SANTIAGO (La Opinión de Chiloé) — En medio de varios incidentes registrados en la región de Los Lagos, la Empresa de Servicios Sanitarios, controlada por Aguas Andinas y por la sociedad del exdueño del Líder Felipe Ibáñez, reportó recientemente ganancias por $4.599.925.000.- los primeros seis meses de este 2019, con un 2,4% más que en igual periodo de 2018, cuando obtuvo $4.491.610.000.-
De acuerdo a información financiera a la que accedió La Opinión de Chiloé, el resultado se da en medio de serios cuestionamientos a las operaciones de la compañía en ciudades como Osorno, Puerto Varas y Ancud, con sendas indagatorias a cargo de las fiscalías de las tres comunas junto con acciones legales en el Tribunal Ambiental de Valdivia.
Las cifras muestran que los ingresos por actividades ordinarias (agua potable, recolección, tratamiento y disposición de aguas servidas) crecieron un 8,1% pasando de $27.971.951.000.- el primer semestre de 2018 a $30.249.956.000.- el primer semestre de 2019.
Desglosando, los ingresos por venta de agua potable subieron un 7,91% aunque el volumen de agua creció un 2,7%; los ingresos por recolección de aguas servidas crecieron en 6,3% aunque el volumen de aquéllas lo hizo en 2,2%. La cantidad de clientes en tanto, creció este primer semestre en 0,8%, vale decir, alrededor de 1.850 clientes.
El incremento en las ganancias de 2,4% podría haber sido mucho mayor de no ser por el pago de multas que entre enero y junio de este año alcanzaron a $1.336.000.000.-, las que fueron aplicadas por la Superintendencia de Servicios Sanitarios. De no haber existido tales multas, las ganancias de Essal podrían haber subido un 25% en sólo seis meses.
Hay que aclarar que dentro de esas multas no están las que se aplicarían tras los incidentes de corte de agua potable en Osorno (que estuvo varios días sin servicio a partir del 11 de julio) y la contaminación de la Bahía de Ancud de hace algunos días atrás. Además, y particularmente sobre lo que pasó en Osorno, la oferta de compensar a clientes con alrededor de $1.900 millones permitiría a Essal aún tener ganancias por $3.000 millones sólo el primer semestre y subiendo.
Es más, en provisiones ya hay reservados $1.625.103.000.- para potenciales multas a pagar a fines de junio de 2019; en términos simples, la empresa ya considera que deberá pagar ese monto por corresponder a multas cursadas por la SISS. La mayoría corresponde «principalmente a incumplimiento de instrucciones e infracción a la continuidad y calidad del servicio entregado» dice Essal, aunque aclara que «no obstante éstas pueden ser reclamadas judicialmente», o sea, que irá a tribunales a pedir que se las rebajen o que las dejen sin efecto.
En cuanto a sus costos, La Opinión de Chiloé observó en los documentos financieros de la empresa datos bien interesantes. Por ejemplo, los desembolsos por operación de plantas de tratamiento cayeron un 8,4% este primer semestre, vale decir, Essal se ahorró alrededor de 83 millones de pesos; no así para el caso de las mantenciones y reparación de equipos, donde vio crecer sus desembolsos en 24,3% al igual que en servicios comerciales, donde tuvo que pagar un 35,7% más.
Más allá de eso, el EBITDA de la compañía llegó a $12.363 millones entre enero y junio de 2019, exhibiendo un incremento del 4,1%, en comparación al EBITDA de 2018 para el mismo período.
Los inversionistas de Essal debieran estar relativamente tranquilos dado que la tasa de rendimiento que obtienen los propietarios de la empresa, respecto de la inversión representada por el patrimonio, corresponde al 16,93%, presentando un aumento respecto a igual período del año pasado cuando llegó a 15,30%. En términos sencillos, si el 1 de enero de 2019 los dueños de Essal invirtieron $1000.-, al finalizar junio ha acumulado casi $1170.-
La utilidad por acción llegó a $12,87, creciendo levemente respecto al primer semestre de 2018 cuando llegó a $12,76.
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