
ANCUD (La Opinión de Chiloé) — En manos del Ministerio Público de Ancud estaría actualmente una indagatoria penal desformalizada en contra de personas por definir quienes, a través de redes sociales, habrían contactado a un joven para exigirle dinero luego de una conversación subida de tono e intercambio de fotos.
De acuerdo a información preliminar que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, el modus operandi ocupado es relativamente esperable y similar a otros casos ocurridos tanto en la provincia como a nivel nacional: los ciberdelincuentes se contactan con usuarios de redes sociales, principalmente hombres, con quienes resulta más fácil no sólo llevar adelante esta especie de «Sextorsión», sino que además, es más sencillo extraer altos montos de dinero.
En particular, luego del primer saludo, se inicia una conversación que pronto avanza hacia temas de connotación sexual que incluyen la recepción, por parte de la víctima, de una fotografía (o varias) de los genitales de la aludida u otras de alto contenido erótico o sexual.
Ahí, la mujer exige reciprocidad, esto es, que el varón le envíe una foto de vuelta. Puede que la conversación termine inmediatamente o puede que continúe, pero siempre finaliza abruptamente por decisión de la (o el) delincuente, quien termina por bloquear al usuario o no responder más.
Sin perjuicio de aquello, y ya concretado este «intercambio» de fotos, la víctima comienza a recibir nuevos mensaje, ya sea desde la misma plataforma o a través de mensajería WhatsApp o llamados telefónicos, exigiéndole dinero para no ser «funado».
En esta etapa, ya no es la mujer, sino que pueden ser los supuestos padres o detectives o abogados quienes comienza a acusarlo de se der parte de actuaciones vinculadas a pedofilia, mencionando que la persona con quien acaba de intercambiar mensajes sería una menor de edad.
Además, y para presionar al incauto, en ciertas ocasiones la historia que se le cuenta por parte del supuesto papá o abogado o detective incluye alusiones a un presunto intento de suicidio de la «niña», aunque no se entregan mayores detalles ni nada parecido, sólo datos genéricos o inverosímiles.
Es más, generalmente se le indica que ella está internada en algún centro asistencial (sin decir cuál) por las imaginarias lesiones que se habría autoinfligido con motivo del supuesto daño que sufrió al enviar fotos desnuda y recibir otras tantas en el mismo tenor.
Siempre en la conversación se le atribuye responsabilidad al sujeto, reiterándole que lo que estaba pasándole a la «niña» era culpa de él, amenazándolo con que lo denunciarían o demandarían. Claro está que siempre estos delincuentes ofrecen una «solución».
En particular, los mensajes normalmente son reiterados, presionando al afectado para que les deposite dinero so pena de ir a redes sociales a funarlo o ir a medios de comunicación a denunciarlo, entre otras amenazas, la mayoría impracticables o irrisorias.
Luego, cuando la víctima deposita, siguen apareciendo mensajes de personas que exigen que ahora ellos deben ser compensados en dinero por ser familiares, dando sus propias cuentas para que les envíen dinero.
Normalmente, los ciberdelincuentes entregan diversas cuentas RUT para que el incauto les transfiera. En medio del temor por las amenazas, el aludido ni siquiera verifica el nombre de a quienes les está depositando, la mayoría de ellos, delincuentes con amplio prontuario policial.
Cuando se hace una primer envío de dinero, siempre aparece una segunda o tercera o cuarta o cuantas personas sean pidiendo lo mismo, transformándose en un cuento de nunca acabar. Sólo se detiene cuando el afectado se queda sin recursos o cuando ya no contesta más.
Esto es lo que le pasó a un joven de Ancud, quien terminó por depositar a varias cuentas bancarias una suma que superó el millón y medio de pesos.
El comisario Danic Maldonado, de la Brigada Investigadora del Cibercrimen, advierte que «si alguien es afectado por este modus operandi puede enviar una copia de la conversación al correo cibercrimen@investigaciones.cl, para aclarar sus dudas o consultas. Si en cambio, ha sido víctima de esta estafa u otra similar (realizando algún pago en dinero a desconocidos) deberá concurrir personalmente hasta la unidad policial más cercana y realizar la denuncia de manera normal, para ello se recomienda llevar todos los antecedentes que ayuden a corroborar la existencia del ilícito, tales como como capturas de pantalla y comprobantes de depósitos o transferencias de dinero, presentando de preferencia una copia impresa de los mismos».
Se estima que por cada denuncia que se concreta ante las policías, al menos hay tres o cuatro que no se realizan, la mayoría de las veces por vergüenza.
Comentarios