El fundamental rol del Obispo (e) de Ancud en causa por abuso del Obispo (e) de Iquique

Fotografía: CTV Televisión del Vaticano.
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ANCUD/IQUIQUE (La Opinión de Chiloé) — Un enorme revuelo causó en 2012 la denuncia por presunto abuso sexual en contra un menor de edad que involucraba al entonces obispo de Iquique, Marco Antonio Órdenes Fernández, transformándose en uno de los primeros casos en el país donde una persona de tan alto rango dentro de la iglesia católica era investigado por tal delicado delito.

Al proceso encargado a la justicia civil, ese mismo año el Vaticano inició una investigación eclesiástica a cargo del nuncio apostólico Ivo Scapolo, representante de la Santa Sede que actualmente está en el ojo del huracán tras ser sindicado por el párroco de Villa Prat, Sergio Díaz, de encubrir a un sacerdote que habría violado a varios menores. Aunque fue en 2012 que el caso obligó a Órdenes a renunciar, se sabía que la denuncia se conocía desde el año 2009, cuando la presunta víctima había ventilado lo ocurrido en tribunales: la Iglesia no hizo nada y lo mantuvo en su cargo hasta que fue insostenible, mientras que la causa fue derivada al Ministerio Público.

El 2012, y en conferencia de prensa tras renunciar, el aludido dijo que «ante el juicio de Dios me siento tranquilo y en paz, pues el conoce mi corazón y mi verdad. Ante el juicio del mundo no resulta fácil defenderse, sobre todo cuando se dice tanto trastocando la verdad (…), Dios es mi testigo, que siempre buscado servir sin interés. Muchas veces me equivoqué, pero nunca busqué dañar, ofender o manipular a nadie”, aunque no mencionó en ninguna parte a los dichos de la eventual víctima, quien explicó públicamente que los hechos se remitirían a cuando él tenía 15 años, añadiendo además que en el año 2008 tomó contacto con otro menor eventualmente abusado por el sacerdote. Así, el denunciante habría mantenido una conversación con el ex Obispo respecto grabando un audio (escuche aquí el audio completo).

Órdenes Fernández reconoció que en el caso del denunciante, «fue una situación puntual», agregando «yo no soy pedófilo» y negando ser homosexual; además, aseveró «no siendo él menor de edad, yo reconozco haber tenido un acto imprudente con él, de lo que me arrepiento y de lo que pedí perdón en su momento».

La investigación penal avanzó y en 2013 el fiscal a cargo, Raúl Arancibia, afirmó que “los antecedentes reunidos por mí en diversos testimonios, en diversas diligencias, ratifican en todas sus partes que lo denunciado es efectivo”, pero envió el caso al antiguo sistema procesal penal donde las indagatorias tienen otros tiempos y formas de levantar datos, perdiéndose del ojo público hasta que el hoy obispo emérito de Iquique fue sobreseído en enero de 2018 por la Corte de Apelaciones de Iquique por «no aparecer presunciones de que se hayan verificado aquellos que dieron motivo a la formación de esta causa», y que se vinculaban a un presunto delito de estupro.

Años han pasado, y el escándalo poco se recuerda. Sin embargo, el proceso canónico continuó su camino y trascendidos indican que el fallo ya está preparado, pero que el complejo escenario que vive la Iglesia Católica Chilena haría impropio o incómodo revelar el resultado, ya que probablemente sea absuelto por el Vaticano, o bien, quizás reciba una nimia amonestación por su comportamiento.

Para su defensa ante la Santa Sede, se buscó a un experto que además fuera alguien influyente, apareciendo entonces el actual obispo emérito de Ancud, Juan Luis Ysern de Arce. El prelado es Licenciado en Derecho Canónico y ocupó por varios años los cargos de Vicario Judicial del Tribunal Metropolitano y de Vicario Judicial del Tribunal Interdiocesano de Santiago, reemplazando mediante el Decreto n.º 276/2010 del 9/11/2010 firmado por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz al presbítero Francisco Walker que habría renunciado por el caso Karadima; actualmente ocupa el cargo de Vicario Judicial Adjunto del Tribunal Eclesiástico dependiente del Arzobispado de Santiago y Vicario Judicial de la diócesis de Rancagua.

Ysern de Arce asumió como abogado defensor del ex obispo en el proceso canónico. A este respecto, ha señalado públicamente que «cuando estudié los hechos y antecedentes, con mucho cuidado y detención para descubrir la verdad, llegué a la conclusión no sólo de que no se le podía imponer ninguna pena, sino que interiormente tuve certeza plena de su inocencia». Sobre el audio, ha señalado que podría ser interpretado de cualquier forma, pero que no es concluyente para afirmar o negar la acusación que recayó sobre su representado.

El obispo emérito de Ancud eso sí ha mencionado que aunque Órdenes Fernández sea exculpado de los cargos de abuso sexual de un menor, si le llegaran a ofrecer que retome el cargo de obispo en otra diócesis «Yo le aconsejaré que no acepte (…) no es posible saber cómo reaccionará la gente. Podría ocurrir que haya personas, muchas o pocas, que aunque los tribunales hayan dicho que es inocente, sigan pensando que no lo es y lo rechacen. Eso crearía división que entorpecería su servicio pastoral. Sería dañino para la comunidad eclesial. Lo que cada uno piensa no se puede cambiar por la fuerza ni por el peso de una autoridad superior. Tiene que ser por razones que convenzan, lo demás sería represión».

Aquel manto de duda que podría existir no es ajeno a aquel que hoy cae sobre la Iglesia Católica Chilena, más cuando el mismísimo Papa entregó un documento privado a todos los obispos tras su visita a Roma donde aseveró entre otras materias, que “otra circunstancia análoga que me ha causado perplejidad y vergüenza ha sido la lectura de las declaraciones que certifican presiones ejercidas sobre aquellos que debían llevar adelante la instrucción de los procesos penales o incluso la destrucción de documentos comprometedores por parte de encargados de archivos eclesiásticos, evidenciando así una absoluta falta de respeto por el procedimiento canónico y, más aún, unas prácticas reprobables que deberán ser evitadas en el futuro”. Ysern de Arce fue uno de los que viajó al Vaticano, y recibió aquél documento de diez carillas.

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