación que requerían, o sea, no se detalló cuántos han salido de manera administrativa. En el anterior gobierno de Sebastián Piñera se había creado un registro público para monitorear este tipo de datos, sin embargo, éste se dejó de actualizar en 2019.
El informe que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé es aquel que la Subsecretaría de Redes Asistenciales debe enviar al Congreso en cumplimiento a lo dispuesto en la Glosa n.°06 asignada a la Partida del Ministerio de Salud en la Ley de Presupuesto, por lo que expone datos duros que son incuestionables y no manipulables, siendo esta la única fuente confiable y fidedigna al usar los datos disponibles en los sistemas de recopilación de datos SIGGES y SIGTE.
En general, dentro de las especialidades médicas que mantienen mayor volumen de personas sin atención siguen estando Oftalmología, Otorrinolaringología, Traumatología y Ortopedia, Cirugía General, Ginecología, Dermatología, Neurología adulto, Urología, Medicina Interna y Cardiología. Para las especialidades odontológicas, el mayor volumen de personas se encuentra en rehabilitación oral, ortodoncia y ortopedia dento máxilo facial y endodoncias.
El informe completo del estado de las listas de espera por Servicio de Salud al 31 de diciembre de 2022 se presenta a continuación:
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