CASTRO (La Opinión de Chiloé) — Dos detenidos presuntamente vinculados a la comercialización de sustancias ilícitas dejó un rutinario procedimiento policial realizado este fin de semana en el sector alto de Castro, y que para el caso de uno de ellos tuvo una rápida tramitación ante el Juzgado de Garantía local.
De acuerdo a información policial que tuvo a la vista La Opinión de Chiloé, los hechos habrían ocurrido alrededor de las 03.40 horas de la madrugada del domingo, cuando una patrulla de la 2ª Comisaría de Carabineros se percató de la presencia de dos jóvenes en actitudes sospechosas en la plazuela ubicada en calle Galvarino Riveros, entre las calles Rubén Azócar y Aureliano Velásquez Cárcamo.
Así las cosas, se procedió a realizar un control de identidad a los dos aludidos, identificados como J.A.M.M. (19 años) y D.A.C.P. (18 años), constatándose que ambos habrían estado consumiendo sustancias ilícitas.
Además, en medio de esta diligencia, se descubrió que el primero de ellos tenía entre sus pertenencias 11 dosis de Cannabis sativa, las que presuntamente estaban destinadas a comercializarse, mientras que el segundo imputado, portaba un arma blanca.
Así las cosas, ambos fueron detenidos y puestos a disposición de la justicia por su eventual participación en el delito de microtráfico y porte ilegal de arma cortopunzante respectivamente.
La información fue confirmada por el mayor Gustavo Guajardo, Comisario de la 2ª Comisaría de Carabineros de Castro, indicando que ambos «fueron sorprendidos consumiendo drogas en Galvarino Riveros, esquina Rubén Azócar, esto es, en una plaza».
Junto con corroborar que la prueba de campo arrojó coloración positiva a marihuana, aseveró se había incautado «dinero en efectivo y también una pesa gramera donde se realizaba la dosificación de esta», junto con el cuchillo.
En la audiencia realizada ante el Juzgado de Garantía de Castro durante la mañana de este domingo, la aprehensión fue declarada ajustada a derecho sin ser incidentada, para luego proceder a formalizar a los encartados por ilícitos distintos.
Al mayor de ellos se le imputó la presunta comisión de un delito de tráfico ilícito de drogas en pequeñas cantidades, descrito y sancionado en el artículo 4° del mismo cuerpo legal.
Para el menor en tanto, se descartó alguna vinculación con la venta de marras, por lo que se le formalizó por la presunta comisión de porte ilegal de arma blanca, previsto y sancionado en el artículo 288 bis del Código Penal.
El persecutor penal Fernando Metzner Iribarren aseveró que le cabría a los imputados una eventual participación en calidad de autores en los términos del artículo 14 n.º 1 y 15 n.°1 del Código punitivo, en grado de desarrollo consumado, para los respectivos delitos.
Una vez sopesados todos los antecedentes recopilados por personal de la 2ª Comisaría, la juez de turno determinó que se darían los supuestos fácticos para indicar la efectividad de los hechos y que los imputados podrían tener responsabilidad directa tanto en el delito de tráfico de drogas en pequeñas cantidades como en el de porte ilegal de arma blanca.
Luego, respecto del primer ilícito, concluyó que hasta el momento, existiría un correlato evidente entre la versión expresada por la Fiscalía y los hallazgos encontrados en las diligencias preliminares de Carabineros, por lo que dio lugar a la formalización de J.A.M.M.
Así las cosas, fijó como medida cautelar arraigo nacional y fijó un plazo de investigación de 120 días. Ordenó dejar libre al imputado..
Respecto del otro joven, la Fiscalía ofreció una suspensión condicional del procedimiento por el plazo de un año, algo que la juez aceptó e impuso como requisitos que fijara domicilio e informara cualquier cambio del mismo, además del comiso del arma blanca incautada.
De no mediar alguna otra formalización durante el plazo en comento, la posible responsabilidad penal se extinguirá. Se ordenó dejar libre a este otro imputado.
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