TDLC decreta detener licitación actual (y futuras) de nuevo Hospital de Queilen

Véase también:
Relicitan Hospital de Queilen: papeleo faltante hizo fracasar proceso.

QUEILEN (La Opinión de Chiloé) — Un duro golpe a la concreción de las obras del nuevo Hospital Comunitario de Queilen es el que ha decretado recientemente el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) luego que se ordenara notificar al Servicio de Salud Chiloé mediante carta certificada que paralice el proceso de licitación actualmente en curso.

Tal y como reportó La Opinión de Chiloé, la primera licitación se declaró desierta según expone el informe de evaluación de ofertas respectivo, ya que el único de los cuatro oferentes que fue declarado admisible resultó ser demasiado caro (los otros quedaron como inadmisibles por falta de papeleo). El proceso de licitación pública para este esperado centro de salud consideraba un presupuesto oficial de $14.295.455.000.- para las obras civiles, y en esa primera oportunidad ofertaron Ingetal Ingeniería y Construcción S.A. con $17.349.119.110.-, ECISA Chile con $15.597.924.663.-, un joint venture de VIMAC-Promotion Advantages-Yokogawa-GLG con $15.544.590.072.- y Brotec Construcción SpA con $17.503.522.449.-; sólo Ingetal llegó a la última etapa, pero fue desechada su oferta.

Tras ello, el 4 de octubre se volvió a abrir una nueva licitación que tiene como fecha tentativa de apertura técnica y económica el 6 de noviembre de este año, mientras que la adjudicación se estima para el 12 de diciembre.

Sin embargo, el 20 de septiembre la Constructora Luis Navarro Spa (la misma que terminó el Hospital de Futaleufú) decidió ingresar una demanda al TDLC en contra del Ministerio de Salud indicando que en su opinión, la repartición pública ha establecido «licitaciones con pautas evaluativas que atentan contra el orden público económico y la libre competencia».

Según el escrito al que accedió La Opinión de Chiloé, la empresa asegura que la forma en que el MINSAL lleva adelante las licitaciones sobre infraestructura hospitalaria «se trata un acto de autoridad, que opera como una barrera de entrada al mercado de construcción de Centros de Salud», exponiendo una serie de antecedentes para justificar la contienda.

Luego, el demandante pidió al TDLC, entre otras materias, que dicte una orden de no innovar respecto a la licitación para llevar adelante las obras civiles de Normalización del Hospital Comunitario de Queilen, algo que el tribunal accedió el 26 de septiembre. Tal decisión no tuvo efectos prácticos, ya que la comisión evaluadora de ofertas decidió proponer que se declare desierto el proceso el 12 de septiembre de 2017; luego, la Resolución Exenta n.°8679 del 29 de septiembre de 2017 no hizo otra cosa que operacionalizar tal declaratoria: ahí no se mencionó la decisión del tribunal (seguramente porque la carta certificada en forma de notificación recién fue enviada a Chiloé un día antes a las 16.19 horas).

En este orden de cosas, un nuevo proceso licitatorio se abrió el 4 de noviembre, pero dos días después la empresa demandante pidió al tribunal que se amplíe la medida cautelar para detenerla. La Opinión de Chiloé pudo confirmar que el pasado 11 de octubre el TDLC acogió el pedido ordenando «suspender la licitación ID N° 507428-80-LR17 ‘Obras Civiles Normalización Hospital de Queilen’ convocada por el Servicio de Salud de Chiloé, y se ordena a dicho servicio abstenerse de convocar a procesos de licitación pública relativos a las obras antes indicadas, conforme a las bases aprobadas en la Resolución Afecta n.°134 de 2014, del Ministerio de Salud».

Sobre este tema, y en un medio de circulación provincial, la Directora del Servicio de Salud Chiloé, Marcela Cárcamo Hemmelmann, tácitamente minimizó lo señalado por la resolución aseverando que sólo tendría implicancias para la primera licitación, algo que la abogada demandante Andrea Aguirre desmintió a La Opinión de Chiloé afirmando que la segunda licitación que está vigente «debe ser suspendida esta semana debido a que el Tribunal ya lo ordenó«.

¿Por qué Cárcamo no transparentó la situación y el descalabro que viene con la licitación en curso? ¿Será porque primero se debe solucionar lo que ocurre con el CESFAM Dalcahue y la quiebra de la constructora que aún no se reconoce? A estas alturas, el equipo jurídico corre porque la reposición del Hospital de Queilen podría no ver la luz durante lo que queda de esta década.

La Opinión de Chiloé pudo verificar que en la página n.°3 de la Guía de Apoyo que el Servicio de Salud Chiloé entregó a los potenciales oferentes como orientación básica respecto de los principales requisitos y obligaciones que deben cumplir a la hora de presentar propuestas en Queilen dice textual «el cumplimiento de los requisitos de participación exigidos a los proponentes se evaluará mediante el análisis de los certificados, declaraciones y contenido de los formularios que acompañan las Bases Administrativas Tipo que fueron aprobadas a través de Resolución Afecta n.°134 de fecha 21.10.2014, modificada por la Resolución N°138 de 07.10.2015 y por Resolución Afecta n.°06 de fecha 05.05.2017, todas de la Subsecretaria de Redes Asistenciales».

Por lo tanto, lo aseverado por la Directora de Salud Chiloé no se ajustaría a lo que realmente está pasando en cuanto a que no responde a la medida decretada por el TDLC: paralizar la licitación en curso y abstenerse de convocar una nueva «conforme a las bases aprobadas en la Resolución Afecta n.°134 de 2014». ¿Cárcamo aún no lee la carta certificada donde los Ministros Enrique Vergara Vial, Eduardo Saavedra Parra, Javier Tapia Canales y Jaime Arancibia Mattar le ordenaban detener todo?

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