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Quellón: 10 años de cárcel para sujeto que asesinó a vecino en San Antonio.
De manera unánime, la Segunda Sala de la Corte de Apelaciones de Puerto Montt rechazó un recurso de nulidad ingresado por la defensa de Santiago Haroldo Vera Antisoli (41 años), sujeto que fue sentenciado el 27 de julio a 10 años y 1 día por el asesinato con arma blanca de Maximiliano del Carmen Arriagada Quintullanca (39 años), crimen ocurrido el martes 25 de noviembre de 2014 en una vivienda ubicada camino a San Antonio, Quellón.
De acuerdo al fallo del tribunal de alzada al que accedió La Opinión de Chiloé, la sanción recibida por el aludido fue procedente debido a que los antecedentes expuestos en el Juicio Oral realizado en Castro «dan cuenta que el imputado portaba el medio comisivo –cuchillo, que conocía el peligro ex ante del hecho y el arma la dirigió a una zona del cuerpo de la víctima donde se ubican los órganos vitales del organismo» agregando que «la herida con arma blanca que el acusado infligió a la víctima le causó la muerte, lo que es constitutivo del delito de homicidio».
El crimen ocurrió en una casa habitación del pasaje La Checha, camino a San Antonio, mientras ambos compartían y consumían alcohol, generándose una discusión y riña que terminó con la víctima apuñalada. Según el Auto de Apertura del Juicio Oral, el ataque fue a las 01.00 horas de la madrugada cuando Vera Antisoli «sin mediar provocación de ningún tipo, (…) agredió con un arma blanca en el sector de hemitórax izquierdo a la víctima (…) falleciendo éste en el lugar, a causa de anemia aguda por herida de arma blanca penetrante toráxica”.
El testimonio del perito tanatólogo aduce que luego de la agresión, Arriagada Quintullanca sufrió «[un] colapso pulmonar total, que generó 2 mecanismos fisiopatológicos, anemia aguda e insuficiencia respiratoria aguda, lesiones de tipo defensivo (…), causada por arma blanca con alto impacto energético, la sobrevida debió ser de 5 a 6 horas desde el momento de la lesión, por lo que estimó la muerte a las 9 de la mañana»; el profesional apuntó a que la víctima «podría haberse salvado con socorros oportunos en tiempo y calidad, en un centro de alta complejidad como el Hospital de Puerto Montt y no en una posta o centro de atención básica, con cirujanos vasculares y protocolo de acción quirúrgica de tórax para sacar el hemotórax acumulado, además de cirujanos broncopulmonares para recuperar el pulmón colapsado».
Para el ente persecutor, el crimen “se trató de encubrir como una muerte accidental (…) alterando el sitio del suceso, limpiando el cuerpo, cambiándolo de ropa” a lo que se añadió que Vera Antisoli amedrentó y amenazó a su pareja identificada como P.A.U.V. “con matarla de la misma manera” para encubrir el delito. En particular, la sentencia alude a que la versión inicial del acusado era que la muerte fue por un ataque epiléptico y una caída, algo que el médico forense descartó cuando descubrió una lesión costal por arma blanca, revelándose que había sido asesinado.
Fotografía referencial.
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