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Castro: violento accidente en calle Lillo protagonizado por ebrio deja un muerto.
CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Diversos peritajes han estado realizando funcionarios de la Sección de Investigación de Accidentes en el Tránsito (SIAT) de la Prefectura de Carabineros de Chiloé para reconstruir la dinámica de un violento choque registrado esta madrugada en el borde costero de Castro, y que dejó a un joven fallecido.
Tal y como consignó La Opinión de Chiloé, el accidente habría ocurrido alrededor de las 03.45 horas de la madrugada en calle Eusebio Lillo, antes de llegar a la esquina con Irarrázaval, cuando por circunstancias que están siendo indagadas un vehículo menor chocó con un camión que se encontraba estacionado en la vía, provocando la muerte de uno de sus ocupantes.
Las primeras informaciones detallaban que el choque fue protagonizado por un Station Wagon Ford Escape 2.0 patente JTWJ-12 donde se trasladaban dos personas, el que minutos antes habría sido visto bajando a una velocidad poco prudente por calle Thompson hasta doblar por calle Eusebio Lillo, lugar donde se encontró con el camión al que chocó a alta energía.
La peor parte la llevó el lado del copiloto, que se vio completamente destruida, y donde se encontraba Francisco Javier Gómez Oliva (42 años), joven oriundo de Concepción pero residente en Castro que falleció en el mismo sitio del suceso.
Voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Castro fueron despachados al sector para prestar ayuda a los potenciales afectados, sumándose un equipo del Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU) y personal dependiente de la Segunda Comisaría de Carabineros de la capital provincial.
Las unidades de auxilio se encontraron en el lugar con un vehículo completamente deformado por el choque en su tramo izquierdo y con Francisco Javier sin vida. Su deceso fue constatado por un equipo del SAMU.
En cuanto al conductor que sería el responsable de este accidente, habría resultado con algunas contusiones menores; sería un varón de 35 años de edad.
Cristian Ruiz, encargado de la Oficina Comunal de Emergencia Municipal de Castro, indicó que el incidente «fue divisado por las cámaras de vigilancia municipal (…) en su monitoreo ellos divisaron este accidente y lo confirmaron con los guardias de la feria [Yumbel]».
Una de las hipótesis que se trabaja por parte de los peritos es que, producto de la ingesta de alcohol y probablemente sustancias psicotrópicas o estupefacientes, el conductor del vehículo menor manejaba zigzagueante por la vía, provocando este accidente.
Adicionalmente, fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé refirieron que el aludido se encontraba relativamente agresivo y que se negaba a viva voz a practicarse el intoxilyzer y narcotest.
Carabineros de la Segunda Comisaría abordaron inicialmente el procedimiento percatándose que el aludido presentaba incoherencia al hablar, un fuerte hálito alcohólico, inestabilidad al caminar y el rostro congestionado, todo consistente con una persona que estaba imposibilitada para conducir debido a ebriedad manifiesta.
La información fue confirmada por el mayor Gustavo Guajardo, jefe de la unidad policial de marras, quien indicó que el siniestro vial se registró «en el sector de calle Lillo, esto es en el denominado puerto de la comuna de Castro», acotando que el Station Wagon «circulaba en dirección al norte (…) habría chocado a un camión que se encontraba a un costado de la vía, resultando el acompañante del vehículo fallecido y el otro conductor detenido, un varón de 35 años en atención a que lo hacía en manifiesto estado de ebriedad».
Aseguró que «esta persona, preliminarmente, se habría negado a efectuarse el examen de alcoholemia e intoxilyzer, no obstante y dadas las características que presentaba al momento de la detención, del arribo de personal policial, se procedió de manera inmediata a su detención».
El Ministerio Público de Castro abrió una causa penal para determinar las circunstancias detrás de este choque fatal, instruyendo la concurrencia de personal de la SIAT Chiloé hasta el sector para realizar las diligencias de su especialidad.
En este sentido, los peritos quedaron encargados de realizar un levantamiento planimétrico como fotográfico, así como pericias mecánicas del accidente para intentar reconstruir su dinámica, añadiéndose el relato de potenciales testigos.
Todo lo anterior se complementará con las diligencias tanatológicas encargadas al Servicio Médico Legal para confirmar la causa de muerte del copiloto.
A este respecto, fuentes consultadas por La Opinión de Chiloé indicaron que la causa se caratuló, preliminarmente, como un eventual delito de conducción de vehículo motorizado en estado de ebriedad y bajo la influencia de sustancias estupefacientes o psicotrópicas con resultado de muerte, descrito y sancionado en el artículo 196 con relación al artículo 110, ambos de la Ley de Tránsito.
Se añadiría, además, un delito por negativa injustificada a efectuarse examen de alcoholemia, previsto y sancionado en el art. 209 de la Ley n.°18.290, aunque por ahora no se ha confirmado su se negó en el Hospital a la toma de muestras sanguíneas de rigor.
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