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No es ironía: PDI investiga robo al interior de la Corporación de Ancud.
REPORTAJE DE INVESTIGACIÓN (La Opinión de Chiloé) — Muchas sonrisas y palabras de buena crianza se registraron el 29 de junio de 2016 cuando un grupo de funcionarios del área salud en la Corporación Municipal de Ancud decidieron conformar un Comité de Bienestar, que en medio de crecientes y millonarios déficits del ente municipal, buscaba llevar adelante iniciativas de apoyo a sus afiliados y familias a través de beneficios y prestaciones de salud, educación, asistencia social, económica, cultural y recreación entre otros.
Ese día se realizó la elección del presidente de este comité, instancia en la que participaron once funcionarios, mientras que mediante el Decreto Alcaldicio n.°1.797 del 13 de junio de ese mismo año, se le otorgó la personalidad jurídica con lo que quedó habilitada para poder postular a subvenciones municipales.
Desde ahí, comenzaron las gestiones con la administración de la otrora alcaldesa de la comuna, Soledad Moreno Nuñez, para acceder a fondos municipales, conversaciones que se mantuvieron en carácter de reservado sin que se supiera el tenor de aquellas; todo por supuesto en medio de la campaña para las elecciones municipales que terminó ganando Carlos Gómez Miranda, quien asumió a comienzos de diciembre de 2016.
Esa nueva unidad claramente siguió funcionando, y durante la nueva administración ha recibido al menos $83.000.000.- como aporte municipal. En ese marco, una denuncia de un supuesto robo en la Corporación ocurrido en mayo de 2018, el hermetismo tras ese eventual ilícito y un incidente entre varias funcionarias de tal ente público que se registró en Panamericana Hotel, ex Hostería Ancud, en septiembre del año 2018 develó un potencial lío de platas en el comité que La Opinión de Chiloé procedió a indagar como parte de una serie de reportajes en preparación vinculados a hechos poco conocidos por la opinión pública que están ocurriendo al interior de la Corporación Municipal.
Los primeros dineros que destinó la municipalidad
Días después de la llegada del nuevo alcalde, en la sesión extraordinaria n.° 01 del 14 de diciembre se aprobó por unanimidad el Presupuesto Municipal para el año 2017. Todo en regla, nada extraño, salvo la inclusión de un monto de $36.000.000.- como aporte municipal a la Corporación dentro del subtítulo 24 ítem 01 asignación 003 subasignación 002 que se traspasaría al área de salud, algo que en años anteriores no existía; públicamente nada se sabía respecto al uso de ese monto que estaba adscrito al Área de gestión 02 sobre Servicios Comunitarios ¿un nuevo programa destinado a la comunidad? El Decreto Alcaldicio n.°4.102 del 19 diciembre oficializó el resultado de aquella votación.
Pues bien, luces sobre el uso de esos recursos no llegaron tampoco en la Sesión Ordinaria n.°08 del 6 de febrero de 2017 cuando la Directora de Administración y Finanzas (DAF), Claudia Lorena Cárdenas Videla, concurrió a detallar las transferencias al sector público y privado que se realizarían ese año y algunos errores administrativo-presupuestarios que se habían cometido tras la firma del Decreto Alcaldicio n.°4.102 en comento, y que fueron detectados por la Dirección de Control al mando de Leyla Aguayo Valenzuela, porque incluso cuando se ingresó el detalle al Sistema de la contabilidad gubernamental, nadie se dio cuenta. Más allá de eso, el concejo municipal terminó por aprobar —entre otras— la entrega de una subvención a la Corporación por $36.000.000.-
Llegan $36 millones al Comité
Los meses pasaron y el 15 de mayo de 2017 el Comité de Bienestar ingresó un formulario de postulación de subvenciones donde explicaba grosso modo el Proyecto «Servicio de Bienestar APS Ancud». Ahí se revelaba que tenían 222 socios y que para cada uno se necesitaría 4 UTM (en esa época sumaba un total de $41.422.536.-); ello se destinaría a apoyar a esos 222 con bonificaciones y reembolsos parciales en consultas médicas, exámenes, medicamentos, atención hospitalaria y cirugías, atención psicológica y/o psiquiátrica, además de bono para compra de lentes, bonos de ayuda social (por nacimientos, matrimonios, fallecimiento, incendios y enfermedades graves), todo siempre que haya disponibilidad de recursos.
Esa era una formalidad en todo caso ya que como se viene diciendo, los recursos ya se habían conversado y aprobado antes de que se llenara siquiera el formulario de postulación de subvenciones: se necesitaba el papeleo para que el traspaso de fondos se sujetara a las disposiciones contenidas en la resolución n.°30 de 2015 de la Contraloría General de la República, esto es, rendir documentadamente las platas y/o reintegrar lo que no rinda.
Así, mediante un convenio firmado el 1 de junio de 2017, el municipio destinó los 36 millones al Comité de Bienestar, que además complementaba sus ingresos con una cuota de incorporación de 2% del sueldo base del afiliado, cuota mensual del 2% del sueldo base (salvo si se era dirigente gremial, porque ahí era del 1%), aportes extraordinarios de los afiliados que se acuerden en asamblea general, comisiones por convenios con terceros para el otorgamiento de beneficios a sus socios y con ingresos provenientes de los préstamos personales y/o de emergencia a sus afiliados (intereses y reajustes). Particularmente sobre este último punto, el interés a cobrar era del 1,5%.
El cahuín en la ex Hostería
El 9 de septiembre de 2018, se realizó en la Hostería de Ancud una cena de conmemoración del día del funcionario de la atención primaria de salud. Tras la cita, que fue catalogada públicamente como de grata camaradería, una fuente que prefirió el anonimato indicó a La Opinión de Chiloé que en realidad no fue tan «grata» porque un incidente que se intentó manejar discretamente marcó la noche, activando de paso el presente reportaje.
