ANCUD (La Opinión de Chiloé) — Una importante noticia es la que durante este miércoles anunció el alcalde de la comuna de Ancud, Carlos Gómez Miranda, respecto a un anhelado proyecto del centenario Cuerpo de Bomberos de la ciudad que busca descentralizar geográficamente sus unidades y equipos de voluntarios.
De acuerdo a información recopilada por La Opinión de Chiloé, el anuncio se enmarca en el ya conocido proyecto de dos nuevos cuarteles en distintas partes del radio urbano de Ancud (Bonilla e Inés de Bazán), y que llevan años gestándose.
Fue en una reunión con dirigentes y vecinos del sector Inés de Bazán que la primera autoridad comunal señaló que darían el vamos a gestiones concretas para levantar un nuevo cuartel ahí, el que sería ocupado por la Segunda Compañía del Cuerpo de Bomberos, que desde 1861 se emplaza en las dependencias generales frente a la Plaza de Armas.
Gómez dijo que «en reunión que participó la Junta de Vecinos del sector, el Jardín Infantil Piolín y el Directorio General del Cuerpo Bomberos, se ha conseguido la visación de esta institución para iniciar el gran proyecto de construcción de un nuevo cuartel de Bomberos en Población Inés de Bazán».
Tal paso era la etapa previa para iniciar la búsqueda de recursos sectoriales en organismos estatales como el gobierno regional, pero se necesitaba el visto bueno de los bomberos respecto al terreno.
En particular, los voluntarios poseen hace varios años un lugar en ese populoso sector de la ciudad de Ancud, el que a mediados de la década de 2000 habría sido destinado a este nuevo cuartel. Así lo ha señalado José Cárcamo, Superintendente de la institución: «ahí existe un terreno que es de propiedad de bomberos y que hace 15 años más o menos, el directorio acordó que la Segunda Compañía se instalará en esa área con un cuartel».
La idea de esta nueva infraestructura en Inés de Bazán tiene larga data, remontándose a la década de 1960 cuando se planteó de manera seria iniciar la descentralización.
El tema durmió por bastante tiempo debido a que las particularidades de la ciudad hacían que los tiempos de respuesta ante emergencias estén dentro de rangos manejables, mientras que los extremos del radio urbano no ocasionaban mayores complejidades de traslado de las unidades.
Cuando en 1949 se decidió levantar el actual cuartel general (tras el incendio del Teatro La Bomba el 16 de julio de ese año), parecía lógico seguir con todas las compañías en el centro, más aún cuando la mayoría de las grandes emergencias en Ancud se daban precisamente en el área circundante.
Sin embargo, la expansión de la ciudad durante los últimos 15 años ha cambiado tal lógica de emplazamiento, fortaleciendo los proyectos de Bonilla e Inés de Bazán.
Varias décadas después de la idea de 1960 —a comienzos de 2010— el proyecto volvió a reactivarse, mencionándose que se estaba en gestiones para los diseños que iban a incluir las normas posteriores al terremoto de ese año, indicándose además que la fecha tentativa para la postulación de esta iniciativa (y la de Bonilla) podría ser en 2011 según el alcalde de esa época, Federico Krüger. Bonilla logró recursos para su diseño en 2016 (alrededor de 45 millones) e Inés de Bazán espera.
¿Por qué el anuncio del alcalde es relevante? Se debe indicar que a través de la glosa de Bomberos que el Gobierno Regional de Los Lagos entrega anualmente, existe un fondo equivalente al 2% del presupuesto regional (algo así como 2.500.- millones de pesos) los que se destinan a diversos fines de esta institución, entre ellos la adquisición de material mayor, diseño de proyectos, compra de materiales y etcéteras, pero para todos los 35 cuerpos de bomberos de Los Lagos, por lo que al ser dineros acotados, se rotan las comunas.
Luego, si se estima que la inversión requerida para el cuartel de Inés de Bazán podría rondar los $1.000 millones y la de Bonilla era de alrededor de $600 millones en 2016 (hoy podría ser muy superior), entonces concretar la construcción se vuelve extremadamente complejo porque implicaría solicitar una parte significativa de la glosa en comento sólo para Ancud.
Por lo tanto, la «visación» aludida por el alcalde implicaría que se podrían buscar los recursos desde otras fuentes sin necesariamente entrar a batallar por el 2%, permitiendo que el municipio y otras organizaciones sociales realicen gestionen «a nombre» de bomberos.
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