Véase también:
Castro: fijan juicio para buzo tras salvaje tortura a su hijo desde los 5 años.
Castro: pequeño torturado desde los 5 años declara en juicio contra su padre.
CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Fuera de toda duda razonable, durante las últimas horas se confirmó la culpabilidad de Juan Antonio Vásquez Millaquén, hombre de mar que atacó de manera salvaje y reiterada tanto física como psicológicamente a su pequeño hijo desde que éste tenía 5 años.
En un juicio oral que mantenía expectante a la comunidad chilota, se pudo acreditar que el condenado practicaba diversas vejaciones físicas en contra de este pequeño que incluían sesiones continuas de correazos y ‘manguerazos’, golpes de puño, largos tiempos de hambruna, lo obligaba a comer basura de su propia casa, lo quemaba con cigarrillos, entre otras agresiones, todo en un contexto de silencio tácito de la madre y hermanos.
Además, en indeterminadas ocasiones durmió amarrado dentro de una bodega sin abrigo, y cuando este caso estalló en la opinión pública, se sindicó a la madre como presunta coautora en varias agresiones, entre ellas arrojarle agua fría fuera de la casa en pleno invierno, quemarle los pies, hacerlo dormir desnudo o sometiéndolo a castigos de hambre. Por otro lado, uno de sus hermanos (hoy mayor de edad), también replicaba algunos castigos tales como golpes.
Según consignó La Opinión de Chiloé, todo partió cuando a fines de 2012 el Tribunal de Familia decidiera sacarlo de la casa de sus abuelos para entregarlo a sus padres biológicos, en un proceso que significó un mero traslado de casa, sin previa adaptación progresiva antes del cambio, revelando una eventual falla del sistema que significó un real calvario de 18 meses para el pequeño. Sobre las negligencias evidentes por parte de los funcionarios contratados por la Corporación Municipal de Castro que se desempeñaban en la Escuela Rural de Rilán y en el Centro Comunitario de Salud Familiar, aún se desconoce si es que el actual alcalde instruirá alguna medida tras confirmarse las vejaciones en corte, toda vez que nadie realizó denuncia alguna ni se siguieron protocolos estándar para sondear lo que ocurría con el niño.
Luego, a mediados de 2014 se reveló todo cuando fue trasladado de urgencia a Puerto Montt desde la Unidad de Pediatría del Hospital Augusto Riffart donde se le diagnosticó una grave neumonía, desnutrición, marcas en todo su cuerpo y rasgos de maltrato psicológicos; fue ahí cuando el desesperado relato del niño que pedía no volver a su casa alertó a los profesionales de la salud, algo que ningún funcionario dependiente de la Corporación Municipal castreña que se desempeñaban en su escuela o en el CECOSF pesquisó.
El padre fue formalizado el 7 de agosto de 2014 por lesiones menos graves en contexto de violencia intrafamiliar, fijándose las medidas cautelares de firma quincenal, arraigo nacional y prohibición de acercarse al menor. Luego, la seguidilla de situaciones insólitas no pararon, ya que según un documento firmado por el relator ad hoc y ministro de fe del tribunal de alzada al que accedió La Opinión de Chiloé, la causa fue apelada a la Corte de Apelaciones de Puerto Montt pero el día de la audiencia el abogado querellante no se presentó.
El juicio partió la semana pasada, e incluyó el relato del niño (hoy de 9 años), quien en una sala especial fue tajante al afirmar que su padre era culpable. La Fiscalía está pidiendo una pena efectiva de 5 años de presidio por el carácter reiterado de los maltratos, mientras que la defensa busca 541 días de pena remitida. Fuentes judiciales comentaron a La Opinión de Chiloé que es bien probable que quede en libertad, salvo si se realmente se terminan sopesando las otras causas de violencia intrafamiliar que posee.
Comentarios