Con la frase «quedó la escoba con funcionarias de la corporación» partió el relato que aludió a una fuerte discusión que incluía a varias funcionarias encarando a otra por dineros que habrían desaparecido, y que pertenecerían al Comité de Bienestar. La receptora de los gritoneos era nada más y nada menos que una de las encargadas de manejar la cuenta bancaria de esa unidad (sino la única), y se hablaba de millones de pesos prácticamente «en sus bolsillos».
Aquel enfrentamiento verbal habría terminado incluso con el arribo a la Hostería de familiares de la increpada para defenderla, entre los que se encontraba una conocida dirigente social. Pero ¿cuál sería el origen de aquella discusión?
El robo que levantó sospechas
En mayo de 2018, La Opinión de Chiloé informaba sobre una indagatoria que se estaba realizando al interior de la Corporación Municipal luego que ésta sufriera un supuesto robo del que curiosamente, nadie quiso hablar ni referirse públicamente in extenso (ver nota relacionada).
El hermetismo era extraño, pero la PDI tomó el caso. Se suponía que antisociales habían ingresado al primer piso del edificio de calle Yerbas Buenas y fueron directamente a Bienestar, sustrayendo una suma indeterminada de dinero. No habían indicios que hayan subido al segundo piso, por lo que las dudas comenzaron a arreciar.
En esa oportunidad, La Opinión de Chiloé consultó a una fuente interna de la Corporación que sólo se remitió a indicar que se estaba investigando. Hoy, es posible afirmar que la denuncia fue realizada por la misma funcionaria increpada en la hostería, quien acusó ese mayo el robo de $1.900.000.- en dinero en efectivo correspondiente precisamente al Comité de Bienestar.
La Opinión de Chiloé confirmó también que este hecho llamó la atención de la directiva, la que decidió tomar cartas en el asunto por otra vía.
La auditoría; aparecen los préstamos inflados
Tras la denuncia por el supuesto robo donde las pericias daban indicios de nada, y de lo inminente que podría ser el archivo de esa causa por parte de la fiscalía, la directiva comenzó a sospechar. Eso derivó en la realización de una auditoría de los dineros de la cuenta bancaria del Comité que era manejada por la que denunció el robo, encontrándose diversas irregularidades.
A este respecto, se revisaron los movimientos bancarios y se cotejaron declaraciones de al menos cinco funcionarios quienes acusaron situaciones preocupantes: se otorgaban préstamos a socios que no estaban autorizados, a otros se les entregaba más dinero del autorizado como préstamo, otros acusaron que pidieron préstamos por un monto pero en el sistema aparecía otro mayor (por ejemplo, recibían $100.000.- pero en el sistema salía $200.000.-). Adicionalmente, existían facturas que aparecían como pagadas pero en realidad el proveedor aún no recibía los dineros (entonces las rendiciones hechas al municipio podrían ser ideológicamente falsas), mientras que hay problemas con las rendiciones médicas y con las rendiciones que deben realizarse a la Municipalidad.
Luego, con la aparición de estas irregularidades, las sospechas aumentaron inconmensurablemente respecto a que el supuesto robo por la suma de $1.900.000.- más bien sería una forma de justificar los dineros faltantes y no a un robo que efectivamente ocurrió.
Como conclusión, al revisar la cuenta del banco, se habría encontrado un déficit de $34.000.000.- que ha mantenido molestos al área de salud de la Corporación Municipal porque no hay algo que justifique la «desaparición» de ese dinero, y que ha derivado en incidentes como el ocurrido en la celebración de la ex hostería, donde dicho sea de paso, varios concejales asistieron.
Lo anterior, sin embargo, no impidió que el concejo en pleno aprobara traspasar $47.000.000.- más al Comité de Bienestar en 2018. De hecho, La Opinión de Chiloé confirmó la existencia del Decreto de Pago n.º5679 de fecha 12 de septiembre de 2018 por una primera cuota de $20.000.000.-, tres días después de los gritos en la hostería. Los otros $27.000.000.- se aprobaron traspasar mediante el Decreto alcaldicio n.°4.307 del 24 de diciembre de 2018, y eso que de la primera cuota faltaba por rendir $4.880.000.-
La indagatoria desformalizada
Era un secreto a voces sin asidero, pero tras lo ocurrido en la hostería, La Opinión de Chiloé consultó en fuentes judiciales y pudo confirmar que la aludida tiene el carácter de imputada en una investigación por ahora desformalizada por el delito de apropiación indebida. Para la fiscalía existirían antecedentes que hacen presumir la participación de ella en una potencial apropiación de dinero correspondiente a la Unidad de Bienestar, además, ya hay una denuncia realizada por la presidenta del Comité.
Según el artículo 470 número uno del Código Penal, los que cometen el delito de apropiación indebida por el monto que se habla (superior a 400 Unidades Tributarias Mensuales, UTM), pueden ser sancionados con presidio menor en su grado máximo (desde los 3 años y un día a 5 años de cárcel), y multa de 21 a 30 UTM (aproximadamente $1.015.413 a $1.450.590).
El Ministerio Público ya despachó una Orden de Investigar y se esta solicitando un peritaje contable por parte del Laboratorio de Criminalística de la PDI en Puerto Montt. En tal marco, se está gestionando una importante diligencia para los próximos días, y que La Opinión de Chiloé no revelará a la espera de la determinación que tome la magistrado de turno; la virtual implicada eso sí probablemente se está enterando a través de esta nota que el tema no se ha olvidado, que tiene la calidad de imputada, encontrándose en la mira para futuras diligencias.
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