SANTIAGO (La Opinión de Chiloé) — Un sorpresivo incremento de pacientes diagnosticados con gonorrea reveló recientemente el Instituto de Salud Pública (ISP) a nivel país, luego que se reportara un aumento de 208,3% en los casos confirmados para 2015 en comparación a 2010, observándose que en cada año del período de estudio predominaron las cepas provenientes de hombres alcanzando un 90,2% del total de confirmaciones entre 2010 y junio 2016.
De acuerdo al Boletín de Laboratorio y Vigilancia al día para Neisseria gonorrhoeae entre 2010 y 2016 publicado por el ISP al que accedió La Opinión de Chiloé, los casos confirmados de gonorrea subieron en el país de 532 en 2010 a 1.640 en 2015, mientras que hasta junio de 2016, ya se había observado 869 pacientes con la cepa, reflejando un aumento de casos confirmadas del 5,8% en comparación con el mismo periodo del año 2015.
Para el caso de la Provincia de Chiloé, si a 2010 se diagnosticaron 2 casos, en 2015 ya se empinaban por los 22, representando una variación de 1000%, mientras que a junio de 2016, ya habían 8 casos reportados. Aunque comparados con los 53 pacientes consignados por el Servicio de Salud del Reloncaví en 2015 (provincias de Llanquihue y Palena) pareciera que las cifras esgrimidas por el Servicio de Salud Chiloé no son tan altas, sin embargo en términos de tasa de prevalencia poblacional, la de Chiloé es mayor, superando incluso en más de 10 veces las vistas en Osorno el 2015 y está totalmente alejado de los cero casos en Valdivia.
Esta infección de transmisión sexual frecuentemente es transmitida por personas que no presentan síntomas o que teniéndolos, son de carácter leve por lo que no han acudido a una consulta médica escapando a un tratamiento a pesar de continuar sexualmente activos. De hecho, un antiguo estudio publicado en The New England Journal of Medicine indica que alrededor de un 70% de los hombres contagiados no tienen síntomas, mientras que posteriores estudios expuestos en el American Journal of Obstetrics & Gynecology y en el Journal of the American Medical Association indican que entre un 25% y 50% de hombres cuyas parejas presentaban la infección si tenían la bacteria a nivel uretral, pero sin síntomas. Para las mujeres, algunas investigaciones del Centers for Disease Control and Prevention de Estados Unidos sugieren que sobre el 80% de las infectadas no tienen síntomas. Así, si se extrapolaran los porcentajes, los casos detectados en Chiloé podrían subir hasta 73 sólo en 2015.
El informe del organismo estatal también revela los resultados del análisis de susceptibilidad antimicrobiana del total de cepas de N. gonorrhoeae para el período 2010–junio 2016, determinándose que existe un aumento a la resistencia a algunos antibióticos (eventualmente por el mal uso de éstos de la población); en efecto, para el ciprofloxacino la resistencia subió de 31% en 2010 a 63% en junio de 2016, mientras que la penicilina pasó de un 33% de resistencia al 49%. La ceftriaxona y cefixime siguen manteniendo su eficacia, además de la azitromicina, cuya resistencia paso del 1% al 5%, dentro de márgenes no alarmantes.
Síntomas
La gonorrea sin tratamiento puede derivar en complicaciones tales como su diseminación sistémica, provocando pústulas en la piel o petequia, artritis séptica, meningitis o endocarditis. En los hombres, la enfermedad puede provocar la inflamación del epidídimo, próstata y uretra cuando no se trata, mientras que en las mujeres, el resultado más común de la gonorrea no tratada es la enfermedad pélvica inflamatoria.
Otras complicaciones incluyen la inflamación del tejido que rodea al hígado, artritis séptica en los dedos, muñecas, dedos de los pies y los tobillos, aborto séptico, corioamnionitis durante el embarazo, ceguera neonatal o en el adulto por conjuntivitis e incluso infertilidad. Además, es posible que algunos varones que hayan tenido gonorrea posean un mayor riesgo de contraer cáncer de próstata.
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