
ANCUD (La Opinión de Chiloé) — Relativa controversia ha provocado durante los últimos días el nombramiento por parte del alcalde de Ancud, Andrés Ojeda Care, de un nuevo Director para la Corporación Cultural Municipal de esa ciudad, quien aparentemente habría sido puesto en el cargo por ser un «hombre de confianza» de la autoridad sin que, hasta ahora, se sepa si realmente se profundizó o no en sus antecedentes curriculares e irreprochable conducta anterior, más allá que actualmente, se habría transformado en un frustrado arribo al Directorio.
Atendidas las dudas que se han asentado respecto de este caso, La Opinión de Chiloé procedió a consultar con algunas fuentes judiciales y educacionales de carácter público, de manera somera, para corroborar los trascendidos, encontrando varias sorpresas; sin perjuicio que durante este proceso, se descubrieron datos de otras personas que han arribado al consistorio y que curiosamente, resultaron tener antecedentes penales y que serán objeto de otras posibles notas según su mérito.
En primera instancia, y a través de redes sociales, el alcalde supuestamente habría sido alertado sobre lo delicado del nombramiento al tratarse de una persona que habría cumplido condena por una causa penal, tras lo cual, la autoridad dijo: «acabo de enterarme de esto! Estoy averiguando y si tuviera asidero sobre la misma solicitaré su renuncia inmediata. Aclarar, que como muchas personas que han ingresado a nuestra administración no las conocemos. Solo la hemos considerado por referencias en el área cultural. Clarificar que esos cargos no tienen remuneración y es uno más dentro de un directorio que ha sesionado en no más de 3 o 4 oportunidades».
El alcalde no explicó eso sí quién o quiénes fueron sus referencias. Continuó diciendo que: «clarificaremos a la brevedad esta situación. Nos pueden hacer 1000 críticas y las aceptamos! Sin embargos, somos de manos limpias y queremos lo mejor para nuestra comuna. Unidos donde no sobra nadie! Lamento que utilicen algo que pudiera ser tan delicado con otros temas que no tienen nada que ver. Si cualquier concejal nos hubiera hecho esta denuncia primeramente lo agradecería».
Eso sí, hay que mencionar que previamente, en Sesión Extraordinaria del Concejo Municipal n.°2 de fecha 23 de diciembre de 2024, el mismo Ojeda Care dijo que «para esta conformación del Directorio, el alcalde tiene que informarles a ustedes un Director de exclusiva confianza del alcalde, que en este caso va a ser Manuel Jesús Escobar Rivera ya, que es un ancuditano ya, que tiene vasta experiencia en gestión cultural y que creo yo que puede ser un buen aporte en el Directorio».
Añadió, en virtud del currículum que dijo poseer, que «ha trabajado en todo lo que es las esquinas culturales cierto, proyectos de audiovisual, logística, ejecución, presentación de eventos, giras por Chiloé, también es bajista de una banda experimental Dax, ha participado en distintas agrupaciones culturales y artísticas, ha coordinado, ha sido gestor cultural, ha coordinado diferentes eventos de rock, de logística de distintos tipos y [es] actual miembro colaborador en bandas de rock también, y colaborador en distintas actividades en la escena alternativa ya sea de logística o de algún tipo de otra gestión».
Ojeda Care expresó en aquella oportunidad que: «yo les informo a este Concejo, para que quede en acta, que él va a ser la persona de mi confianza en el Directorio de la Corporación Cultural», esto justo después que el concejal Pablo Sebastián Vargas Reyes le solicitara copia del currículum, la que sería enviada por la autoridad tras el anuncio del nombramiento.
Eso sí, fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé indicaron que su aprendizaje en gestión cultural, aparentemente, sería autodidacta dado que no habría cursado satisfactoriamente enseñanza media, es más, en 2024 reprobó el primer ciclo de educación nocturna según datos del Ministerio de Educación (promedio general 2,1).
Atendida la controversia, el aludido hizo sus descargos a través de redes sociales donde anunció su renuncia aseverando: «Las redes sociales se prestan para esto. Primero que todo, dejo mi cargo de director para la tranquilidad de quienes no quieren que sea participe de tal. Segundo en sesión del consejo (lo pueden buscar es la sesión 2 del concejo) el Alcalde deja bien en claro que no me conoce, que se llega a mi por la necesidad de encontrar a un Ancuditano que tenga experiencia en gestión cultural y que bajo esa premisa yo podría ser un aporte en el directorio».
Aseveró que «no le hice campaña, no hay favores políticos ni nada que se le parezca . Este cargo no recibe remuneración alguna, ni del municipio, ni de la corporación ni de nadie vinculado dentro ni fuera del municipio, yo tengo mi propio trabajo y vivo de eso. Una vez dicho esto, dejo mi certificado de antecedentes y el más grande de los agradecimientos por darme la oportunidad de tratar de aportar a levantar nuestra querida ciudad, porque si bien es cierto hay situaciones que producto de la juventud y [es] parte de la naturaleza humana y el proceso de crecimiento, No soy un Delincuente!».
En el certificado de antecedentes que habría compartido sería para fines particulares, el que indica que no posee antecedentes penales. Además, en el registro unificado del Sistema Judicial no hay causa vigente que lo mencione.
Pues bien, de acuerdo a antecedentes judiciales que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, el 30 de diciembre de 2024, a poco más de 1 semana de dicha sesión, el aludido pidió que se certifique el cumplimiento de una condena por el delito de estafa perpetrado entre febrero de 2009 y agosto de 2010 en causa RUC 1000826313-8 RIT O-784-2011 seguida ante el Juzgado de Garantía de Ancud, y que involucraría su participación en parte de una serie de ventas fraudulentas de celulares en Saesa que en su caso, sumarían alrededor de 7,2 millones de pesos.
Por sentencia de fecha 16 de abril de 2014, se le impuso una pena de ciento cincuenta (150) días de presidio menor en su grado mínimo que fue conmutada por una suspensión condicional de la sanción, y a la accesoria de suspensión para cargos y oficios públicos durante el tiempo de la condena y a una multa a beneficio fiscal de una unidad tributaria mensual. Con fecha 8 de mayo de 2015, se exime al sentenciado del pago de la multa que se le había impuesto por razones que se mantendrán bajo reserva, y con fecha 8 de mayo de 2015, se recibe informe de cumplimiento de pena del Centro de Detención Preventiva de Ancud. Además, se tiene por cumplida las accesorias mencionada anteriormente.
Por otro lado, existieron dos procedimientos monitorios penales por faltas vinculadas a infracción a la Ley n.°20.000, esto es en causa RIT O-601-2015 RUC 1500263893-K y causa RIT O-1421-2010 RUC 1000321924-6, las que tras emitirse sentencia con pena de multa, terminaron prescritas tras no poder ser notificadas. El mismo final tuvo una causa por manejo sin la licencia debida en causa RUC 1300758726-5 RIT O-1197-2013, aunque en este caso, gracias a una suspensión condicional del procedimiento y una donación al Hogar de Cristo de $30.000.-
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