CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Una rápida tramitación en el Juzgado de Garantía de Castro tuvo un violento incidente ocurrido el domingo pasado frente a la Iglesia de Nercón, y que dejó a una persona con riesgo vital tras ser víctima de una herida de carácter grave por un arma cortopunzante.
De acuerdo a información judicial que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, los hechos ocurrieron el domingo 4 de agosto cuando alrededor de las 23.30 horas Ronald Leandro Cárcamo Sánchez (23 años) procedió a amenazar de muerte con dos cuchillos a su exconviviente M.E.T.Q. (22 años) y su padre señalando textualmente “que venga no más le voy a cortar el cogote, me cagaste la vida no te dejaré estar con nadie, así como lloras lloré yo”. El incidente ocurrió al interior de una vivienda en Nercón debido a lo cual la mujer salió al exterior a pedir ayuda.
Fue frente a la iglesia patrimonial del sector que se encontró con un transeúnte identificado como M.J.U.H. (41 años), quien al ver que el delincuente perseguía a la mujer con los cuchillos en la mano se pone entremedio con el fin de defenderla; en ese instante, Cárcamo Sánchez le propinó al vecino una estocada en el hemitórax izquierdo, lo cual le causó una pleurostomía izquierda de carácter grave, con riesgo vital que de no recibir una atención medica oportuna le podría haber provocado la muerte.
A través de un procedimiento abreviado, el sujeto reconoció su participación en los hechos y se le condenó a 3 años y un día de presidio menor en su grado máximo en calidad de autor de un delito de homicidio simple del artículo 391 n.°2 del Código Penal, en grado de desarrollo de frustrado. En cuanto al incidente con la mujer, se le condenó a 61 días de presidio menor en su grado mínimo por amenazas simples en contexto de violencia intrafamiliar, ilícito previsto y sancionado en el artículo 296 n.° 3 del Código Penal, en relación con el artículo 5 de la Ley 20.066, en grado de desarrollo de consumado.
El delincuente se encontraba en prisión preventiva, pero tras la sentencia, accedió al beneficio de libertad vigilada intensiva por el tiempo que dure la condena, por lo que salió de la cárcel. Además, existiendo antecedentes de consumo problemático de alcohol y drogas se le impuso la obligación de asistir a un programa de rehabilitación de alcohol y drogas, a coordinarse por un delegado de Gendarmería de Chile.
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