
BRASILIA (La Opinión de Chiloé/Agencias) — El presidente Jair Bolsonaro (65 años) confirmó durante la noche de este lunes que se sometió a una nueva prueba para detectar si contrajo o no el virus SARS-CoV-2, todo tras experimentar síntomas leves adscritos a COVID-19.
«Vengo del hospital, me hice un chequeo pulmonar, mi pulmón está limpio. Me voy a tomar el [examen] COVID en este momento, pero todo está bien», dijo Bolsonaro al arribar al Palacio de la Alvorada (residencia presidencial oficial) para hablar con sus seguidores. Sus declaraciones fueron transmitidas por un canal bolsonarista en YouTube.
El mandatario brasileño tiende a saludar a sus partidarios todos los días en el área interna de la propiedad donde se encuentra el Palacio, sin embargo, durante la tarde de este lunes, y mientras se bajaba del automóvil que lo trasladaba, le pidió a la gente del lugar que no se le acercara.
Horas después de sus declaraciones, el Palacio de Planalto emitió un comunicado indicando que el resultado de la prueba se dará a conocer mañana martes. «El presidente Jair Bolsonaro se realizó durante la noche de hoy, 6, un test para el COVID-19 en un hospital de Brasilia. El resultado se dará a conocer el martes 7. El presidente goza de buena salud y se encuentra en su residencia», dijeron.
De acuerdo a CNN Brasil, Bolsonaro aseveró que tenía 38ºC de fiebre y una tasa de oxigenación del 96% en su sangre. Además afirmó que está tomando hidroxicloroquina. Cercanos al mandatario han señalado que tiene síntomas leves de la enfermedad: fiebre baja y tos.
Según la agenda oficial de Planalto, Bolsonaro estuvo el lunes con el presidente de Inmetro, Marcos de Oliveira Junior, con el vicepresidente de asuntos de seguridad de NTC & Logística, Roberto Mira, y con el secretario especial de Cultura, Mario Frías. También tuvo agendas con los ministros Paulo Guedes (Economía), Braga Netto (Casa Civil), Jorge Oliveira (Secretaría General), Luiz Eduardo Ramos (Secretaría de Gobierno), Augusto Heleno (Oficina de Seguridad Institucional) y José Levi (Procuraduría General).
Durante la tarde, el Palacio de Planalto organizó un evento sobre la Ley Brasileña de Inclusión en el que participaron la Ministra Damares Alves (Mujer, Familia y Derechos Humanos) y la Primera Dama Michelle Bolsonaro. El acto no apareció en la agenda oficial de Bolsonaro y él no participó, pero la ceremonia tuvo lugar en el Gran Salón del Palacio y el púlpito presidencial se instaló en el lugar. Los eventos en el Salón Noble de Planalto sin la participación del presidente son inusuales.
El fin de semana pasado, Bolsonaro tenía actividades en las que interactuaba y se acercaba a otras personas. El sábado 4 de junio, viajó por la mañana a Santa Catarina para sobrevolar las zonas afectadas por un ciclón y por la tarde, asistió a un almuerzo para celebrar la independencia estadounidense en la residencia oficial de la Embajada de Estados Unidos en Brasilia.
En esa ocasión, Bolsonaro apareció en fotos junto a cuatro ministros y al embajador estadounidense, Todd Chapman. En las imágenes compartidas por el presidente, los presentes no usaban mascarilla como protección facial.
Desde el comienzo de la pandemia, Bolsonaro ha hecho declaraciones en las que busca minimizar su impacto tratando como exageradas algunas medidas que se han estado tomando tanto a nivel internacional como por los gobernadores estatales en Brasil.
Hay que mencionar que el presidente brasileño ya ha tenido tres PCR negativos según los informes entregados por la AGU (Procuraduría General de la Unión) a la Justicia. Los test se llevaron a cabo los días 12, 17 y 18 de marzo y se entregaron al ministro Ricardo Lewandowski, de la Corte Suprema Federal, relator de la acción en la que el periódico O Estado de S. Paulo le pidió al magistrado que obligara al presidente a revelar los exámenes.
Además de los discursos en los que ha minimizado la gravedad de la pandemia, Bolsonaro ha firmado decretos para eludir las decisiones estatales y municipales, manteniendo contacto directo con personas en la vía pública.
En una de sus últimas medidas contra el aislamiento social, el presidente extendió el lunes un vetos sobre el uso obligatorio de mascarillas. Así, ya no es obligatorio en las cárceles, mientras que el viernes pasado ya había vetado puntos del proyecto de ley aprobado por el Congreso a principios de junio, incluyendo el uso obligatorio de mascarillas en iglesias, empresas y escuelas. Estos establecimientos tampoco tendrán la obligación de colocar carteles para informar sobre el uso correcto de este implemento de protección.
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