WASHINGTON (La Opinión de Chiloé/Agencias) — Una jornada inédita, que no se veía hace dos siglos, vivió durante el día de hoy Estados Unidos, luego que durante una sesión en el Congreso destinada a ratificar los resultados de las elecciones presidenciales del pasado mes noviembre, miles de simpatizantes de Trump se reunieran a las afueras del Capitolio para mostrar su apoyo a éste y el rechazo a lo que denominaron un supuesto «robo electoral», terminando en violentos incidentes con un grupo ingresando al edificio.
La violencia estalló la tarde de este miércoles mientras la Cámara de Representantes y el Senado debatían los resultados de las elecciones presidenciales. En esos momentos, una turba de partidarios pro Trump atravesaron las barreras colocadas a lo largo del perímetro del Capitolio, generándose disturbios.
Aproximadamente 90 minutos después, fuentes policiales confirmaron que manifestantes entraron al edificio y que se había realizado una evacuación, incluyendo la del vicepresidente Mike Pence, quien estaba listo para cumplir su rol constitucional en el proceso de ratificación de los votos electorales.
Alrededor de las 17.00 horas se producto un cuasi-enfrentamiento en la puerta principal del recinto, ello luego que los oficiales de policía apuntaran con sus armas a alguien que estaba tratando de romperla. También se fotografió a un partidario de Trump parado en el estrado del Senado a primera hora de la tarde.
«Pensé que tendríamos que luchar para salir», dijo el representante Jason Crow, demócrata de Colorado, quien además aseguró que alejó a algunos de sus colegas de las puertas instalando una especie de barricada para evitar que se abran. Tras ello, ayudó a algunos a ponerse máscaras antigás luego que funcionarios policiales aseguraran que existía la posibilidad de usar esta medida para dispersar a manifestantes que pudieran ingresar.
Varios legisladores informaron que fue la Policía del Capitolio quienes les habían ordenado que se cubrieran en el piso y que se prepararan para usar máscaras antigás.
En medio de la algarabía, una mujer recibió un disparo en los pasillos del edificio, confirmándose su fallecimiento dijo un portavoz del Departamento de Policía Metropolitana. La mujer era civil y no era miembro de ninguna agencia de aplicación de la ley, según el departamento; posteriormente, fue identificada como Ashli Babbitt, una fiel seguidora de Donald Trump y veterana de las Fuerzas Armadas.
Al menos otras siete personas resultaron heridas durante la protesta, indicándose horas más tarde que otras tres personas habían fallecido tras presentar problemas de salud. «Una mujer adulta y dos hombres adultos parecen haber sufrido emergencias médicas separadas, que resultaron en sus muertes», dijo en una conferencia de prensa Robert Contee, jefe de la policía del Distrito de Columbia.
Alrededor de las 16.30 horas el piso del Senado fue despejado de alborotadores. Se contabilizaban al menos 52 detenidos a las 21:30 horas del miércoles. Al rededor de las 19:40 horas se confirmó que todo el edificio estaba asegurado y dispuesto para que retornaran los legisladores a sus labores.
Lo ocurrido no se veía desde que los británicos atacaron e incendiaron el edificio en agosto de 1814, durante la Guerra de 1812, según Samuel Holliday, director de becas y operaciones de la Sociedad Histórica del Capitolio de los Estados Unidos.
Los legisladores comenzaron a regresar al Capitolio reanudando la sesión para confirmar la victoria de Biden sobre Trump. Los procedimientos se reanudaron alrededor de las 22.00 horas.
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