QUEILEN (La Opinión de Chiloé) — En prisión preventiva tras la audiencia de control de la detención y formalización de la investigación quedó un sujeto oriundo de Queilen aprehendido la noche de este miércoles tras presuntamente protagonizar una violenta agresión hacia su expareja, quien terminó con lesiones de carácter grave en el Hospital Dr. Augusto Riffart de Castro.
De acuerdo a antecedentes judiciales que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, los hechos habrían ocurrido en una vivienda de calle José Manuel Andrade cuando Víctor Hugo Haro Miranda, violando una orden de alejamiento vigente por otra agresión, ingresó a la propiedad de M.P.Ll.R. iniciando una discusión que terminó en una brutal golpiza la que le provocó a la víctima diversas lesiones, incluyendo una grave fractura en el rostro.
Fuentes ligadas al caso aluden a que el origen del ilícito se habría dado tras un presunto ataque de celos del delincuente residente en Agoní Alto hacia la mujer, aunque ya no mantenían vínculo afectivo alguno hace bastante tiempo; es más, ella convivía con otra persona quien la defendió al momento de la golpiza y pudo retener al sujeto a la espera de personal policial con la ayuda de un vecino.
El imputado fue detenido alrededor de las 23.40 horas según el parte n.°80 del 05/06/2019 del Retén de Carabineros de Queilen, mientras que este jueves fue formalizado como presunto autor de los delitos de desacato, lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar hacia la mujer y lesiones menos graves con respecto al conviviente de ella. Se decretó la prisión preventiva y un plazo de investigación de 60 días.
Hay que indicar que el 28 de marzo pasado el delincuente había accedido a una suspensión condicional del procedimiento luego que la misma mujer lo denunciara por otra golpiza ocurrida alrededor de las 20.30 horas del 22 de febrero en el sector de La Puntilla; en esa oportunidad, el sujeto habría perseguido a la mujer por el centro de Queilen hasta agarrarla de manera literal a combos. La juez, un mes después, lo dejó en libertad y decretó la prohibición absoluta de acercarse a la víctima, además de la obligación de someterse a una evaluación diagnóstica y eventual tratamiento que diga relación con el control de impulsos e ira.
Sin embargo, la decisión de la magistrado no sirvió de nada y hoy la mujer enfrenta un largo proceso de recuperación tras una severa fractura en el rostro por la nueva agresión que lo dejó, ahora, en prisión preventiva por representar un peligro para la víctima. Se revocó, en consecuencia, la suspensión condicional del procedimiento de marzo y se acumularon las causas.
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