Tras ser declarado culpable de los delitos de violación y abuso sexual continuado, L.A.L.L. (48 años) fue sentenciado a cumplir una pena de 7 años de prisión efectiva por el primer delito y a 4 años de libertad vigilada por el segundo, todo tras los aberrantes actos cometidos contra un niño desde los 5 años, y que se extendió entre enero de 2010 y febrero del 2014 cuando, con 9 años, el menos se atrevió a denunciarlo.
Según consignó La Opinión de Chiloé, los hechos fueron revelados en febrero de 2014 cuando la víctima le contó a su madre que el pederasta, que tomaba pensión en la casa de su abuela de crianza, lo ultrajaba desde hace años, ante lo cual la mujer denunció inmediatamente al sujeto. El 5 de marzo de 2014 pasó a control de detención y quedó en prisión preventiva, medida cautelar que se relajó a reclusión domiciliaria.
Durante el juicio, se acreditó que el sentenciado se aprovechaba de la confianza familiar para perpetrar las aberrantes vejaciones, tal y como el propio menor relató de manera valiente en una sala especial habilitada por el tribunal; el imputado trabajaba como panadero y mantenía una relación de amistad especialmente con la abuela que criaba al niño.
Además de las pena privativa de libertad y libertad vigilada, se procederá a la toma de muestras biológicas del sentenciado para determinar su huella genética e inclusión en el registro nacional de ADN de condenados.
Desde la defensa se está evaluando ingresar un recurso de nulidad en la Corte de Apelaciones de Puerto Montt buscando que eventualmente se repita el juicio dejando entrever que no están conformes con la pena por considerarla muy alta, e incluso, indicaron que buscarían desvirtuar la declaración del propio niño buscando que declare nuevamente; desde la parte acusadora en tanto, aseveraron que todo quedó acreditado y que sólo se pretende revictimizar al menor una y otra vez.
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